«El terrorismo alimenta el miedo que aún existe a la inmigración»
Alberto Montes, experto en minorías religiosas en Cantabria, certifica en su tesis que en la región conviven católicos, protestantes, testigos de jehová, musulmanes y hasta budistas; «aunque apenas tengan visibilidad»
Allá por 2014, cuando Alberto Montes (Murcia, 1986) comenzó su tesis en la Universidad de Cantabria, aún no sabía que el terrorismo colocaría la temática ... de su doctorado en el punto de mira europeo. «La convivencia intercultural tiene mucho que ver con la diversidad de credo. Las religiones marcan en gran medida las culturas y conociendo lo primero se comprende también lo segundo», señala el especialista, que defendió el pasado mayo su trabajo en la Universidad de Granada y que ha desgranado el panorama actual de las religiones minoritarias en Cantabria.
–Lo más importante de su trabajo serán las conclusiones...
–Cantabria ha sido desde el pasado siglo una tierra que ha acogido mucha inmigración, precisamente por la actividad portuaria. Se conoce desde hace mucho tiempo la presencia de grupos protestantes, por ejemplo. Lo que ocurre es que en los últimos años, con el incremento de estos movimientos poblacionales, se ha multiplicado de manera exponencial la llegada de comunidades religiosas minoritarias.
–¿De qué naturaleza?
–El catolicismo es la religión mayoritaria, lógicamente, y en segundo lugar se encontraría el protestantismo. Los terceros en orden de número de fieles serían los testigos de jehová, los cuartos los musulmanes e incluso hay una comunidad budista.
–En general, no parecen tener mucha visibilidad.
–Pasan algo desapercibidos;pero en conjunto cuentan con 67 lugares de culto no católicos repartidos por toda la región. Para hacernos una idea, la Diócesis de Santander cifra en 1.200 los templos católicos. En proporción, podría decirse que esta pluralidad es semejante a la de otras comunidades autónomas.
–Santander aglutinará la mayor parte...
–Sí, por ser la capital y porque le corresponde también por cantidad de población. Luego existen también en la comarca del Besaya y en la costa oriental.
–Hay comunidades que incluso comparten mismos espacios de culto.
–Claro, porque en realidad no son suficientes para todos. Alquilar un local es caro y no todo el mundo cuenta con los recursos suficientes.
–Esos lugares de culto han sido muchas veces causa de conflicto social.
–No se puede decir que Cantabria sea un lugar donde exista conflicto social en este sentido;pero sí que es cierto que como sociedad, nos cuesta un poco asumir la diversidad. Es en parte lógico que en un contexto como el actual, en que la sociedad no está acostumbrada al ritmo vertiginoso que están adoptando los flujos migratorios, surjan pequeños roces de convivencia, pero son muy puntuales.
–Si se revisa la hemeroteca hay casos conocidos.
–Como aquel de diciembre de 2012, cuando todo el pueblo de Castro protestó por lo que consideraban la apertura de una mezquita. En realidad solo era un local de culto musulmán y lo último que he sabido es que a día de hoy es algo que está perfectamente asumido e integrado en la población.
–En el caso del islam, el terrorismo pone las cosas complicadas.
–Es lo que todos los expertos repiten, pero de verdad que lo más difícil es que la gente entienda que el islamismo es una cosa y el terrorismo es otra. El 17 de noviembre de 2015, coincidiendo con los atentados de París, los cinco imanes de Cantabria concedieron una entrevista a este periódico para denunciar que ‘Al-lah (Alá) es el más grande pero no quiere que nadie muera, y menos, que maten en su nombre’.
«Los planes de estudio en los colegios deberían insistir en la diversidad de credos del mundo»
«En esta región han surgido pequeños roces de convivencia, pero son muy puntuales»
–El radicalismo, de hecho, es propio a todas las religiones.
–Exactamente. Los extremistas hacen una interpretación particular de los textos sagrados, pero no representan a todo el colectivo religioso. Evidentemente, otros credos como el cristianismo alumbraron organizaciones como el Ku Klux Klan.
–El problema es que este discurso del miedo al inmigrante es la base de la demagogia de la extrema derecha europea, que pugna por ganar terreno en los parlamentos nacionales.
–Son políticas que aprovechan el miedo que la sociedad tiene a lo que no conoce. Hablan de la gran colonización, del fin de la civilización que hoy conocemos. Y el gran problema es que estos atentados que se han convertido en algo habitual, incluido el de este jueves en Las Ramblas de Barcelona, no contribuyen a que se templen los ánimos.
–La solución, como siempre, está en la educación.
–Una cosa que me parece crucial es que los colegios insistan en sus planes de estudio en el apartado para estudiar los aspectos básicos que caracterizan a todas las religiones que existen en el mundo. El conocimiento es la base de la tolerancia, la cultura es fundamental para fomentar la convivencia. Solo así terminaremos con el miedo a lo desconocido.
–¿Qué tienen en común todos estos credos?
–Todas las religiones confluyen en la configuración de la cultura y del día a día. Articulan la vida social de los individuos, dan respuestas a las preguntas metafísicas:¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?, ¿Qué hay después de la muerte? Ponen sobre la mesa códigos de conducta para regir la relación de unos con otros, y son muy útiles en este sentido como organizadoras de la sociedad.
–En otro orden de cosas. Usted es investigador y habrá conocido las dificultades que existen en la universidad española para investigar con comodidad.
–En ese sentido nunca me he cuestionado nada porque mi sueño siempre ha sido dedicarme a la investigación. Además, con esta tesis he descubierto cual es mi verdadera vocación. En la actualidad trabajo como educador social, pero me encantaría continuar estos estudios a mayor escala.
–El problema es que si la ciencia está ninguneada en este país, el ámbito de las humanidades, quizá aún más.
–Tal vez lo que hay que entender es la verdadera utilidad de estas investigaciones. La Fundación Pluralismo y Convivencia, dependiente del Ministerio de Justicia, que apoya este estudio, tiene claro cómo de importante es contar con estos datos. Puedo poner otro ejemplo, al Gobierno de Cantabria le convendría tener bien claras las cifras que he manejado en esta investigación porque creo que es fundamental para poder abordar diversas políticas sociales. Lidiar con la diversidad religiosa es fundamental, y más en los tiempos que corren.
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