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Guillemo de Osma, galerista, el artista Carlos León y el coleccionista José María Lafuente ayer en Caixaforum.
El Archivo Lafuente, Premio Arte y Mecenazgo por su «visión asombrosa»

El Archivo Lafuente, Premio Arte y Mecenazgo por su «visión asombrosa»

La Colección del editor y empresario, reconocido por su «extraordinario compromiso», logra la distinción 2016 de ‘la Caixa’, junto al artista Carlos León y el galerista Guillermo de Osma

Guillermo Balbona

Miércoles, 30 de marzo 2016, 23:18

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«Quería entender el arte y encontré respuesta en los textos originales». La confesión de José María Lafuente define y sintetiza la seña de identidad de su Archivo pero sobre todo de un proyecto que implica «una manera de interpretar el arte». En la evolución, modelo y contenido de los fondos del Archivo Lafuente subyace un alumbramiento e iniciación fundamentados en su fe en el conocimiento y en su capacidad para convertirlo en una herramienta de difusión. Estos rasgos y querencias, en torno a otra forma de coleccionar y de vivir el arte, han sido claves para que el Archivo santanderino haya recibido uno de los grandes galardones nacionales: el Premio Arte y Mecenazgo 2016 de la Caixa que reconoce «su extraordinario compromiso y su asombrosa visión». El Archivo, que consta de unos 120.000 documentos (libros, revistas, fotografías, impresos, manuscritos, cartas, libros de artista), conjunto al que hay que sumar en torno a 2.000 obras de arte (pintura, escultura y obra gráfica), tiene su origen en los años ochenta cuando su propietario inició una colección de arte que fue creciendo con la incorporación de obras de pintores y escultores españoles a los que sumó piezas de artistas internacionales. Quizás Lafuente no era consciente entonces de que su corpus documental «este archivo siempre está abierto a incorporar fondos y a interrelacionar piezas y lenguajes» iba a constituirse en uno de los referentes internacionales y, en palabras del jurado, en «un elemento estructural en la concepción de las exposiciones de arte».

Entre la escuela del Prado y el iceberg, el ejercicio de una pasión

  • La Colección del crítico Miguel Logroño, el nombre del editor Beltrán de Heredia, el fondo de los Encuentros de Altamira celebrados entre 1949 y 1950 en Santillana del Mar, asomaron ayer en la presentación del premio a José María Lafuente como pilares fundacionales de su Archivo. Siempre sensible a la proyección de unos fondos que permiten fructificar en otras miradas sobre el arte y sus relaciones con otros lenguajes creativos, el coleccionista cántabro hizo hincapié en tener presente que «no es fácil el acceso al mundo del arte porque se necesita conocer unos códigos previos». En su opinión, «muchas veces lo mediático no está relacionado con el conocimiento» y, por ello, se mostró convencido de que «somos un reflejo del país que somos, y el retraso secular y de base en educación y cultural es notorio». En sus palabras de agradecimiento por el galardón, el empresario de Ediciones La Bahía volvió a recurrir a la metáfora del «iceberg» para explicar su concepción del arte «Las obras y piezas, desde una escultura a una fotografía, son solo la punta del iceberg aunque, como los artistas, esenciales. Pero sumergidas se hallan las ideas, ese corpus invisible sobre el que se construyen las obras». Además en la revisión somera de su labor volvió a subrayarse la importancia que tuvo en su formación el Museo del Prado como «universidad» cuando en su juventud se subía al autobús en Santander y pasaba el fin de semana recorriendo las salas de la pinacoteca. El Archivo Lafuente es sobre todo el fruto de una curiosidad delicada, la vivencia intelectual y la cultura como estilo de vida. Lafuente, ajeno a la pose, busca compartir socialmente el libro de arte y la belleza y pulcritud de las piezas más singulares como abono de su pasión

El nombre del Archivo forma parte de la triada de premiados en la sexta edición de los galardones que distinguen el trabajo de los actores implicados en el proceso de creación y divulgación del arte: artistas, galeristas y coleccionistas. Lafuente, junto con el artista Carlos León y el galerista Guillermo de Osma comparten los galardones por una concepción común del hecho artístico: «su destacada contribución al sistema del arte español, y su profundo vínculo con el conocimiento». Mientras en Cantabria hay quien aún cuestiona la trascendencia de los fondos del coleccionista, discute la identidad de su proyecto y pone en entredicho los objetivos de Lafuente, este galardón viene a ratificar la proyección y el reconocimiento global de su modelo de colección, un Archivo que ya cumple catorce años y que es fundamento esencial para exposiciones y museos como sucede esta primavera en el Reina Sofía con las citas con Ulises Carrión y con el arte español.

Con una dotación de 90.000 euros (aunque curiosamente el coleccionista es el único que no recibe la parte crematística), estos premios se postulan como «una muestra de la acción de mecenazgo hacia la creación artística ejercida por la Fundación Bancaria la Caixa. Los premiados recibirán como galardón una escultura realizada por Miquel Barceló, en una ceremonia que se celebrará el próximo día 31 de mayo.

El anuncio de los galardones, realizado en CaixaForum, se convirtió en un debate sobre la identidad del arte, su papel en el presente y su conexión con la sociedad y en una reivindicación de la necesidad de potenciar todos los cauces posibles para hacer de la educación y la cultura las llaves de un mundo mejor.

La directora general adjunta de la Fundación Bancaria la Caixa, Elisa Durán, y la directora general de la Fundación Arte y Mecenazgo, Mercedes Basso, revelaron los nombres de los nuevos «referentes en el estímulo de la escena artística española». Los Premios Arte y Mecenazgo son en la actualidad los galardones de referencia en el compromiso privado con el patrimonio artístico español. A lo largo de estos seis años ya fue premiada la galerista santandeina Soledad Lorenzo, introdujeron en su momento un elemento innovador al incidir de forma global en la cadena de valor del arte.

Pero ¿qué visión común comparten Lafuente, León y Osma?: «El perfecto conocimiento del pasado y sus gestos personales destinados a encauzar una mayor conexión entre el arte y la sociedad española.

En el caso de Lafuente la Fundación diseccionó otros factores que transparentan la excelencia de su labor: «el sentimiento de vocación pública, la nueva manera de interpretar el arte, su modelo y estructura en exposiciones, estudios y difusión, el rigor y la constancia y la calidad y capacidad de atracción».

El jurado que concedió el galardón a Lafuente y su Archivo, integrado por Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba, Felipa Jove, Juan Várez y Joan Uriach, lo dejó claro en su declaración: «Su condición de exponente del coleccionismo ocupa un lugar en el sistema del arte que nunca antes había estado protagonizado por una iniciativa privada y personal. Su visión, rigor y excelencia han dado como fruto un conjunto que ya es indispensable para contextualizar el arte del siglo XX».

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