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Los hermanos Sánchez Piquero, entrando en el banco de Puente Viesgo que atracaron a finales de septiembre. OPC

La Guardia Civil atrapa a los atracadores de Puente Viesgo, cabecillas de un sanguinario clan zaragozano

Los hermanos Sánchez Piquero, con un largo historial delictivo desde los años ochenta, perpetraron su último golpe en el banco Santander de la localidad cántabra

Mariña Álvarez

Santander

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Martes, 24 de octubre 2017

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Los dos atracadores de la sucursal del banco Santander de Puente Viesgo son los hermanos José y Luis Sánchez Piquero, de 60 y 43 años, miembros de un sanguinario clan familiar, conocido como 'Los Lateros', con un largo historial de atracos y algunos asesinatos desde los años 80, con momentos de parón durante sus ingresos en la cárcel y constantes remontadas cada vez que salían en libertad. Su último golpe lo han dado en Cantabria el pasado 22 de septiembre y, ahora, han acabado detenidos otra vez.

La Guardia Civil ha informado hoy de la desarticulación de este clan de atracadores de bancos tras el éxito de la 'Operación Burica'. Además de los dos hermanos, detenidos como presuntos autores a lo largo de este año de tres delitos de robo con violencia e intimidación en sucursales bancarias de Burgos, La Rioja y Cantabria, han sido arrestados otros tres hombres por su presunta colaboración con el clan: R.S.R., de 31 años; M.A.S., de 38; y R.C.M., de 59. Tanto los colaboradores como los cabecillas residían en Zaragoza, ciudad en la que fueron detenidos. Estos arrestos ocurren ahora por estos tres atracos, pero solo un año antes habían sido detenidos en Albacete junto con un tercer hermano -Pablo- por otros nueve robos en bancos de toda España, según informa El Heraldo de Aragón. También en aquel momento se daba por desarticulado el clan de Los Lateros.

La investigación se inició a raíz de un atraco a un banco de Belorado (Burgos) cometido en el mes de marzo, donde los autores se apropiaron de una cantidad cercana a los 3.000 euros. En agosto asestaron otro golpe en Navarrete (La Rioja). Los agentes centraron sus sospechas sobre los hermanos zaragozanos Sánchez Piquero, componentes de una organización muy activa desde hace más de treinta años. Fueron sometidos a «intensos seguimientos y vigilancias discretas», informa la Guardia Civil, y se averiguó que tras el robo de Navarrete se ocultaron en un piso con fuertes medidas de seguridad para no ser descubiertos.

Dispositivo de la Guardia Civil el 22 de septiembre, después del atraco a la sucursal del Santander en Puente Viesgo.
Dispositivo de la Guardia Civil el 22 de septiembre, después del atraco a la sucursal del Santander en Puente Viesgo. DM

Un mes después, cometieron el atraco en Puente Viesgo. De ese asalto consiguieron huir con un botín de unos 4.000 euros, a pesar de que el instituto armado montó un fuerte dispositivo en la carretera para tratar de interceptar a los dos hombres descritos por los testigos. Se fueron «convencidos de que no habían sido detectados» y disminuyeron las medidas de seguridad. En ese momento los agentes procedieron a su detención.

En la operación se realizaron tres registros domiciliarios, donde se intervino un arma corta, munición, varias armas blancas usadas en los asaltos, un coche empleado en los desplazamientos para cometer los robos, prendas de vestir y complementos como pelucas, gorros, gafas y bufandas para dificultar su identificación. Además, se recuperó parte del botín sustraído en el último atraco de Puente Viesgo.

Imágenes de uno de los asaltos del clan y de las detenciones. OPC
Imagen principal - Imágenes de uno de los asaltos del clan y de las detenciones.
Imagen secundaria 1 - Imágenes de uno de los asaltos del clan y de las detenciones.
Imagen secundaria 2 - Imágenes de uno de los asaltos del clan y de las detenciones.

Un clan muy peligroso

Según informa la Guardia Civil, el clan de los Sánchez Piquero disponía de gran movilidad geográfica y tenía una alta actividad delictiva, ya que habían ido adquiriendo una gran experiencia con los años de «profesión», al ser «su única fuente de ingresos, principal sustento y modo de vida diario». Sólo cesaban en su actividad cuando eran privados de libertad. De hecho, en la actualidad algunos de los miembros de la organización están en prisión y hubo épocas en las que todos estaban entre rejas, momentos en los que paraban de actuar por completo.

Antes de cometer los atracos estudiaban sus objetivos, recabando la información necesaria sobre empleados, horarios, costumbres y movimientos. Posteriormente, uno de ellos accedía al interior apoderándose del dinero, mientras otro esperaba fuera en un vehículo dispuesto para emprender la huída.

Asimismo, la red mantenía fuertes medidas de seguridad, antes, durante y después de los atracos, desapareciendo un tiempo tras la comisión de los mismos. Para cometer los atracos iban armados con armas de fuego y armas blancas, no dudando en emplear la violencia si fuera el caso.

Cabe destacar que esta organización estaba considerada como una peligrosa banda de atracadores ya que contaba con un amplio historial delictivo y varias muertes.

En 1980 tres de los miembros de Los Lateros se vieron implicados en un triple crimen de una banda rival en Móstoles, en plena 'época quinqui'. En 1981, dos de los hermanos mataron a un policía local en Navalcarnero. En 1985 cometieron el asesinato del director de un banco de Valencia, en 1994 acuchillaron mortalmente a un peatón en Zaragoza y también están involucrados en la muerte de una agente de la Policía Local de Usera en 2012, así como en muchos otros altercados con armas de por medio y extrema violencia, tal y como recoge El Heraldo de Aragón.

Esta operación ha sido llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos, La Rioja y Cantabria, en coordinación con los Juzgados de Zaragoza y los territoriales competentes, donde han sido entregadas las diligencias.

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