La Policía desarticuló tres puntos de venta de droga cercanos a colegios durante 2018
Los agentes destacan la importancia de acabar con estos focos ante el potencial peligro que entrañan y los centros escolares certifican que no ha existido interacción con su alumnado
Cada vez que cualquier cuerpo policial logra desarticular un lugar de venta de drogas supone una victoria evidente, pero mucho más cuando estos 'puntos ... negros' de trapicheo se encuentran cerca de un centro escolar por el peligro evidente que supone para los adolescentes. Durante el pasado año, en el marco de una campaña especial puesta en marcha desde la Dirección General de Seguridad del Ministerio del Interior, la Policía Nacional acabó en todo el país con 104 focos de este tipo y tres de ellos se localizaron en Cantabria. Más concretamente en Santander.
Esto no implica, ni mucho menos, que los 'camellos' se encuentren en las puertas del colegio o instituto y tampoco que los delincuentes interactúen con los menores, tan solo que había un «peligro evidente» en los alrededores del centro educativo que ya no existe. Desde la Jefatura Superior en Cantabria destacan la importancia de estas acciones «debido a la proximidad de alguno de ellos y a la potencial peligrosidad que representa el consumo de estupefacientes entre la población de jóvenes adolescentes». Es más, en ninguno de los tres casos se han detectado problemas relacionados con las drogas, algo que también certifican los responsables de los colegios consultados.
Santander
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GUEVARA: Este punto negro se detectó en la confluencia de Guevara con la calle Enseñanza, cerca de los colegios La Anunciación y San José.
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LA LLANILLA: Fue desarticulado por la Policía Nacional de Santander en el tercer trimestre del año, en las proximidades del colegio Verdemar.
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CANALEJAS: Los agentes acabaron con este foco de venta de drogas en el tercer trimestre, a algunos metros del colegio María Reina Inmaculada.
Quizás porque el plan de la Policía Nacional no sólo implica acabar con los puntos de venta de drogas que se detectan, también realizar labores de vigilancia en los entornos educativos para evitar el consumo o el trapicheo de sustancias prohibidas. Aquí, el Ministerio del Interior también ofrece datos concretos para Cantabria. El último año, la Policía Nacional realizó hasta 1.741 vigilancias en los colegios e institutos de su ámbito de actuación.
La presencia sobre el terreno es uno de los pilares de las medidas preventivas. El otro, las visitas a las aulas para impartir charlas y conferencias a los alumnos. Aquí tiene un papel fundamental los asuntos sobre drogas, pero también los relacionados con el uso adecuado de nuevas tecnologías, con violencia machista o con el acoso escolar.
Las zonas concretas
Uno de los tres puntos de venta de drogas detectados en Santander dejó de funcionar en el primer trimestre del pasado año. Fue el localizado en la confluencia de las calles Enseñanza y Guevara, en pleno centro de la capital. Según la información proporcionada por la Policía Nacional en Cantabria, se encuentra en las inmediaciones del colegio La Anunciación y del colegio San José.
«Sí se ha oído que en la zona de San Francisco hay cosas y también un centro de desintoxicación, pero claro, con adultos. Nunca ha habido ningún problema relacionado con ese asunto con ningún alumno», confirman desde el servicio de orientación del último centro, donde saben de sobra que hay una calle a algunas decenas de metros en las que históricamente ha habido «cosas» sospechosas, pero todo fuera del ámbito escolar. De hecho, cuenta que ninguna familia o docente ha notificado que tenga conocimiento de algo similar. De manera general, los profesores consultados afirman que, como en cualquier lugar, puede haber entre los alumnos más mayores alguno que haya experimentado con las drogas, pero desde luego no hay constancia de que tenga que ver con los puntos de trapicheo situados en sus inmediaciones.
Los otros dos focos problemáticos, donde se produjeron detenciones y los agentes se incautaron de sustancias prohibidas, se desarticularon en el tercer trimestre. Fue primero en la calle Canalejas (cerca está el colegio María Reina Inmaculada) y en la calle La Llanilla, en las proximidades del Verdemar. En este último no sólo no habían tenido noticia alguna hasta ahora, sino que señalan que ni siquiera han tenido nunca personas sospechosas por sus alrededores. Y añaden que su ubicación y el entorno que les rodea les convierte casi en una isla, por lo que es muy difícil que puedan darse casos como los citados.
Mecanismos de alerta
La Policía recuerda que cualquier ciudadano que tenga sospechas, de forma anónima, puede alertar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de la posible existencia de un foco de venta de droga a través de las vías habituales o en un formulario especializado que el cuerpo tiene en su página web. En otras ocasiones, es la presencia en las calles de los agentes o las labores de investigación las que llevan a detectar estos 'puntos negros' y, en el caso concreto de los colegios, existe la figura del delegado de participación ciudadana, al que pueden dirigirse los centros ante cualquier indicio.
En cuanto a las visitas de los agentes a colegios e institutos para realizar charlas preventivas y educativas sobre drogas y alcohol, el último año se llevaron a cabo 138, según los datos del Ministerio del Interior. Hubo también otras de ámbitos como el acoso escolar (181), nuevas tecnologías (364) o violencia sobre la mujer (140), además de reuniones formativas con padres y profesores.
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