«Estamos sorprendidos con tanta generosidad»

«Estamos sorprendidos de tanta generosidad como están mostrando los santanderinos con sus donaciones en el Palacete del Embarcadero», afirmó ayer Francisco del Pozo, presidente del Banco de Alimentos. Cada día, por el Palacete, punto de recogida de donaciones para la ONG, habilitado como tal por la Autoridad Portuaria, pasan una media de 150 personas con bolsas de productos de primera necesidad que rondan los diez kilos cada una, aumentando las visitas durante los fines de semana.

Del Pozo insistió en «la buena respuesta que recibimos, ya que nos estábamos quedando sin existencias. Ten en cuenta que antes del confinamiento repartíamos diariamente mil kilos diarios de alimentos entre 20.000 cántabros. Ahora, son 6.000 entre 36.000».

Precisamente, de esta llamada de auxilio le surgió la idea al presidente de la Autoridad Portuaria, Jaime González, de cambiar las obras de arte de la sala de exposiciones por estanterías que llenar con las donaciones para el Banco de Alimentos, donativos que pueden ser entregados de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas; los fines de semana estará abierto de 10.00 a 21.00 horas.

Pero González no se quedó satisfecho sólo esta iniciativa. «Cada día dedico tiempo a pensar en cómo aumentar las donaciones», afirma. Así, próximamente se habilitará un número de teléfono para que las personas puedan solicitar que se les vaya a recoger su donación a domicilio. También estará dirigido a las empresas, para que coloquen en sus oficinas una caja del Banco de Alimentos, que pueda ser llenada con productos que aporten los empleados, y «una vez llenas, nosotros pasaríamos a recogerlas», explicó González. Para ello disponen de un vehículo eléctrico prestado por el concesionario Vidal de la Peña con el que recorrerán las ciudad en busca de nuevas donaciones.

Sus contactos con empresas de la talla de la azucarera Acor, de Panusa o de entidades como el Ayuntamiento de Valderredible, que entregará en el Palacete 5.000 kilos de sus famosas patatas, permiten un bien abastecimiento. González agradeció la cantidad de donaciones realizadas, pero sobre todo, «las de las personas mayores. No sabes cuántas vienen, con sus bolsas a rebosar, con todo lo que son capaces de cargar. Es admirable».

En toda esta iniciativa tienen un valor especial los voluntarios. «Sin ellos esto no funcionaría», señaló Elena Palacio, coordinadora de las personas que donan su tiempo para la recogida de estos alimentos y su posterior clasificación, antes de ser enviados a la ONG. Recordó que «este proyecto, inicialmente, se va a quedar hasta el mes de septiembre, así que son muchas semanas las que vamos a necesitar ayuda».

En este momento cuentan con una bolsa de voluntarios de 500 personas, muchas de ellas procedentes del Banco de Alimentos. «Aunque parezcan muchas, hay que pensar que por el medio viene el verano y que hay que hacer relevos, así que todos los que quieran echar una mano son bienvenidos. También los jóvenes, que tienen mucho que hacer aquí y es un trabajo muy entretenido y satisfactorio», indicó Palacio.

Los turnos en los que se pueden apuntar son de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas de lunes a viernes, y los fines de semana de 10.00 a 14.00 horas, de 14.00 a 17.00 horas o de 17.00 a 21.00 horas. «Cada semana empleamos a 72 personas», explicó la coordinadora.