Pesimismo ciudadano
Demasiadas incertidumbres para los ciudadanos. No me extraña que la desafección crezca de un modo progresivo. A este paso no sé qué participación habrá en las próximas elecciones
Finalmente, con suspense hasta el último momento, se aprobaron en el Parlamento los Presupuestos de la Comunidad. Lo que podría considerarse como un signo de estabilidad política no convence sin embargo a los cántabros. Han sido muchos los sobresaltos con malos modos que se han producido hasta llegar a la aprobación. Las palabras gruesas que se han vertido no sólo entre los diferentes partidos políticos sino entre los grupos en el seno de estos, lo han puesto de manifiesto. La distancia entre Pablo Zuloaga y Eva Díaz Tezanos evidenciada en numerosas ocasiones, se expresó una vez más en la búsqueda de los pactos. Por un lado se intentaba conseguir el respaldo de Carrancio, por otro, el de Podemos. Un pulso ganado por la vicepresienta, matizado por el líder socialista que negaba haber pactado con un tránsfuga, pero que provocó la intervención admonitoria del Presidente Revilla. Por cierto, no muy cómodo, supongo, por el modo en el que se aprobaron las cuentas dada su conocida filosofía sobre el transfuguismo. Claro, tampoco los populares podían decir mucho, recordando su actitud en el Ayuntamiento de Santander.
En las negociaciones para encontrar los apoyos necesarios se ha hablado de todo. Pero me ha llamado la atención uno de los puntos de discusión entre podemitas y socialistas, la ubicación de la sede del MUPAC. De nuevo el anhelado edificio vuelve a ser objeto de especulación. Seguimos sin consensuar nada respecto a lo que debe ser el icono de nuestro patrimonio prehistórico.
Un PRC que ha tenido que mirar a otro lado aliado con un parlamentario que no representa al grupo por el que fue elegido, un PSOE divido que no guarda ni las apariencias de sus luchas intestinas, un PP con una fuerte disidencia interna que acude a los tribunales para resolver sus reivindicaciones, Ciudadanos craquelado pero con alguno de sus fragmentos desprendidos incidiendo decisivamente en las instituciones, un Podemos cuarteado en el que se han sucedido varios secretarios y en el que algunos de sus miembros han sido denunciados por su propia candidatura. Demasiadas incertidumbres para los ciudadanos. No me extraña que la desafección crezca de un modo progresivo. A este paso no sé qué participación habrá en las próximas elecciones.