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La terraza del bar El Faro, ayer por la mañana, llena a pesar de las nubes Roberto Ruiz

«¿Mal tiempo? Aquí nosotros trabajamos muy bien»

Más días sin sol ·

Las nubes y la amenaza de lluvia no frenan a los vecinos y turistas que buscan aprovechar el verano y siguen llenando las terrazas o disfrutando de actividades como los cursos de surf

Laura Fonquernie

Santander

Jueves, 19 de agosto 2021, 07:03

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Este verano parece que no ha terminado de arrancar porque el sol no ha encontrado su hueco en el cielo. Para algunos amanecer con el día gris no ha sido tan mala noticia porque en su momento eligieron Cantabria como destino de las vacaciones para, precisamente, huir del exceso calor que tienen en sus comunidades. No obstante, entre la ola de calor que ha afectado al resto del país y los apenas 8 días de pleno sol que ha habido en la región entre julio y agosto, debe haber un equilibrio. Aunque aún no ha llegado. Al menos las temperaturas y la falta de luz no han impedido a vecinos y turistas hacer planes y disfrutar de las vacaciones. Dicen que al mal tiempo, buena cara y eso se ha podido notar en las terrazas de muchos establecimientos hosteleros. Por ejemplo en la cafetería El Norte, situada en la Plaza Italia de El Sardinero, la terraza ayer por la mañana tenía muchas mesas ocupadas a pesar del cielo gris y las cuatro gotas que ya caían a eso de las 13.00 horas. «Trabajamos mejor de lo que pensábamos porque no hay playa», reconocía su propietario, Eduardo Pellón. Y es que eso ha sido la sorpresa. El plan de sentarse en la arena ha desaparecido de las agendas de muchos turistas, pero no las ganas de aprovechar el verano. «El tiempo nos acompaña y se vienen a comer o a picar algo. Al menos en esta zona», añade, cercana a los arenales. Ahora las sombrillas en lugar de proteger a los clientes del sol, les permite evitar la lluvia. Otro ejemplo del buen ritmo es el bar de El Faro. El trasiego de mesas durante la mañana de ayer, de nuevo con el cielo gris, fue tal que para los propietarios parar medio segundo resultaba tarea imposible.

En la capital cántabra también hay otros negocios que están funcionando bien a pesar de que el cielo haya decidido no conceder ni una tregua a lo largo de estos meses. En la Escuela Surf Sardinero la temporada estival avanza «fenomenal», reconoce la responsable, Iratxe Illera. A este deporte parece no afectarle el humor con el que se despierta el cielo cada mañana y «los padres siguen apuntando a sus hijos» a los cursos que ofrecen, explica. Quizá porque, al tratarse de una actividad al aire libre, «la asocian con el 'free covid'» y eso la convierte en una «opción interesante» de cara al verano sin importar demasiado si llueve o hace más o menos frío. No obstante, sí han tenido más cancelaciones de las habituales «derivadas del covid» y de esa «incertidumbre» con la que conviven.

Lo cierto es que muchas familias lo tienen claro: «El mal tiempo nos da igual», admitía Goyo Moreno, vecino de Madrid, mientras esperaba que sus dos hijos salieran de la clase de surf. Y es que antes de llegar a Cantabria ya daban por hecho que no tendrían demasiado sol. «El que viene sabe lo que se va a encontrar», comentaba aunque consciente de que este verano «ha sido peor que otros». Pero algunos es justo lo que vienen buscando. «El tiempo no nos para. Es más, lo que nos apetece es esto», comentaba también David, vecino de Sevilla, poco antes de recoger a su hijo Darío.

Los monitores de la Escuela Surf Sardinero limpian las tablas. Roberto Ruiz

«El tiempo ha afectado a la tienda, no apetece comprar bikinis. Pero lo curioso es que este es el año que más sudaderas hemos vendido»

Iratxe Illera

Escuela surf Sardinero

Nos ha sorprendido que al no haber playa, la gente viene más a picar algo o a comer. Al menos en esta zona ahí sí nos acompaña el tiempo»

Eduardo Pellón

Cafetería Al Norte

«Se nota que ha llegado menos gente y ha habido un bajón en las ventas. Lo achacamos al tiempo pero se ha juntado con la pandemia también»

Jaime Castanedo

Regma

Eso en lo que tiene que ver con la actividad, donde sí se ha notado más el tiempo, o la falta de sol, ha sido en la tienda que tienen allí mismo, el Sardi. El no poder ir a la playa repercute en las ganas de comprar cualquier accesorio veraniego. «Tantos días nublados seguidos en julio han afectado porque no te apetece comprar un bikini o una toalla», reconoce Illera. Al menos ahora el mes de agosto avanza algo mejor. No obstante, a veces las cosas también tienen su lado positivo y lo cierto es que este año ha sido el que «más sudaderas hemos vendido», comenta.

Menos helados

Hay una actividad de ocio que suele formar parte de las rutinas veraniegas: tomarse un helado. Por eso es habitual encontrarse con cola cada vez que uno se acerca a alguna de las heladerías repartidas por Santander. «Venimos de turismo a pasear por El Sardinero y no podíamos no tomar un helado», decía Judith, vecina de Soria, mientras disfrutaba del suyo acompañada por su familia. Y les daba igual si llovía o no. No obstante, aunque parece que nunca falta un cliente en estos establecimientos, lo cierto es que en la cuenta final «este año ha habido un bajón en las ventas», reconoce el director de Regma, Jaime Castanedo. Es complicado afirmar con rotundidad el motivo detrás de esa caída, pero en buena parte «lo achacamos al tiempo», explica.

Un trabajador de la heladería Regma atiende a una familia. Roberto Ruiz

Este verano se han juntado las nubes con el avance de la quinta ola y ambos factores «influyen». En lo relacionado con el cielo, lo que más perjudica es la lluvia. El sector hotelero ha insistido siempre en que enlazar varios días seguidos con nubes, provoca que mucha gente acorte su estancia en Cantabria y la llegada de turistas repercute directamente en el número de helados que se venden. Y esa misma percepción la comparte también Mario Fuoli de la Heladería Capri. «El mal tiempo está afectando», reconoce. Con todos los factores sobre la mesa, el ritmo de ventas del verano es «aceptable», dice. Pero este año ha percibido que hay en la región «menos gente que otros veranos», añade. Lo normal es que la primera quincena de agosto sea la más fuerte, sin embargo esta vez «la mejor está siendo esta última semana», resume.

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