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BUENA HUELLA

De escoria a recurso industrial sostenible: la innovadora conversión en zeolitas

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  • ALBERTO VELAZQUEZ
  • AURORA YAÑEZ
  • PABLO MARTÍNEZ-PARDO
PUBLICADO

19 Septiembre 2024

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Aurora López - CSIC

Reciclamos un residuo peligroso como la escoria salina en zeolitas, compuestos cristalinos de aluminio y silicio

La industria del aluminio es uno de los ejemplos de procesos en los que se genera chatarra al final de su vida útil. Millones de toneladas de residuos que se convierten, después de su fundición, en CO2…. Warning! Un proceso perjudicial para el medioambiente y que, a través de proyectos como Z-ONA4LIFE, que coordina el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y a cuya divulgación contribuye el proyecto ‘Buena Huella’ de Naturgy, se convierte en nuevas oportunidades para la salud del planeta.

En este proceso se produce un residuo peligroso: la escoria salina, que es reciclado y transformado, a través de este proyecto, en zeolitas, compuestos cristalinos formados por aluminio y silicio, que tienen una estructura porosa, lo que permite la entrada y salida de diferentes sustancias para su tratamiento. Unos materiales valiosos por sus múltiples aplicaciones industriales que, además, contribuyen a mitigar el vertido de efluentes contaminados.

Un virtuoso desempeño representado por el nombre del proyecto: ‘Z’ por Zeolita, ‘Ona’ es ‘bueno’ en euskera y ‘4Life’ representa el objetivo de esta investigación.

Cuando se transforma un residuo en una materia prima se da un nuevo y relevante paso en la ruta de la sostenibilidad, y así sucede con este proyecto en el que se reduce la extracción de recursos naturales y se utilizan energías renovables en el proceso (como en los casos de la solar, la eólica o la geotérmica).

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Escoria Salina

Este residuo se convierte en una materia prima valiosa con un amplio mercado

«El potencial económico es considerable (añade Aurora) dado que se producen unas cantidades enormes de este residuo y el coste de su gestión es muy elevado. Actualmente, las fundiciones de aluminio deben pagar un alto coste para gestionar la escoria salina como residuo peligroso, incluyendo el transporte y una tasa de unos 330 euros por tonelada. Con nuestra tecnología, no solo se eliminarían estos costes, sino que también se abriría una nueva línea de negocio para las fundiciones, al convertir este residuo en una materia prima valiosa con un amplio mercado». La hidrólisis (reacciones químicas a través del agua) para eliminar la sal es el paso previo para obtener la zeolita, una vez separados sus componentes.

Con nuestra tecnología, no solo se eliminarían estos costes, sino que también se abriría una nueva línea de negocio para las fundiciones

Ejemplos de estas ‘nuevas vidas’: depuración de aguas, limpieza de gases, fabricación de detergentes y hormigones ligeros, etc. Y aún más: la zeolita se puede usar, en su recorrido final, para, por ejemplo, optimizar procesos de compostaje y para producir tecnosuelos (suelos artificiales producidos a través de residuos no peligrosos).

detalle fondo
  • 1

    Se recoge la escoria salina

  • 2

    Se convierte en zeolita

  • 3

    Energías renovables en todo el proceso

  • 4

    ¡Una nueva materia prima en favor del medio ambiente!

  • 5

    Depuración de aguas y gases

Trabajos como este ayudan a la autonomía estratégica de España y de la Unión Europea

Innovación en marcha. Como apunta la investigadora del CSIC: “Nos encontramos en los primeros meses, trabajando en la investigación a escala en laboratorio y en planificar la primera planta piloto, que pueda fabricar unas 220 toneladas en esta primera fase. También estamos diseñando una planta para utilizar las zeolitas en el tratamiento de efluentes contaminados y otros usos industriales”. Un proceso que, además, supone un ahorro para la industria del aluminio, ya que se reducen costes de gestión de los residuos.

Trabajos como este impulsan la transferencia de conocimiento a la sociedad, “y ayudan a la autonomía estratégica de España y de la Unión Europea”, en un entorno en el que la colaboración público-privada es esencial. Toda una contribución a la ‘economía circular’ que, sin duda, reduce las emisiones de gases de ‘efecto invernadero’ y la huella de carbono.

La primera planta piloto podrá fabricar 220 toneladas en su primera fase

En este sentido, el Premio Fundación Naturgy-CSIC a la Investigación e Innovación Tecnológica en el ámbito Energético busca impulsar proyectos como este que apoyen la transición energética y los objetivos de descarbonización, brindando apoyo económico a iniciativas con potencial innovador y viabilidad en el mercado.

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Buena

Huella

La sostenibilidad es un concepto paraguas que va mucho más allá de un simple gesto. Es una forma de entender el mundo en que vivimos. Con Buena huella, Naturgy y Vocento

van de la mano para concienciar a la audiencia acerca de qué es la huella de carbono y, por supuesto, por qué es necesario medirla, reducirla y neutralizarla. El objetivo de este año es dar visibilidad a los proyectos de investigación que, desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), están convirtiendo en sostenibles aquellos procesos que habitualmente son contaminantes, poniendo su granito de arena a favor del medio ambiente.

Créditos

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Alberto Velazquez

Aurora Yañez

Pablo Martinez-Pardo

Dirección de arte diseño ui

Alessandro Marra

Desarrollo

Susana Gonzalez

Gonzalo Cachon

Motion

Miriam Esteban