«Tenemos una gran oportunidad si las administraciones cumplen»
Los fondos europeos para rehabilitación de viviendas dejan 14,9 millones de euros en Cantabria. Ruiz Capillas explica las condiciones
Reuniones con alcaldes y asociaciones vecinales. Proliferan. Hay que hacer llegar el mensaje: Europa ofrece ayudas para rehabilitar viviendas en busca del ahorro energético. Alberto ... Ruiz-Capillas (Torrelavega, 1965) es el presidente de los administradores de fincas cántabros. Les espera mucho trabajo.
-Sesiones informativas y casi quince millones de Fondos Europeos en Cantabria para rehabilitación de viviendas y barrios. Vamos a concretar. ¿Qué es esto?
-Es distinto de las ayudas del Plan de Vivienda de Cantabria para rehabilitación. En estos, que son los Fondos Europeos, es condición que exista un ahorro en el consumo de energía del edificio a consecuencia de la obra. Si no se consigue ese ahorro, no se puede optar. Ahora bien, si se consigue, se puede incluir dentro de las obras no sólo las que provoquen esa eficiencia energética, sino todas las de rehabilitación, conservación o accesibilidad que necesite el edificio (poner un ascensor, pintar una escalera...). Es una gran oportunidad, pero tienes que hacer una obra que provoque esa eficiencia energética (ahorro energético y disminución del uso de energías no renovables). Los edificios antiguos y mal conservados lo van a tener bastante más fácil. Los menos antiguos, algo más difícil.
-Suena a gran oportunidad
-Sí. Y hay que intentar transmitirle a los ciudadanos que no lo tomen como un gasto, sino como una oportunidad de invertir en la mayor de las inversiones, que para casi todos es nuestra casa. Se gana confort, se gana (sobre todo en Cantabria) en aislamiento de humedades y condensaciones, y en ahorro energético, que es lo fundamental. Para los vecinos, para Cantabria y para el país.
-¿Qué abarcan estas ayudas y de qué cantidades hablamos?
-Hay varios programas. Por destacar, respecto a las comunidades de propietarios, dos. Las obras en el propio edificio (la ayuda se da a la comunidad) o las ayudas a un conjunto de edificios que se constituyan o estén en un barrio (jurídicamente el barrio no existe, eso quedará a consideración de la Dirección General de Vivienda). Las cantidades dependen. Las ayudas son de carácter progresivo, exigen un mínimo de ahorro energético para entregar la ayuda. Pero, a mayor ahorro con la obra, mayor subvención. La horquilla para el programa de edificios va, por vivienda, de 6.300 euros a 18.800. Y en el de los barrios -es mejor ponerse de acuerdo si hay varios edificios interesados porque también hay ayudas al Ayuntamiento para mejorar el entorno-, van de 8.100 euros a 21.400. Y algo muy importante. Se incluye la subvención del 100% de un informe técnico que se llama el libro del edificio y que yo he apodado el libro de mejora del edificio. Además de describir técnicamente cómo está el edificio desde un punto de vista energético y de conservación, se proponen posibilidades de ahorro pasivo (envolvente: fachadas y cubierta) y activo (cambio de sistema energético de las viviendas). Y cuánto más disminuyas el consumo de combustibles fósiles, mayor subvención.
«Apelamos al sentido común para que no se celebren ahora todas juntas en enero y febrero»
-¿Quién puede optar?
-De entrada hay que decir que todavía no se pueden presentar. Se ha publicado el Real Decreto Ley del Ministerio. Ahora falta, y lo estamos esperando con ansiedad, el decreto del Gobierno de Cantabria que lo desarrolle. Entonces se empezará a poder solicitar.
-Pero, ¿quién podrá hacerlo?
-En estos dos programas, todos los edificios de Cantabria con anterioridad al Código Técnico de la Edificación (2006). No hay, como en el Plan de Vivienda, una determinada antigüedad exigida. Ese límite es muy cercano (2006).
-¿Y cabe esperar una oleada de peticiones?
-Es un trabajo inmenso y hay que estudiarlo muy bien. Los administradores de fincas colegiados pedimos al Gobierno que nos dé formación porque seremos nosotros, en muchas ocasiones, los que se lo explicaremos a los vecinos. Hay, además, otros aspectos importantes. Por la parte subvencionada no habrá que tributar y la parte que no sea subvencionable (la que pagarán los vecinos) se puede deducir en la declaración. Es otro ahorro. Y encargar el proyecto técnico de la obra también se subvenciona al 100%. Pero son obras que hay que explicar muy bien a los vecinos. Y tienes que llegar a esa eficiencia energética. ¿Quiénes llegarán? Pues fácilmente los edificios más antiguos, en los que muchas veces residen personas con menos capacidad económica o bastante mayores. Y aquí entra otra pata: la financiación. Con la modificación de la Ley de Propiedad Horizontal con mayoría simple se puede acordar la financiación. Se permite que el presidente de la comunidad, con el acuerdo, firme el crédito (no tienen que ir todos). ¿Oleada? No sabemos. Hay tiempo. Las obras tienen que estar terminadas en 2026 (a finales de 2023 acaba la deducción fiscal).
-La pelota está entonces en el tejado del Gobierno regional.
-Sí. Es fundamental que publique cuanto antes el decreto para empezar a moverlo. Estamos ante una gran oportunidad si las administraciones cumplen. Todas estas ayudas provocan ilusión, pero la credibilidad de las administraciones depende de que cumplan con lo que está en el papel. Y que no ocurra, por ejemplo, lo que con el Plan de Vivienda 2018-2021, que a un mes de su finalización lo han derogado sin capacidad de reacción. Preparar esto es un trabajo de meses. Eso no ayuda a que la gente crea en estos programas.
-Les espera mucho trabajo.
-Para que las políticas se lleven a afecto nuestra posición de cercanía y confianza con el vecino nos pone en el inicio de la actuación. En el decreto se habla de la figura del agente rehabilitador. Ahora nosotros, además de contactar con técnicos, saber cómo está el edificio y los asuntos de los vecinos para la financiación, tendremos que evaluar a estas empresas que harán de agente rehabilitador. Y todo ese expediente, una vez alcanzado un acuerdo, lo llevaremos a cabo nosotros. Ellos -los agentes- serán los que finalmente cobren la subvención (y por la cuenta que les trae les interesará hacer bien la obra), porque a la comunidad le cobrarán la parte no subvencionable. Nuestra tarea excederá con mucho la labor para la que estamos contratados. La administración ha sido sensible y los honorarios por esta gestión están también subvencionados.
-Una tarea nueva en un año que parece que seguirá marcado por el covid. ¿Cómo ha influido en su labor?
-En estos dos años, lo que hemos visto en las comunidades de propietarios es que ha imperado el sentido común. Hasta mayo de 2021 no se habían dictado leyes que regulasen la vida comunitaria. Hasta esa fecha no se suspendió la obligación de celebración de las juntas ordinarias (los presupuestos quedaban prorrogados al igual que los cargos). Hasta entonces fue el sentido común el que llevó a no celebrar las juntas. Yo siempre he dicho que las comunidades son familias, con afectividad, pero no convivientes. Y esa afectividad en una reunión sale sola.
-¿Habrá reuniones de vecinos con normalidad en 2022?
-A partir del 31 ya no existe esa suspensión. Se podrán celebrar las juntas con 'relativa' normalidad, cumpliendo con la normativa sanitaria (mascarilla, distancia...). Pero volvemos a apelar al sentido común para que esta normalidad lo sea y que las juntas se celebren cuando se venían celebrando, y no todas en enero y febrero. Y también pedimos que se permitan las juntas telemáticas, que se vio en este tiempo que son muy útiles.
«Si la convivencia es a veces difícil, con okupaciones lo es mucho más»
-Si le hablo de okupación de viviendas, ¿qué dice?
-Que es un grandísimo problema. No tan extendido aquí como en otros lugares, pero los casos que se producen son duros. Si ya es difícil la convivencia en las comunidades, con okupaciones mucho más. La captación de suministro, la puesta en riesgo de los vecinos (uno de los primeros puentes que se hace es al gas)... Para solucionarlo hay un artículo en la Ley de Propiedad Horizontal (7.2).
-¿Y es efectivo?
-Se tarda, pero se puede llegar a hacer. Nosotros lo hemos utilizado. Ha habido juicios y resoluciones judiciales en Cantabria en los que ha funcionado. Antes de que llegue la sentencia los okupas se van. Pero es un procedimiento judicial riguroso y debe estar acreditado.
-¿Cuánto puede durar?
-Depende. Año, dos años.
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