Sanidad prepara la reapertura de los consultorios rurales que cerraron al estallar la pandemia

Las peticiones de consulta con médicos o enfermería se realizan vía telefónica, no a través de la web del SCS, que sigue inhabilitada. Desde la Gerencia de Atención Primaria se están manteniendo reuniones con los coordinadores de las diferentes áreas de salud para ir adaptando la estrategia de retorno de la actividad suspendida a las necesidades de cada zona. «Los centros y/o zonas básicas están elaborando su propio plan -algunos ya lo tienen finalizado- en el que han de ordenar los circuitos, para separar a los pacientes con síntomas compatibles con Covid-19 del resto de patologías, y el calendario de reapertura de cada consultorio», explica a este periódico la gerente del SCS, Celia Gómez.

Medio centenar de dispositivos cerraron sus puertas hace dos meses, derivándose su actividad a los centros cabecera de cada comarca. Esta misma semana se prevé la reapertura «parcial» de una decena de consultorios, confirman desde el SCS, mientras que el resto se irá abriendo de forma escalonada a partir de la siguiente. En esta fase, todos los ambulatorios han de habilitar una consulta específica para valorar a los pacientes con síntomas sospechosos y salas de espera exclusivas para evitar los contagios. Más ahora que es la red de Atención Primaria la que lleva el peso de la detección precoz de los nuevos positivos.

Desde que se dio potestad a los médicos de familia y pediatras para encargar las pruebas PCR se han realizado ya 3.936 peticiones, de ellas 32 a niños, concentrándose el mayor volumen en las dos últimas semanas, con cerca de 1.500 peticiones de PCR a la semana. Este cambio en el protocolo de Sanidad es lo que ha disparado la actividad de los puntos de recogidas demuestras llamados 'coroautos' de Santander, Torrelavega y Laredo.

La segunda quincena de abril, los profesionales de los centros de salud empezaron remitiendo a los 'coroautos' a los afectados con el alta hospitalaria, cuyo seguimiento asumieron los médicos de familia, aunque el objetivo no era el diagnóstico (que ya estaba claro) sino confirmar que ya habían negativizado el virus. Entonces desde el SCS se avanzó que el siguiente paso sería que desde Atención Primaria se podría pedir la prueba PCR para los enfermos con síntomas sospechosos, un cambio que se hizo efectivo en la segunda semana de mayo. A partir de entonces, empezó a crecer el flujo de pacientes que han ido pasando por los puntos de triaje a bordo de sus vehículos. De los 68 casos remitidos la semana del 20 de abril, se pasó a los casi 500 en las dos siguientes, que se triplicaron desde el 11 de mayo. «Ahora se están haciendo las pruebas tanto a casos sospechosos nuevos como a los que estaban en aislamiento domiciliario con síntomas pero que no se habían llegado a confirmar con la prueba», señala la gerente.