La huelga de técnicos suspende las analíticas de rutina y retrasa cientos de pruebas en hospitales
El Servicio Cántabro de Salud reconoce el «importante impacto» de la movilización, que continúa este martes, y que registra «un seguimiento bastante alto» entre los 400 profesionales convocados
«No somos invisibles, somos imprescindibles». Y para hacerse ver y gritar sus reivindicaciones frente a los Ministerios de Hacienda y de Sanidad, miles de técnicos superiores sanitarios (TSS) –alrededor de un centenar desplazados desde Cantabria– se han manifestado este lunes en Madrid para reclamar que se actualice la titulación (pasar de una FP superior al grado universitario para homologarse con la Unión Europea) y las condiciones laborales de quienes «sostienen el sistema sanitario desde los laboratorios, los servicios de Radiología, Anatomía Patológica, Radioterapia o Medicina Nuclear». Ahí la principal reclamación es el reconocimiento como grupo B, que se acordó en el año 2007, pero nunca llegó a traducirse en sus nóminas.
«Sin nuestro trabajo el sistema se paraliza». «Sin TSS no hay diagnóstico ni tratamiento». Son algunos de los mensajes que se podían leer esta mañana en sus pancartas y que se pudieron comprobar en los hospitales de toda España, donde por tercer día –ya hubo huelga el jueves y el viernes pasado– se quedaron «miles de pruebas pendientes» de realizar en los laboratorios y en los servicios de Radiodiagnóstico –la convocatoria continúa este martes, 4 de noviembre–. «Pedimos disculpas a los pacientes afectados», decía en el transcurso de la protesta el presidente de la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitarios, Juan Carlos Rodríguez, a sabiendas del trastorno que la movilización está generando en los centros sanitarios. Un trastorno que confirman desde el Servicio Cántabro de Salud (SCS), donde reconocen «un impacto importante» en la actividad de los hospitales, con un seguimiento «bastante alto» entre los 400 técnicos superiores sanitarios de la plantilla. De entrada, desde el jueves están suspendidas todas las analíticas de rutina que se envían desde los centros de salud, ocupándose los laboratorios de los servicios mínimos (lo urgente e indemorable). Hay retrasos en las pruebas de Anatomía Patológica y pruebas complementarias de Rayos (TAC, ecografías, radiografías...) que directamente se han cambiado de fecha.
El subdirector de Recursos Humanos del SCS, Juan Ramón Artiga, cifra en «un 30% el promedio» de técnicos sanitarios en huelga, aunque los porcentajes varían en función de la zona de salud y la repercusión depende del volumen que mueve. Así, aunque en el área de Torrelavega-Reinosa se ha llegado al 62,7% de seguimiento, es en Valdecilla, con un 26% (casi mismo porcentaje que en Laredo), donde más se están notando las jornadas de paro. «No podemos seguir aguantando que se nos ignore», apuntaba Rodríguez durante la marcha. «¿Por qué ahora? Porque es el momento. El borrador del Estatuto Marco no recoge ninguna de nuestras reivindicaciones. El Ministerio de Sanidad nos engañó, se comprometió con nosotros en julio, para que desconvocáramos entonces la huelga, y no ha cumplido. No es un problema económico, sino político», insistía el portavoz del colectivo profesional.