«El Plan para la Casona de Tudanca debe traducirse en presupuestos y reformas»
Firmantes del escrito que denunciaron el olvido institucional del legado de Cossío reclaman a Cultura una dirección y «personal funcionario» adscrito al centro
El Plan Estratégico de la Casona de Tudanca, elaborado por Cultura, deja en evidencia las escasas actuaciones realizadas hasta el presente, lo enquistado ... de algunas situaciones, además de desvelar la ausencia de un plan de digitalización, la falta de un programa de restauración de fondos y la carencia de un mecanismo de evaluación de las condiciones físicas del histórico inmueble y su entorno.
Representantes del mundo de la cultura, algunos de los cuales firmaron el pasado verano un manifiesto de denuncia (publicado por Sotileza) de la situación de abandono por la que atraviesa el legado de Cossío, consideran que el Plan Estratégico que activará el Gobierno regional, «más allá de las buenas intenciones, debe traducirse en partidas presupuestarias concretas y en actuaciones en busca de las reformas más necesarias».
El pasado día 21, el vicepresidente visitó la Casona y, según avanzó este periódico, se anunció su voluntad de impulsar el plan estratégico basado en varias líneas de actuación: «La digitalización de la colección, el acceso a la investigación, la conservación preventiva, el uso de nuevas tecnologías para la difusión, el uso de la sala concejo próxima, el aumento de visitantes y la dotación de personal especializado siempre que la situación presupuestaria así lo permita».
El histórico inmueble carece de un plan de digitalización y de restauración de fondos
Para los denunciantes de la desidia institucional que se cierne sobre la Casona queda en evidencia lo inquietante de esa coletilla: «Se vislumbra el riesgo de que, como en tantas otras ocasiones, este inmenso legado cultural se quede desprotegido por falta de dotación presupuestaria». Y subrayan: «No sería de recibo llevar a cabo un plan estratégico sin una partida específica y confiando en las supuestas soluciones de siempre».
Hace apenas un mes Mario Crespo, Eva G. Fernández o Chema Puente, en calidad de representantes de todo el grupo de firmantes del escrito de denuncia (cerca de sesenta creadores, artistas, gestores e intelectuales), «recogiendo un sentir obvio que se había manifestado en diferentes ocasiones», mantuvieron una reunión con el vicepresidente y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, y con la directora de Acción Cultural, Eva Ranea, donde asomaron «las mismas buenas palabras e intenciones».
Hay que recordar que El Diario se hizo eco, asimismo, de las denuncias de quince asociaciones y empresas del Alto Nansa resaltando la «lamentable situación» de la Casona. Es obvio que estas denuncias, insisten los firmantes, «no son casuales ni gratuitas; nacen de la evidente desidia que las sucesivas administraciones regionales han mostrado hacia la Casona y que muestra una falta de sensibilidad ante la solución de problemas como la despoblación rural o el desarrollo económico de algunas comarcas».
Portavoces de los colectivos de empresarios y negocios del valle consideran positiva la reciente visita de Zuloaga a la Casona, pero estiman que el «verdadero compromiso se verá en los próximos presupuestos. Es ahí cuando debe mostrar que realmente se apuesta por relanzar la casa-museo de Cossío». Además se reafirman en reclamar la correspondiente dotación económica para la plaza de dirección que existe en la Relación de Puestos de Trabajo de la Consejería, más la inclusión en los presupuestos de «una partida económica específica para la realización de proyectos». Asimismo, creen que debe «evitarse la alta rotación de guías que sufre la Casona -en un verano han llegado a pasar hasta cuatro, lo cual incide en la calidad de las visitas-, por lo que, si el sistema de llamamientos que se utiliza para otros centros no funciona, debería cambiarse».
Los activistas del 'grito por la Casona', expresado en el citado escrito por personalidades como Fernando Arrabal, Ian Gibson o Antonio Muñoz Molina y al que se le han ido sumando nuevas voces en las últimas semanas, destacan que un factor fundamental radica en que la gestión de la Casona se ve lastrada por la Ley 5/2001 de Museos de Cantabria: «Lejos de ser un museo, la Casona debe ser un 'Centro de investigación de la literatura del siglo XX', con un estatuto diferenciado al del resto de museos administrados por el Gobierno de Cantabria». Además, inciden en dos aspectos esenciales a la hora de aplicar medidas urgentes: la necesidad de contar con una dirección y de hacer frente a la falta de personal funcionario adscrito a la Casona de Tudanca, con lo que todo se resuelve en la provisionalidad y la conveniencia.
Asimismo, solicitan la elaboración de un proyecto museográfico para la Casona, «moderno, coherente y completo, que dé unidad y sentido al conjunto y ofrezca una información significativa al visitante».
Finalmente, de cara al desarrollo del Plan, se propone la culminación de las tareas de catalogación y descripción; la creación de un repositorio de materiales en internet; el establecimiento de una colección de publicaciones con materiales de la Casona; la puesta en marcha de un plan de actuaciones concretas de difusión en colegios, institutos y universidades y de planes oficiales de investigación de sus fondos; o la creación de cursos de verano que permitan la presencia en Tudanca de diversas personalidades y estudiosos, entre otras.
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