«Hay que potenciar el orgullo de ser de pueblo»

El balneario de La Hermida acogió una jornada de reflexión –promovida por la Asociación de Desarrollo Rural Saja Nansa y el Gobierno regional– sobre si este fenómeno es o no reversible, en la que se puso el foco sobre tres iniciativas (una asturiana, otra aragonesa y una tercera soriana) con las que otras comunidades intentan dar respuesta a uno de los desafíos de España.

Lourdes Barona, alto cargo del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, fue muy gráfica: los retos son hacer frente al despoblamiento, el envejecimiento y la masculinización del mundo rural. «Nos gustaría parar esto, pero no sabemos si lo lograremos», señaló. Muy consciente de la situación se declaró también Eva Díaz Tezanos, vicepresidenta del Gobierno, que dijo que esta realidad «no se puede simplificar». El Gobierno– aseguró– tomará medidas para poner freno a un fenómeno que «es reversible si política, economía y sociedad» trabajaran conjuntamente. «La financiación autonómica no son números ni cifras. Son profesores, médicos y trabajadores sociales que prestan esos servicios», remarcó para llamar la atención sobre la negociación sobre financiación que está en marcha a nivel estatal.

Cantabria sufre un «fuerte desequilibrio» entre la población de la costa y la del interior, «una dualidad de capital importancia» a la hora de la distribución de los recursos, señaló Pedro Requés, analista de referencia de la Universidad de Cantabria en cuestiones demográficas. Requés pidió que se examine el envejecimiento de la población activa del sector primario «para entender el del medio rural» e invitó a dejar de hablar de espacio rural para hacerlo de espacios rurales. En su opinión, hay que detenerse en las claves de la movilidad de la región y en el papel de las vías de comunicación como «configuradoras del repoblamiento». También en otros factores, como el hecho de que una persona desarrolla su vida en una «territorialidad múltiple» o en la complejidad que han ido adquiriendo las demarcaciones: ahora existen espacio periurbanos, caso de Penagos o Sarón.

Dos mujeres (Sandra Fidalgo y Elizabeth López) explicaron la iniciativa Jóvenes Dinamizadores Rurales, que se desarrolla en Aragón, en la que se implica a adolescentes y jóvenes en programas de distinta índole pero convergentes. Fidalgo y López parten de que los chicos que viven en entornos naturales deben tener los mismos derechos que los de ciudad y reivindicaron que son «importantísimos» para el futuro de sus pueblos. De ahí que hayan promovido una red de jóvenes que creen en las posiblidades de su territorio. Lo demuestra el programa Start up, con chavales que deliberan sobre los negocios que podrían poner en marcha en su entorno, por ejemplo.

En Asturias se están volcando en favorecer el empleo en el medio ruralcon un ‘ticket del autónomo rural’ que explicó el gerente del Grupo de Desarrollo Rural Bajo Nalón, Juan Antonio Lázaro. El ticket da una prima de 25.000 euros en tres años al emprendedor que inicie su actividad en el medio rural. Para mucha gente ha sido «una ayuda fundamental», ya que libera de las cargas de los seguros sociales en los primeros años de andadura de un proyecto y ayuda a costear un traspaso o comprar bienes de segunda mano..

De Soria llegó un modelo de emprendimiento social, ‘El hueco’, con múltiples ramificaciones y un denominador común: captar talento para intentar superar las enormes dificultades que el despoblamiento genera en el día a día de los que quedan. Lo explicó Roberto Ortega.

Miguel Ángel Cuevas, director general de Desarrollo Rural de Cantabria, cerró la jornada diciendo que, más que buscar cómo retener a la gente en los pueblos, «hay que buscar colonos, repobladores. Hay que atraer a los jóvenes y para eso tiene que haber conectividad». Cuevas cree que el despoblamiento del medio rural no se superará, solo, «con promover actividades agrarias».