Cantabria diseña un mapa con 93 líneas de autobús para 5,5 millones de viajeros al año
Las líneas con menor número de viajeros se sustituirán por el transporte a demanda, lo que permitirá ampliar las frecuencias en las conexiones que ahora están más saturadas | Ayuntamientos y colectivos pueden alegar al proyecto, que llega a todos los municipios y busca una mejor conexión con Santander, Torrelavega y las cabeceras de comarca
Con mucha diferencia sobre la segunda, la línea de autobuses entre Santander y Camargo es la más utilizada de toda Cantabria, con 1,6 millones de viajeros en 2024. Comunica la capital con un municipio de gran tamaño ubicado, a su vez, en el área metropolitana de la misma. Diariamente mueve a un gran número de estudiantes y trabajadores que hacen el trayecto para cumplir con sus obligaciones y, además, cuenta con casi una treintena de paradas intermedias en barrios y pueblos muy densamente poblados. Ese es un extremo. El otro está en Lamasón. Cada jueves, un pequeño autobús sale a las 10.30 horas del pueblo de Burio (19 habitantes) con destino a Quintanilla, que no llega a los 80 censados. El trayecto dura 50 minutos con paradas en los núcleos de Lafuente, Sobrelapeña, Cires y Río y se puede subir cualquiera que pague los 1,85 euros que cuesta el billete. Circula todos los jueves, con independencia de que esa semana sea necesario o no. Casi siempre va vacío. No es una exageración porque, según los datos de la Consejería de Fomento, solo tres personas lo utilizaron durante el último año.
Ambas realidades son las dos caras de una moneda, el mapa de concesiones de líneas regionales de autobús que el Gobierno de Cantabria quiere actualizar con objetivos no siempre fáciles de conjugar: seguir prestando un servicio público en las zonas rurales, aunque este sea deficitario, y rediseñar las rutas para que sean más útiles para los usuarios y vertebren mejor el territorio atendiendo las demandas sociales. Con esa idea, el departamento que dirige Roberto Media ha hecho pública esta semana la nueva red de rutas, que ahora se encuentra en un periodo de alegaciones para que los viajeros y los ayuntamientos propongan mejoras. Puede haber retoques, cambios de horarios y ampliaciones de frecuencias, pero lo que no cambiará será la apuesta por un nuevo modelo que trae como novedad la introducción del transporte a demanda en las rutas menos utilizadas.
¿En qué consiste? En que los microbuses en aquellos núcleos de población donde no existe demanda suficiente para la implantación de una línea regular solo se arranquen cuando un viajero lo solicite previamente. Así se puede mantener el autobús como alternativa de movilidad para la conexión de los núcleos más pequeños con las cabeceras de comarca; y de las cabeceras de comarca, posteriormente, con el resto de la comarca y de la región.
Lo que no cambia es el sistema de prestación del servicio. El Gobierno fija las rutas y las necesidades, pero luego saca la concesión para que lo gestione una empresa privada. Ese concurso, que tenía que haberse hecho hace mucho tiempo porque lleva caducado más de una década, será el siguiente paso. La novedad con el nuevo mapa es que no habrá 27 concesiones, sino solo seis, tantas como corredores se han establecido. De esta forma, dentro de un corredor habrá rutas muy rentables y otras más deficitarias para buscar un equilibrio. O intentarlo, porque la estimación de Fomento es que el coste anual será superior a 16 millones de euros y se espera una recaudación anual de 10 a través de los billetes y abonos. Los 6 millones restantes saldrán de las arcas públicas a modo de subvención.
Vertebración norte-sur
Corredor Central
La vertebración de Cantabria norte-sur se hace a través del Corredor Central, que tiene Reinosa y Santander en sus extremos. Además, incluye las líneas comarcales que desembocan en la capital campurriana y en Los Corrales de Buelna, muchas de ellas con transporte a demanda. De hecho, es el corredor con más rutas no estables (11 de las 24). Se estima que 645.000 viajeros usarán este corredor al año. Tanto las conexiones de la capital con Torrelavega como las de Reinosa tienen algunos viajes directos y otros a través de la carretera nacional con más paradas y tiempos las largos, como ya ocurre ahora.
El área metropolitana de la capital
Cercanías de Santander
Se imita lo que ya hace Renfe creando un corredor de Cercanías en la zona metropolitana de Santander. Alcanzaría los 2,6 millones de viajeros al año, mantiene los flujos con El Astillero, Camargo, Piélagos y Bezana. Trayectos cortos pero con muchas paradas intermedias, hasta una 30 en algunos casos como el que acaba en Renedo, el único en el que de extremo a extremo se supera la hora de duración. El consejero Media detalló algunas «mejoras». Por ejemplo, la recuperación del autobús desde Santander hasta la playa de Valdearenas, en Liencres. No hay más frecuencias de la capital a Muriedas, pero se cambia algunos horarios para que haya un nuevo servicio a primera hora que servirá para «desahogar» la línea.
Un complemento al Torrebús
Cercanías de Torrelavega
Ninguna ruta pasa de los 60 minutos ni de los 20 kilómetros en las Cercanías de Torrelavega. En cambio, se requieren vehículos de gran tamaño. De hasta 90 plazas para satisfacer los 16 viajes al día de ida y otros tantos de vuelta a Suances, que en estos momentos mueve a 331.638 personas al año (el 52% de todo el corredor), o los 12 a San Felices de Buelna. No hay conexión con Polanco, Cartes o Reocín para evitar duplicidades, porque este servicio ya lo cubre el Torrebús.
De Unquera a Santander y las cabeceras de Potes y Cabezón
Corredor Occidental
El segundo corredor por número de rutas a demanda es el Corredor Occidental (223.525 viajeros al año), que tiene una línea troncal entre Unquera y Santander, la más larga de toda Cantabria con 84 kilómetros. Sin embargo, se puede recorrer en una hora y 17 minutos porque cuenta con nueve frecuencias directas y otras dos indirectas a través de la carretera nacional, donde hace un gran número de paradas. Además, fija Potes, San Vicente y Cabezón de la Sal como cabeceras de comarca. En este corredor está la ruta más corta de la región: es a demanda y son solo 4,1 kilómetros entre Puentenansa-Carmona.
Todo el litoral hasta Castro Urdiales
Corredor Oriental
Con esa misma filosofía que los anteriores se ha diseñado el Corredor Oriental, que embloga a municipios medianos muy poblados –de ahí que en él no haya líneas a demanda– como Castro Urdiales, Santoña, Laredo, Noja o Somo para conectarlos entre sí y también de forma horizontal entre Santander y Castro. En casi todos los casos se aumenta el número de frecuencias, sobre todo para reforzar los servicios hacia los hospitales de Laredo y Valdecilla, una demanda histórica de estas comarcas. En este corredor es donde hay más novedades. Se crearán nuevas rutas entre Solórzano y Noja (pasando por Beranga) y entre Somo y Solares (pasando por Cubas). Además, crecerán las conexiones entre Laredo y Ramales, con servicio en Limpias y Ampuero. Si los cálculos de la Consejería no fallan, superará los 1,1 millones de viajeros cada ejercicio.
Una conexión al interior de Cantabria
Corredor Valles Pasiegos
En el Corredor Valles Pasiegos, la salida natural en autobús será hacia Santander y Torrelavega. Estos recorridos serán los que tengan un mayor número de frecuencias, pero de nuevo se trata de dar servicio a los habitantes de las zonas rurales para que se puedan acercar en autobús a Sarón, Solares y Alceda, como principales referencias. Incluye cinco líneas a demanda (Luena-Castillo Pedroso-Borleña, Alceda- San Pedro del Romeral, Alceda-Vega de Pas, Vega-Villafufre y Riotuerto-Arredondo), que se harán todos ellos con microbuses.
Según los cálculos del Ejecutivo, con este mapa concesional se realizarán más de 5,5 millones de viajes por carretera al año, con una progresión que estima un aumento del 15% de aquí a 2035. Estas proyecciones implican un aumento notable del uso del autobús, teniendo en cuenta que 2024 cerró con 5,3 millones de viajeros. De hecho, este aumento ya se viene notando en los últimos años gracias a medidas como los descuentos –el porcentaje de rebaja sobre la tarifa ha ido variando– para usuarios recurrentes desde 2022, cuando se subieron al autobús en Cantabria 4,1 millones de personas.
Los seis corredores (Central, Oriental, Occidental, Valles Pasiegos, Cercanías de Santander y Cercanías de Torrelavega) que se han propuesto corresponden a otras tantas zonas de Cantabria y suman 69 rutas estables y otras 24 a demanda. A su vez, las estables se dividen en troncales, que son cuatro líneas transversales que unen los cuatro puntos cardinales con la capital, y las comarcales, que forman la red que une el resto del territorio y que da prioridad a la conectividad «con los centros sanitarios, educativos, los grandes centros de comercio y de ocio, los mercados o cabeceras de comarca, entre otros».
Es relevante la definición de las rutas, pero también las frecuencias de cada una de ellas. Lógicamente, las que tienen más usuarios son también las que hacen más viajes al día y cuentan con autocares de más tamaño. La Santander-Torrelavega pasa de 42 frecuencias –la mitad de ida y la mitad de vuelta– a 58 en las jornadas laborables; la Santander-Castro pasa de 15 a 30... También crecen las frecuencias entre la capital y Laredo y Noja, mientras que las conexiones entre Santander y Camargo y El Astillero no varían en número, pero sí en horarios. Otras, las menos, descienden, más allá de los cambios de los autobuses a demanda. Por ejemplo, entre Torrelavega y Quijas se baja de 13 a diez viajes al día.
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Gráficos e ilustración David Vázquez Mata, Clara Privé y Marc González Sala
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