Ocho de las 90 rutas que están aún en vigor no alcanzan los cien viajeros al año
Las Mesas de Movilidad lamentan que el nuevo mapa se haya hecho sin diálogo y piden crear un foro de reflexión como el que ya hay con el ferrocarril
En estos momentos están funcionando, con las actuales concesiones que llevan una década caducadas, 90 rutas de transporte por carretera. Esas son las que se ... revisarán, fusionarán, duplicarán o sustituirán, en función de las necesidades. De ellas, ocho localizadas en zonas rurales y con frecuencias mínimas –un viaje a la semana– no alcanzan los cien usuarios al año, motivo por el que pasarán a ser líneas no permanentes, a demanda. Aquí están los actuales trayectos Sarón-Castañeda (88 viajeros al año), Ramales-La Gándara (15), Reinosa-Bimón (74), Reinosa-Entrambasaguas (77), Linares-Puente del Arrudo (31), Lafuente-Puentenansa (70) y Otero-Puentenansa (10), además de la ya citada Burio-Quintanilla.
El nuevo mapa ya predibujado quedará finalmente definido con las propuestas de quienes presenten alegaciones. Desde las Mesas de Movilidad, que hablan en nombre de los usuarios, no han entrado a valorar el diseño del mapa, pero sí la forma en la que se ha elaborado. Muestran su «profundo malestar» ante la negativa de Gobierno y Parlamento a crear, siguiendo la estela de la Mesa del Ferrocarril, un grupo de trabajo que sea foro de reflexión y análisis de las necesidades.
Su propuesta pretendía abordar las «deficiencias que actualmente afectan al servicio y que dificultan el día a día de miles de personas», pero también problemas como la ausencia de horarios, marquesinas degradadas o inexistentes, falta de paneles informativos, accesibilidad deficiente, saturación en horas punta, retrasos, autobuses arcaicos, falta de coordinación entre líneas o trabas a la intermodalidad.
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