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Imagen de archivo del humo de un incendio en la zona de Cabuérniga. Javier Rosendo
Los pueblos que siempre arden

Los pueblos que siempre arden

Un estudio revela que en cinco municipios hubo incendios todos los años entre 2001 y 2015 | Arredondo, Cabuérniga, Los Tojos, Selaya y Vega de Pas aglutinaron más de un tercio del territorio quemado en Cantabria, la segunda comunidad con mayor porcentaje de fuegos intencionados

Álvaro Machín

Santander

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Lunes, 1 de octubre 2018, 19:07

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«En España, más de doscientos municipios ardieron todos y cada uno de los años entre 2001 y 2015. De los seis en los que más hectáreas se quemaron en relación a su superficie, cinco se encuentran en el interior de Cantabria». Así empieza un trabajo periodístico publicado por la Fundación Ciudadana Civio, que se define como «una organización independiente y sin ánimo de lucro que vigila a los poderes públicos, informa a todos los ciudadanos y presiona para lograr una transparencia real y eficaz en las instituciones». Arredondo, Cabuérniga, Los Tojos, Selaya y Vega de Pas. Esos son los cinco. Los que siempre arden. Año tras año uno detrás de otro. Según el trabajo, más de un tercio del territorio quemado en Cantabria en ese periodo se incluye en sus dominios (aunque, en su conjunto, representen sólo el 6% de la superficie regional). Fuegos, además, con características muy concretas. Más de la mitad se produce en una época concreta del invierno (entre febrero y marzo) y no suele quemarse mucho arbolado. «Mientras que a nivel nacional –concluyen en su investigación– el número de incendios originados por la quema para regenerar pasto solo supone un 13% del total, en estos municipios el porcentaje se eleva al 88% (bien sea de manera intencionada o por accidente o negligencia)».

Algunos datos del estudio

  • 89.377 hectáreas ardieron entre 2001 y 2014. Por provincias, el sexto dato más alto de España.

  • 195 minutos, de media, se tardaba en extinguir los incendios en el periodo analizado.

  • Fundación Civio Son los autores del reportaje y de la serie 'España en llamas', en la que incluyen, entre otros, una tabla con los cien municipios en los que hubo más incendios. Tres son cántabros.

  • Incendios provocados Del total en Cantabria, el 79,7% de los casos (el segundo dato más alto del país).

  • Causas Aseguran que los fuegos para regenerar pasto son en España en torno a un 13% del total. En los cinco municipios que arden todos los años aquí elevan ese porcentaje al 88%.

  • Vega de Pas Está entre los que sufren incendios todos los años y entre los cien municipios con más fuegos de España. Ardieron 12.792 hectáreas entre 2001 y 2015.

  • Cómo se detectan Según el estudio, a nivel nacional, en el 32,17% de los casos los incendios se detectan por la llamada de un particular.

El reportaje está firmado por María Álvarez del Vayo y Raúl Díaz Poblete y forma parte de una serie titulada 'España en llamas'. En la metodología afirman que los números proceden de la Estadística General de Incendios Forestales (EGIF), que elabora el Centro de Coordinación de la Información Nacional de Incendios Forestales (CCINIF) con la información que recibe de las comunidades autónomas. Unos datos que se obtienen a partir de los partes de incendio forestal que se rellenan sobre el terreno en cada fuego. Y, en el caso de Cantabria, aparecen algunas cuestiones interesantes. Por ejemplo, entre 2001 y 2014, fue la sexta provincia con más hectáreas quemadas por incendios.

Más llamativo aún es el hecho de que el 79,7% de los fuegos lleva la etiqueta de 'intencionados'. Es el segundo porcentaje más alto de España sólo superado por Galicia y, en la práctica, a una distancia mínima (en el caso gallego, un 80,2%). Lo que destaca al mirar la tabla es que ambos territorios –Galicia y Cantabria– encabezan esta clasificación de llamas provocadas a una distancia considerable del resto de autonomías (La Rioja es tercera con un 50,9% y en Aragón, la última, se supera por poco el 12%).

Entre los cien primeros

Los datos de la investigación se han volcado sobre un plano de España convertido en el mapa interactivo de incendios forestales entre 2001 y 2015. Además han elaborado una tabla con los cien municipios en los que se registraron más sucesos de este tipo (en base a 235.630 casos). Ordenados por mayor número de incendios en ese periodo. Hay tres cántabros en la lista.

Vega de Pas –además de estar incluido entre los que ardieron todos los años de forma ininterrumpida– está en el puesto 45 en este listado. Allí se contabilizaron 637 incendios. Con una simple división sale una media abultada. Más de 42 incendios por año, lo que supone, si siguieran un orden, un fuego cada poco más de ocho días. Además, entrando al detalle de las cifras, el número de hectáreas que se quemaron en esos incendios es superior a 43 de los 44 municipios que tiene delante en la lista. Sólo en Cangas del Narcea se quemó más terreno (y fue en 1.546 incendios).

En el puesto 68 de esa clasificación (533 siniestros) aparece Cabuérniga –que, como Vega de Pas, repite entre los que ardieron sin excepción todos los años– y, ya en la posición noventa, se encuentra Rionansa (410).

Hay, además, otra conclusión preocupante en el estudio de Civio. Cantabria es la comunidad en la que más tiempo llevó controlar (135 minutos de media) y extinguir (195 minutos) los incendios forestales. Y también la segunda en la que más tardaron en acudir los medios terrestres al lugar de los hechos (30 minutos). Todos esos parámetros están muy por encima del dato nacional (20 minutos para acudir, 64 para controlar y 120 para extinguir). No obstante, en este punto los autores del trabajo son conscientes «de las circunstancias disímiles que afectan a la llegada de medios terrestres y al control y extinción de los incendios». Condiciones muy distintas en terrenos muy distintos.

«En cada incendio –aseguran– entran en juego factores particulares cuyo análisis se puede ver distorsionado por nuestro trabajo general: la naturaleza biológica de cada monte, la orografía del terreno, las condiciones meteorológicas determinadas en cada momento, la cercanía o lejanía de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), entre otros». Por eso entienden que no es lo mismo operar en un lugar que en otro (y eso puede distorsionar las medias en los diferentes parámetros). Porque aquí muchos de esos parámetros –además de algunas costumbres– son factores en contra.

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