«El objetivo es romper la pobreza hereditaria»
Trabaja para que la vuelta al cole de los más desfavorecidos se haga en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros
José Pombo (Santander, 1977) siempre ha estado cerca de los jóvenes, ya fuera dándoles clases en academias o en actividades deportivas. Ahora trabaja con ellos ... con más intensidad a través del programa Caixa Proinfancia, que desarrolla Cantabria Acoge, que busca romper el vínculo de la pobreza hereditaria, dándoles una oportunidad por medio de la educación. Ahora, con la vuelta al colegio, Pombo y el resto del equipo están volcados en que los niños de los colectivos más desfavorecidos se incorporen a las aulas en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros.
-Proinfancia se centra en familias con muy pocos recursos. ¿Le preocupa que sus niños vuelvan al colegio en desigualdad de condiciones por falta de material?
-Afortunadamente, los menores cuentan con ayudas de la administración pública, como el Banco de Libros. Además, a través de Caixa Proinfancia, todos los inicios de curso, les damos unos 'kits escolares'. Se trata de material como mochila, cuadernos, calculadora..., lo básico para el inicio de curso. El programa también cuenta con una cartera de bienes, dentro de la cual hay una ayuda para equipamiento escolar, si el menor lo necesitara.
«Los niños llevan con más naturalidad que los adultos la situación. Su comportamiento ante la crisis ha sido ejemplar»
-Durante estos meses sin colegio, ¿cómo han podido dar apoyo a los chicos para que no perdieran el curso?
-Les hemos dado refuerzo académico de forma telemática. Los colegios han facilitado dispositivos, como ordenadores o tablets, a los menores que no disponían de ellos. Nos hemos comunicado por videoconferencias, whatsapp o cualquier forma de comunicación que estaba a nuestro alcance. No ha sido una tarea fácil, ya que nuestros niños viven situaciones muy complejas. Sin embargo, su respuesta ha sido, en la mayoría de los casos, muy positiva y hemos podido ver cómo el hacer la tarea del colegio les sacaba durante unas horas del confinamiento que, en muchos casos ha sido muy difícil.
-Ahora que han regresado a clase, ¿siguen contando con el refuerzo escolar o estudio asistido? ¿Cómo se organizan?
-Debido a las medidas de prevención por el covid-19, en este curso académico las plazas son más limitadas. Estas semanas nos estamos reuniendo con las familias y los centros educativos para determinar las necesidades de cada menor y ofrecer lo que necesite. Hay chicos que precisan de un mayor apoyo, mientras que otros, necesitan mejorar sus oportunidades de ocio y tiempo y libre. En octubre empezaremos otra vez con los diferentes servicios para cubrir sus necesidades.
-El ocio es una parte fundamental en el crecimiento de los niños. Durante el confinamiento también han estado pendiente de ello, para que no pasaran el día delante de la televisión.
-Sin duda. El ocio es, junto con la educación, uno de los pilares de la formación. Durante el confinamiento la vida se volvió mucho mas desordenada. Los niños no tenían una rutina establecida y muchos de ellos tenían los horarios cambiados. Además de las actividades escolares, todas las tardes utilizamos un chat de grupo para animarlos a que nos contaran cómo llevaban la situación y proponerles retos. Ha sido una experiencia fantástica, ver cómo se animaban unos a otros a participar en los distintos retos que les mantuviera ocupados y activos. Nos han dado una lección de cómo sobrellevar el confinamiento en circunstancias muy diversas y complejas.
-¿Y ahora?
-La situación actual, marcada por la pandemia, empobrece la calidad del ocio y tiempo libre. La incomodidad del uso de mascarillas y mantener la distancia social, limita a la hora de realizar actividades lúdicas, haciendo que los menores no se relacionen como lo harían en condiciones normales. Con todo ello, los niños se adaptan con facilidad y disfrutan igualmente.
-Ver que no tienen las mismas oportunidades por provenir de familias desfavorecidas, debe ser complicado para su autoestima. ¿Trabajan también sobre este terreno? ¿Nota avances?
-Por suerte, en mi opinión, los niños no tienen esa percepción hasta que se van haciendo más mayores. Nosotros trabajamos para que tengan las mismas oportunidades, para romper ese vinculo de pobreza hereditaria y que sus posibilidades futuras no se vean limitadas por su situación. No es un camino fácil, requiere tiempo. Programas como CaixaProinfancia, que apuestan por el seguimiento a medio-largo plazo son importantísimos.
-No todo se puede dejar en manos del colegio ni los educadores. Los padres también juegan un papel esencial. ¿Trabajan con ellos?
-Por supuesto, el programa no va destinado únicamente a los menores, sino a la familia en su totalidad. Dentro de la cartera de servicios del programa están los talleres familiares y la atención psicoterapéutica a familias. Además, realizamos talleres en otros temas, como la economía doméstica o hábitos de alimentación saludable entre otros.
-¿Cómo nota a los chicos después de esta crisis por el covid?
-Los niños llevan las situaciones con mucha más naturalidad que los adultos. Durante el verano hemos podido compartir tiempo con ellos en las 'colonias', que es otro servicio que ofrece el programa Caixa Proinfancia, y estaban felices y deseosos de pasar tiempo con otros niños de su edad. Su comportamiento ante esta crisis ha sido realmente ejemplar. Ver cómo mejora su situación y acompañarles es una gran satisfacción profesional y personal.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión