«No hay procesiones, pero la fe no se pierde»
Los cofrades afrontan por segundo año consecutivo una Semana Santa sin pasos: «Nos duele porque es algo que llevamos dentro»
María de las Cuevas
Santander
Domingo, 28 de marzo 2021, 07:43
Los más de mil cofrades que salen en procesión en Santander se sienten «resignados y decepcionados» con la segunda Semana Santa consecutiva sin los ... tradicionales pasos que exhiben las reliquias al redoble de los tambores. En definitiva, se trata de «otra Semana Santa sin poder sacar a las calles la expresión de nuestra fe», explican los cofrades, que comprenden que la situación de pandemia lo requiere así, pero aseguran que «echaremos mucho de menos salir en procesión porque forma parte de nosotros».
La Semana Santa arranca hoy, con la celebración del Domingo de Ramos, una jornada en la que se recuerda la llegada de Jesús a Jerusalén en medio de una multitud que lo aclamó como el Mesías. Para evitar las grandes aglomeraciones, la Junta General de Cofradías ha repartido los cultos entre todas las sedes parroquiales de la ciudad, de forma que no se concentren los fieles en la catedral.
«Nos afecta no poder salir en procesión, que es el signo más visible de los cofrades, pero a pesar de ellos vamos a salir a la calle a participar de los cultos de la catedral y en las sede parroquiales. Lo haremos cumpliendo las medidas higiénicas y protegidos con la mascarillas, que en este caso serán de los colores y con los escudos bordados de nuestras respectivas cofradías», explicó Pilar Fuentes Ganzo, presidenta de la Junta General de Cofradías y hermana mayor de la Esperanza y San Juan Apóstol.
«Acataremos a rajatabla los aforos limitados y las medidas sanitarias y participaremos activamente en las celebraciones de nuestras parroquias», añadió Fuentes Ganzo, que recuerda que «mucho más duro fue el año pasado. Nos confinamos y tuvimos que afrontar estas fechas, en las que compartimos nuestra fe en comunidad, de una manera aislada y para dentro».
«Hemos tenido que reinventarnos para reorganizar las celebraciones y hemos puesto mucho empeño para que todo salga bien y garantizar la seguridad de todos», añadió la presidenta de la Junta de Cofradías.
Los actos de Semana Santa cumplirán las medidas sanitarias y los aforos limitados para garantizar la seguridad
Entre todas ellas existe la preocupación de que la falta de visibilidad lleve al olvido de esta tradición de demostrar la fe y sacar a las calles el mensaje de Cristo. A este respecto, Jordi Rivero Celis, vocal de prensa y propaganda de la Junta y mayordomo de la Cofradía de la Esperanza, comentó que «no queremos que la gente se olvide que estamos aquí. La memoria es muy frágil y ha costado mucho poner en valor la Semana Santa de Santander».
En este sentido, Rivero explicó que «no es solo la procesión, esto es una parte importante, pero no lo único. A los cofrades se nos va a ver manifestando nuestra fe. Para ello, vamos a estar muy presentes en las celebraciones de cada parroquia» y defendió que «no somos cofrades solo una semana, sino que realizamos actividades de caridad todo el año, como una importante donación de material sanitario a las residencias de ancianos que no disponían de ello».
Muchos de los cofrades coinciden en que no poder procesionar «es algo razonable y que no nos pilla por sorpresa. Somos cofrades, pero también personas con familias y trabajos que vivimos con preocupación la evolución de la pandemia y somos realistas con la situación que afronta el país», añadió Rivero, que lleva desde los ocho años formando parte de la cofradía. Y que aclara: «No nos disfrazamos, que estoy harto de oírlo. Esto no es como carnaval para nosotros, es la procesión de fe y un compromiso de todo el año», insistió.
Preparativos
La organización de los actos de Semana Santa suele comenzar en enero, que es cuando los cofrades empiezan a coordinarse para preparar las imágenes, sacarlas, limpiarlas, arreglarlas, lavar y planchar los mantos y las telas. Después llega el momento de montar las carpas y organizar los transportes para llevar todo para la exhibición. En definitiva, la puesta a punto de todas las reliquias que salen en los pasos de las procesiones.
Así ha vivido los preparativos de las procesiones, desde que era una niña, María Ángeles Rovira González, vicepresidenta de la Junta de Cofradías y hermana mayor de la Cofradía del Descendimiento. «Implica mucho trabajo, pero lo echamos de menos porque es parte de nosotros mismos».
Uno de los problemas de no salir en procesión puede ser la «desvinculación de la gente, pero también las complicaciones pueden tener un efecto de revulsivo y está en nuestra mano evitar que no pase al olvido», añadió Rovira.
Javier Fernández-Regatillo vicehermano mayor de la Archicofradía de la Merced, señaló que «se echa de menos y se hace raro no poder salir en procesión, pero no creo que sea un obstáculo para poder vivir la fe que tenemos». Para este cofrade, la Semana Santa es un momento para «salir a la calle a dar testimonio público del mensaje de Jesús, pero el mejor testimonio de nuestra fe son nuestras obras durante todo el año, no solo esta semana».
Con respecto al miedo de caer en el olvido, Fernández-Regatillo opinó que «las cofradías siempre están receptivas a quien pueda necesitarlas, sin afán de engrandecer sus filas como un club social. Es nuestra forma de vivir».
Las celebraciones y actos de Semana Santa se extenderán durarán siete días, como es tradición, y finalizan con el Domingo de Resurrección. La catedral de Santander acogerá los actos religiosos principales que preside el obispo Manuel Sánchez Monge. Los actos tendrán un aforo limitado con el fin de respetar la distancia de seguridad y para garantizarlo, además de los feligreses que acudan, de las cofradías solo se ha convocado a la Junta General de Cofradías, hermanos mayores, presidentes y un representante de cada una de las once cofradías.
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