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María Díez, de Must, enseña a una clienta (izquierda) un traje de baño blanco de esta temporada. Javier Cotera
Las ventas se 'ahogan' por las lluvias

Las ventas se 'ahogan' por las lluvias

Los empresarios del textil y del calzado venden un 10% menos de media en la colección de verano y ya esperan a las rebajas para recuperarse | El comercio del centro de Santander sufre un descenso en sus beneficios debido al mal tiempo

Mariana Cores

Santander

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Viernes, 8 de junio 2018, 20:24

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Ni una pala ni un cubo, algún bikini y ni rastro de sandalias o alpargatas con suela de esparto. El comercio del centro de Santander reconoce que está siendo una primavera «peor que la del año pasado», con unas ventas en la campaña que toca con caídas medias de un 10%. ¿Quién tiene la culpa? La lluvia. Así lo ratifican los comerciantes al ser preguntados por este periódico. Reconocen que la estación primaveral no suele ser muy buena en Cantabria. Pero el agua constante de estos dos últimos meses ha roto las estadísticas de los últimos años. Con lluvia, nada de prendas de verano. Y no son optimistas para lo que queda de primavera. «Ya estamos esperando las rebajas».

Patricia y Gema atienden en Teria Yabar (calle San Francisco). Ayer tenían una mañana animada. Excepción. «Ha salido el sol y eso es una alegría. Desde que empezó la primavera, ha hecho tan malo, que esta calle estaba muy triste. La gente de las oficinas cercanas, que aprovecha la hora del café o cuando termina de trabajar al mediodía para venir a echar una ojeada, con la lluvia, no hay rastro de ellos». Han mantenido el tipo «con la ropa de ceremonia, porque eso, las señoras no lo perdonan». «Pero en lo que es ropa casual, está casi todo en los percheros. Yo diría que hay una diferencia del 10% en cuanto a caída de ventas respecto año pasado».

En Alvi, una de las corseterías más tradicionales de la capital cántabra (en la calle San Francisco), tienen las barras con trajes de baño y bikinis que no cabe uno más. «Con este tiempo, nadie se plantea venir a probarse un traje de baño, pero es algo que no me extraña. En Cantabria el tiempo es así de siempre, aunque puede que este año haya sido un poco peor», reconoce una de sus propietarias. También ha notado «que no se han debido de vender tantos vestidos de ceremonia, ya que algo ha caído la venta de sujetadores sin tirantes, por ejemplo».

«Hay que adaptar las compras al tiempo de Cantabria. Más manoletina que sandalia»

Ángel Benito Zapatería Benito

Ángel Benito, de la zapatería Benito (en Juan de Herrera) afirma que «el truco está en saber adaptarse». «Hace tiempo que en Cantabria la primavera casi no existe y, sin embargo, el otoño tarda en llegar. Por ello, cuando hago las compras de cara a la temporada de primavera-verano, ya tengo en cuenta que las sandalias no se van a vender hasta julio-agosto. En mi escaparate, hasta entonces, hay mucho de manoletinas y deportivas. Hasta hace una semana teníamos botines, no tan invernales, pero es lo que nos demandan. Así con todo, yo diría que las ventas han bajado un 10%».

«El año pasado por estas fechas ya habíamos cumplido los objetivos. Este, todavía nos queda»

Neli | Zapatería Mary Paz

En Mary Paz, tienda de calzado abierta en toda España (en Santander en la calle Juan de Herrera), lo tienen claro: «La lluvia ha desestabilizado todas las cuentas de estos meses. El año pasado, por estas fechas, habíamos cumplido objetivos. Este año, no». Neli, dependienta de la tienda, señala que «en los análisis de ventas semanales, en la justificación de los resultados viene reflejada la lluvia. ¡La gente nos pide botas! Ni una sola sandalia».

«Hay que hacer un esfuerzo por animar las ventas con más actividad en redes sociales»

Paula de Vicente | Tienda de ropa Colette

Beda Herrezuelo, de la zapatería Lucio Herrezuelo, también es de la opinión de que hay que diversificar, «con este tiempo, está claro que las sandalias no tienen mucha salida, pero nosotros ya contamos con eso, por lo que reforzamos las compras de cara a esta temporada con otras prendas o calzado que sí demandan los clientes, con lo cual, las ventas no están siendo malas».

«Se recuperarán en rebajas, pero los precios de inicio de primavera no son los mismos»

Gonzalo Cayón | Coercán

En la misma situación están las dos tiendas de Paula de Vicente, Zona Coolto y Colette, ambas en la Arrabal. Asegura que «el mal tiempo es innegable, aunque nuestros resultados no están siendo negativos». Reconoce, no obstante, que les «está costando más esfuerzo vender que en la misma temporada del año pasado». «Por ello tenemos que estar más activos en las redes sociales, animar a las clientas... Pero dado que el mal tiempo es algo general de toda España, la situación debe ser similar en todo el país».

En Mundi, tienda de ropa de hombre y mujer, en la calle Calvo Sotelo, Eduardo González cree que «no todo se le puede achacar al mal tiempo». «Hoy (por ayer), al mediodía está haciendo bueno. Sin embargo, el centro de la ciudad está muy apagado. Tengo comprobado que el MetroTus nos ha hecho un flaco favor a los comerciantes del centro de Santander. Mucha gente no está dispuesta a gastar dinero en parkings y no les compensa venir en autobús. Así nos va».

María Díaz, de Must (calle del Medio) se siente afortunada. «Tengo unas clientas muy fieles y, además, la ropa de baño en mi tienda es testimonial. Pero es verdad que lo que más estamos vendiendo es ropa de entretiempo».

Desde la asociación de comerciantes Coercán, su secretario general, Gonzalo Cayón, apunta que «quien más está sufriendo las pérdidas debido al mal tiempo son los sectores de textil y calzado». «Seguro que darán salida a sus productos, pero los precios no son los mismos a principio de temporada que ya avanzado el verano».

Un agosto sólo a medias para una tienda de paraguas

En la paragüería Nicaragua, de la calle Cervantes, están en tablas. Rafael y David, sus propietarios, están «vendiendo más paraguas de los habituales». «Entra mucha gente porque de repente se ha puesto a llover. No salen de casa, como en invierno, con el paraguas a cuestas». Pero, por contra, «apenas nos han preguntado por los abanicos». «Y de las sombrillas de playa y de cochecito –comentan–, ni hablamos».

Tampoco son buenos tiempos para los juguetes de playa. En Eureka, en Lealtad, no han «vendido ni una pala ni un cubo». «Los juguetes de piscina y playa están tardando en salir esta temporada. Se venden otro tipo de juguetes, como las bicis o patinetes. Cosas para el aire libre, pero no de agua».

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