PP y Vox rechazan garantizar la subida salarial docente sin la denominada 'cláusula Silva'

El socialista Jorge Gutiérrez defendió la moción del aumento salarial como «una necesidad urgente para nuestra educación pública», a la par que señaló que la dignidad profesional de los maestros y profesores no puede depender de «contabilidades ni estrategias electoralistas». Además, criticó duramente la ya conocida como 'cláusula Silva', que supedita cualquier mejora salarial a la existencia de Presupuestos, a la que calificó como «una auténtica tomadura de pelo», y advirtió de que, «si el Gobierno no rectifica, será responsable de un deterioro educativo que ya empieza a ser irreversible». El PRC, por su parte, acusó a los responsables del Ejecutivo cántabro de ser «unos auténticos trileros en la negociación social». Así, Teresa Noceda demandó «una adecuación salarial», así como «la recuperación del diálogo social».

A pesar de sus esfuerzos, PSOE y PRC se toparon con un muro. El PP defendió de manera férrea su gestión y el acuerdo ya alcanzado con los docentes en cuanto a cantidades, plazos y horas de formación, y tachó la moción de maniobra política. El diputado popular Álvaro Aguirre afirmó que la postura del PSOE y PRC es «ridícula» porque ambas formaciones –cuando gobernaron– «negaron el pan y la sal a los docentes durante dieciséis años en materia retributiva». Además, defendió la 'cláusula Silva' como la «garantía de la garantía» de que la subida salarial tiene la intención de materializarse en el tiempo. «Que me escuche todo aquel que me quiera escuchar: las huelgas son por la pasta y manda narices que se produzcan huelgas para desgastar a un Gobierno que es el primero que decide poner el dinero sobre la mesa», afirmó Aguirre en su intervención cuando se debatía sobre la reducción de ratios. Vox justificó su voto en contra bajo la directriz de que la moción se centraba en «atacar la educación de Cantabria en lugar de buscar la mejora retributiva», afirmó Armando Blanco.