La oratoria de los políticos
Parece que las personas tenemos una tendencia a establecer comparaciones. No sé si es un defecto. Quizás lo hacemos en un intento de profundizar en ... las opiniones que formamos. Comparamos la ciudad en la que vivimos con las que vamos conociendo, los deportistas o los creadores que más nos gustan, los vecinos, los amigos y hasta los miembros de nuestra familia. ¿Quién es mejor? ¿En qué se diferencian? Al final coincidimos que todos son distintos y cada persona tiene unas características que le hacen singular resultando inútil la comparación.
Un ámbito en el que con más frecuencia lo hacemos últimamente es en el de la política, algo lógico si se trata de establecer diferencias entre unos líderes y otros. Lo que más me llama la atención es cuando se hace entre los políticos actuales y los de otros periodos de nuestra historia. ¿Son mejores los políticos actuales que los que realizaron la Transición? ¿Fueron mejores los protagonistas del periodo republicano?
Pensaba yo en esto al oír a algunos parlamentarios de ahora. Unos discursos ramplones, carentes de sustancia ideológica, elaborados más como estrategias de acusación al rival o autoelogio buscando el efectismo clientelar de cara a las urnas. ¿Tan poco nivel cultural nos suponen para expresarse con ese lenguaje tan pobre? En ocasiones solemnes los discursos parecen más trabajados, quizás por sus asesores o negros, pero son excepción. Las expresiones gruesas, especialmente en los rifirrafes, sin respuestas ingeniosas, duras pero elegantes, es la tónica. Y más de lo mismo en las entrevistas que conceden, de las que tratan de huir por miedo a retratarse. Vaguedades, tautologías (un vaso es un vaso, ¿verdad?), coloquialismos vacíos…
Hay quienes explican la situación por su falta de preparación intelectual. Son aquellos que consiguen una representación por su militancia y sumisión a la disciplina del partido, no tanto por sus capacidades. Tal vez. En cualquier caso, dentro de unos años, ¿qué textos de reflexión histórica, de pensamiento, de idea de estado, de modelo de sociedad dejarán los políticos actuales? Probablemente algunos no dejen como legado una selección de aforismos siquiera pero sí una antología de frases que avergonzarían a cualquiera.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión