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Las aulas de Cantabria podrían acoger el regreso voluntario de alumnos el día 25 de mayo. EFE/Marcial Guillén
Las familias reclaman que los institutos y colegios abran con «garantías y seguridad»

Las familias reclaman que los institutos y colegios abran con «garantías y seguridad»

Tienen de plazo hasta el martes para informar sobre el regreso de sus hijos a las aulas, el 25 de mayo. La reapertura preocupa también en la concertada

Mada Martínez

Santander

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Viernes, 8 de mayo 2020, 07:06

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La posibilidad de que los centros educativos abran sus puertas en la fase 2 del plan de desescadala diseñado por el Gobierno central -el día 25 de mayo, como pronto- es aún eso, una hipótesis, pero, a la vez, se ha convertido en un foco extra de preocupación para la comunidad educativa de Cantabria. La consejera Marina Lombó contó el 30 de abril, en la comisión parlamentaria de seguimiento de la crisis del Covid-19, que su departamento trabajaba ya para posibilitar el regreso voluntario a las aulas del alumnado de Infantil, 4º de ESO, 2º de Bachillerato o FP, entre otros, como pedía a las autonomías el Gobierno central. Poco despúes, la propia Lombó reconocía que la inclusión del tramo de Infantil (alumnos de hasta 6 años cuyos progenitores acrediten que no pueden flexibilizar su jornada de trabajo) había sido toda una sorpresa. «No entraba en los planes de la Consejería».

Cantabria tendría que poner en marcha, durante unas tres semanas, 304 de los 309 centros educativos de su red general con sus servicios aparejados: comedor, transporte... ¿Qué piensan los portavoces de las familias? La presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado (FAPA), Leticia Cardenal, cree que si la apertura está avalada por criterios técnicos, científicos, entonces será una opción. «Hay que defender y respaldar lo que digan los expertos y las autoridades sanitarias. Si lo autorizan, y no hay ningún inconveniente, entonces podrá darse esa oportunidad». En todo caso, FAPA espera que el regreso tenga garantías: «Hay que establecer medidas de seguridad y organización para que no haya contagios ni entre el alumnado, ni entre el profesorado o el personal de los centros». Están a la espera de conocerlas en detalle -ratios, protocolos, etc.-, pero también quieren hacer propuestas a Educación.

Los directores de Secundaria se oponen a la reapertura del día 25

La Comisión Permanente de Directores, en representación de todos los centros públicos de Secundaria, ha pedido a la consejera de Educación del Gobierno de Cantabria una convocatoria urgente de esta comisión, que tendrá lugar el martes 12 a las 16 horas, para instarla a que Cantabria no reabra los centros educativos el próximo 25 de mayo.

En su opinión, esta medida «pone en peligro la salud» de los alumnos, del profesorado y del personal no docente que tendría que acudir a los centros; y «no aporta nada positivo para la educación de nuestros alumnos». Además, consideran la medida «inoportuna» porque a su modo de ver se estaba realizando «un buen trabajo telemático»; «innecesaria» porque se aplicaría durante escasos días; «nada pedagógica y organizativamente muy compleja de llevar a la práctica».

Añade que puede ser «discriminatoria» según la zona donde se resida al no saber si está garantizado el transporte escolar; y expone al alumnado voluntario de 4º ESO, 2ª de FP y 2º de Bachillerato «a un riesgo innecesario», dada la «tremenda dificultad» de controlar a ese alumnado para que cumplan con las medidas de seguridad que requiere esta pandemia en unos centros educativos, que «aún no disponen de las suficientes medidas de prevención».

En todo caso, la vuelta a las aulas es una posibilidad, una elección personal: «Es decisión de cada familia», incide Cardenal. ¿Y cuántas enviarán a sus hijos de vuelta a clase? Para estimarlo, la Consejería ha enviado a los centros formularios preguntando por esta cuestión; estos, a su vez, se los han remitido a las familias, que tienen de plazo para contestar hasta el día 12.

Las portavoces de las familias coinciden en la necesidad de concretar medidas de protección

La situación se aclarará algo más cuando se revele ese porcentaje, entiende Mónica Haro, presidenta de Concapa (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos). Augura que la vuelta no será masiva -desde luego, «no el 100%» del alumnado-, pero, más allá de eso, ha de ser segura: «Abrir los centros sin contar con todas las garantías es precipitado, sobre todo en Educación Infantil. Hay que abrir con garantías. Vamos a ver cuál es la respuesta de los padres. Si son pocos, y se concretan las medidas..., aún no lo sabemos», expone. «Estamos a la expectativa. Hay preocupación».

La inquietud la comparten los centros cántabros de educación concertada. «Tenemos claro que la vuelta a las aulas no es del todo razonable porque la situación de riesgo es la misma», contextualiza Wenceslao Martín, miembro de la Comisión Permanente de Directores de Centros Concertados. Entiende que la decisión del Ministerio obliga a Cantabria, pero la sensación es la misma: «La vuelta nos preocupa». Martín comparte con otros docentes y directores la idea de que interrumpir el sistema de docencia telemático construido estas semanas no tiene sentido: «Se ha trabajado intensamente, se han buscado alternativas para los casos con dificultades, se han logrado rutinas». Sin embargo, si el 25 se abren los centros «nos prepararemos para ello», asegura Martín.

Hoy, se celebra una comisión general de Educación. El día 14, será la Conferencia Sectorial

La comunidad educativa está a la expectativa de lo que ocurra en la Conferencia Sectorial del día 14 -hoy hay sesión previa-. ¿Habrá cambios? En Cantabria la reapertura del 25 ha sido rechazada, entre otros, por la Junta de Personal Docente.

Otra reapertura de centros inminente es la del lunes, para el proceso de solicitud de matrícula. Ayer se reunió el Comité de Seguridad y Salud del ámbito docente, y las delegaciones de STEC, ANPE, TU, CC OO y UGT la rechazaron. «No se dan las condiciones sanitarias e higiénicas». Criticaron que la Consejería no haya centralizado y distribuido los materiales de protección, que haya trasladado la responsabilidad a los equipos directivos; y que sus alternativas al proceso presencial de escolarización (citas previas) o a los equipos de protección individual no hayan sido aceptadas.

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