Historias de doctores recientes
El Colegio de Médicos recibe a los 103 nuevos residentes en los hospitales cántabros
Los padres de Ignacio Santiago son médicos en Sierrallana. Una de sus hermanas, enfermera en Valdecilla, donde también tiene trabajando a dos primas (una es doctora y otra enfermera). Ahora le toca, empieza su turno. «Te sientes un poco inútil estos días, pero estoy donde quería». Él, que en diciembre recibió el diploma de Premio Extraordinario al Mejor Expediente Académico en 2017, es uno de los 103 residentes que acaban de desembarcar en los hospitales cántabros. Los MIR (Médico Interno Residente). En su caso, Cardiología y en casa. Santiago es de Santander. «Estoy encantado en el hospital», dice Bryan Rodríguez, de Tegucigalpa (Honduras). ¿Especialidad? «Endocrinología y Nutrición». Vienen de todas partes. Ayer les dio la bienvenida el Colegio de Médicos. Fue en un acto celebrado en el Palacio de La Magdalena. «A los pacientes, miradles a los ojos», les recomendó su presidente.
«Bienvenidos a la profesión», empezó su discurso Javier Hernández de Sande antes de que sus compañeros en la institución explicaran a los recién llegados todo lo que el Colegio les ofrece. Cursos para seguir formándose, opciones en caso de problemas con agresiones, soluciones administrativas, misiones de cooperación... Recién llegados en sentido literal. «Llevamos ocho días», cuenta Santiago, que tiene 25 años. «Yo quería quedarme aquí. Valdecilla es un buen hospital para formarme y en Cardiología tiene todas las áreas y una muy buena UCI de Coronarias para los pacientes graves. Además, a mí me gusta la ciudad». Habla de la sensación de «responsabilidad» en este 'aterrizaje' y de la necesidad de aprender, más allá de la teoría, en «la atención al paciente». «Porque ya -y suena rotundo cuando lo explica- somos médicos».
En pleno desembarco, jóvenes de diferente procedencia se enfrentan «haciendo piña» a «una gran responsabilidad». «Porque ahora ya somos médicos»
Esa rotundidad sale también de la voz de un chico de 25 años que viene de Huesca y que ha elegido Radiodiagnóstico en Valdecilla. «Yo espero formarme muy bien como médico, como radiólogo, y seguir creciendo también como persona. Creo que no se puede ser buen médico sin ser buena persona», cuenta Pablo Sanz. «Buscaba los sitios que mejor formación me proporcionara y me parecía que ninguno podía superar este. Podía haber del mismo nivel, pero no superior». Fue eso y también un cambio de aires, «de área geográfica». De Aragón a un lugar en el que «se necesita coche, pero bien localizado para conocer todo el norte». Habla maravillas de sus tutores, igual que su compañero Pablo Menéndez, de Salinas (Asturias). «Están muy preocupados por la formación de los residentes. Más preocupados que lo que uno espera y de lo que están en otros centros». Él dudó entre Dermatología y Radiología tras estudiar la carrera en Oviedo, pero acabó decidiéndose por lo segundo. ¿Y Valdecilla? «Dentro de los hospitales que había mirado en España -responde- tenía todas las secciones. Aquí se hace de todo. Además, tiene un volumen de pacientes muy considerable y, aunque fuera el tercer motivo para elegir, está próximo a casa».
«Te sientes un poco inútil estos primeros días, pero contento porque estoy donde quería»
Ignacio Santiago Cardiología (Cantabria)
Más de la mitad, mujeres
De los 103 que acaban de llegar, 84 trabajarán en los próximos años en Valdecilla, doce en Sierrallana y siete en Laredo. Y «según los datos de las colegiaciones, más de la mitad de los nuevos residentes son mujeres», detallan desde el Colegio.
A Marina Haro, de Torrelavega, le gustaría «acabar trabajando aquí» cuando acaben estos cinco años que tiene por delante. «Visité otros hospitales. Asturias, Bilbao, León... Pero mi primera opción fue siempre Valdecilla». Eligió Medicina Interna porque no quería un área «cerrada». Algo más genérico. «Y como en este hospital hacemos prácticas de todas las especialidades médicas pensé que podría formarme muy bien en otras especialidades que son muy importantes». Ella trata de ponerse en la piel de los que vienen de fuera, porque al fin y al cabo, los de aquí «conocemos el hospital, el sistema informático...». «Para ellos, al principio, es duro, muy caótico». Pero insiste, como todos, en los «vínculos» que se crean entre todos al compartir una etapa decisiva de su vida profesional y personal. «Yo espero aprender mucho y hacer muchas amistades, que ya estamos empezando a hacerlas».
«Elegí la especialidad por la idea de ser tu médico, el toque cercano y el seguimiento toda la vida»
Eva Galindo | Médico de Familia (Valladolid)
Gente de la misma edad, con experiencias universitarias compartidas, en el trance de enfrentarse a un reto con algo tan delicado entre manos como la salud de los otros... Eso une. «Es bastante intenso», dice Eva Galindo, de Valladolid. Se agarra a la idea de «hacer piña» entre todos y a las ganas compartidas «de empezar». «No te sientes solo».
Habla rápido, con emoción, para explicar por qué eligió como especialidad Medicina de Familia. «Siempre he considerado esa idea de que es tu médico, el toque cercano y el seguimiento del paciente para toda la vida». Eso y las salidas profesionales. «El trabajo en Familia está prácticamente asegurado». Ambulancias, urgencias hospitalarias, el mundo rural, los ambulatorios... Ella -que tiene familia en Cantabria- quería, además, vivir la experiencia de «salir de casa».
«Espero formarme muy bien como médico, como radiólogo, y también como persona»
Pablo Sanz | Radiodiagnóstico (Huesca)
Algo de lo que puede hablar con pleno conocimiento Bryan Rodríguez. Estudió la carrera en su país y se preparó para el MIR en Salamanca. Fue allí donde empezó a escuchar hablar de un «hospital muy reconocido y de prestigio». Valdecilla fue su primera opción. «Y estoy encantado, con toda la infraestructura nueva. me ha tocado empezar el servicio y estoy muy contento».
«Enhorabuena por empezar este camino», les dijo Hernández de Sande, que compartió bienvenida con la alcaldesa de Santander, Gema Igual. Fue en el inicio de un acto que incluyó la entrega de las acreditaciones como nuevos colegiados. Como nuevos médicos, ya en pleno ejercicio, de la sanidad de Cantabria.