La Guardia Civil perseguía desde abril al clan de drogas del Besaya
Los quince detenidos en la macrooperación del viernes pasan hoy a disposición judicial en el Juzgado número 6 de Torrrelavega
La Guardia Civil decidió exprimir el plazo de 72 horas que permite la Ley para mantener retenidos a los 15 sospechosos de tráfico de drogas ... que detuvo el pasado viernes tras una macrorredada en la comarca del Besaya. Todo para que hoy a primera hora sean puestos a disposición de la magistrada titular del Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 6 de Torrelavega, que investiga el caso y acordó las diligencias de entrada y registro y las detenciones del pasado viernes.
El dispositivo desplegado ese día en varias localidades como Torrelavega, Cartes, Campuzano, Ganzo, Barreda y Requejada llamó la atención de los vecinos por su dimensión. Hasta 130 agentes -algunos venidos de provincias como Valencia y León (efectivos especializados del Grupo de Reserva de Seguridad de la Benemérita (GRS)-, intervinieron en la operación que llevaba gestándose desde hacía meses y que ha cercenado una estructura organizada que ya comenzaba a manejar cantidades importantes de drogas de diferente naturaleza: cocaína, metanfetaminas, cristal, etc.
Hay que remontarse al pasado abril para localizar el origen de las investigaciones -que actualmente se encuentran bajo secreto de sumario-, y que se centraron en un primer momento en Cartes, donde reside el que pudiera considerarse cabeza pensante del entramado organizado. Viejo conocido de la Guardia Civil por delincuente reincidente, se estima que pudo comenzar a construir esta estructura delictiva para la comercialización de estupefacientes hace dos años. Tiempo atrás los agentes habían registrado su casa. Y aunque no encontraron narcóticos, lo que impidió su detención por entonces, sí que hallaron pruebas de una capacidad monetaria que no encajaba con su perfil.
Otro de los referentes de la trama, que la Benemérita tenía en el punto de mira y que no pudo detener el pasado viernes, está en paradero desconocido. Es otro nombre que ocupa numerosas páginas en el archivo delictivo de la Guardia Civil. Precisamente este mismo sujeto estuvo en enero de 2018 implicado en robos con fuerza de 21 aves exóticas en Puente San Miguel, Torrelavega y Cabezón de la Sal. Fue entonces cuando la Benemérita recuperó un guacamayo, un loro cariamarillo, un loro real y un loro gris de cola roja, este último en peligro de extinción. Los animales se encontraban en penoso estado de salud.
Las investigaciones continúan por tanto para localizarlo, algo que dilatará esta causa que tuvo su primer golpe el pasado 8 de octubre, cuando varios agentes participaron a las cuatro de la madrugada en una redada en una vivienda de Ganzo, dentro de una operación que por entonces se anunciaba como abierta.
Los tres primeros detenidos
Los efectivos se desplazaron hasta la conocida como finca del 'cuartelillo' para llevar a cabo esta actuación contra el tráfico de drogas que se saldó con tres detenidos. Fue la antesala de lo ocurrido el pasado viernes, cuando varios vecinos de Torrelavega y alrededores se sobresaltaron por la tarde al comprobar cómo decenas de vehículos del instituto armado tomaban las calles. En total, 130 efectivos y más de doce registros simultáneos en domicilios y locales arrojaron 15 detenidos. Integrantes todos de esta trama organizada, que ya manejaba cantidades importantes de estupefacientes de diversa naturaleza.
El mismo día el concejal de Seguridad, Pedro Pérez, mostró su satisfacción por la operación: «Debemos agradecer públicamente la coloración de la Guardia Civil que, sin tener competencias directas en Torrelavega, ha actuado en el municipio y otras poblaciones para eliminar estos puntos críticos».
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