«Hay que dar voz a aquellas mujeres que se rebelaron, porque perdieron mucho en el camino»
Tras debutar con 'Aromas de tabaco y mar' y dar el salto al mercado nacional, llega ahora a las librerías 'Días grises con cielo azul'
En apenas una década, la santanderina Concepción Revuelta ha pasado de presentar en internet sus primeros relatos a las listas de éxitos de las grandes ... editoriales. Después de debutar con 'Aromas de tabaco y mar' en 2013, en 2018 daría el salto al mercado nacional de la mano de Plaza & Janés, con la reedición de su segunda novela, 'Te di mi palabra'. Ahora llega a las librerías 'Días grises con cielo azul', en la que nos traslada al Santander de posguerra y a Picos de Europa, donde conoceremos a Inés, una joven maestra que desafiará a la sociedad de su tiempo.
-De nuevo como protagonista una mujer que escapa de los cánones establecidos. ¿Era posible rebelarse en aquella época y sobrevivir al intento?
-Claro, pero el precio era muy alto. A lo largo de la historia de este país hubo muchas mujeres que se rebelaron y que no siguieron las pautas marcadas, por eso hay que darles voz, porque perdieron mucho en el camino. Algunas, incluso la vida.
Su nueva novela nos traslada al Santander de posguerra y a Picos de Europa, donde conoceremos a una joven maestra que desafía a la sociedad de su tiempo
-El magisterio fue uno de los sectores más damnificados por la represión política durante la guerra y la primera posguerra...
-El magisterio estaba mal pagado, mal valorado y además era sin lugar a dudas el camino que marcaba el régimen para adoctrinar a los niños y a los jóvenes. Siempre ha sido así, y en aquellos tiempos aún más. Por eso si los maestros no seguían el ritmo impuesto eran apartados, detenidos y acusados de sublevación al régimen. Pero siempre había alguno que entre lección y lección mostraba otras cosas que iban calando en el pensamiento juvenil.
-¿Los días en Liébana son más azules?
-Los días en Liébana, además de azules, son maravillosos.
-De nuevo, Cantabria es su escenario...
-Sí, porque es mi tierra y porque hay mucho y bueno que mostrar de ella. Si con mis novelas puedo hacer que se conozca más, para mí es suficiente. Además me consta que hay personas que han visitado la Vega de Pas, porque han leído 'Te di mi palabra', espero que ahora, al leer 'Días grises con cielo azul', les entren ganas de visitar Liébana, Mogrovejo en concreto, ya que es el pueblo en el que se desarrolla esta historia.
-¿A quién le ha dedicado la novela?
-A mi marido, Fernando Terán, de principio a fin, sin él jamás hubiera publicado un solo libro, se lo debo todo, él creyó en mí mucho más de lo que yo creía. Me siento muy orgullosa de haber podido compartir con él mi vida.
-El exilio y las consecuencias de la guerra civil son también muy visibles en la novela. ¿Han cicatrizado ya esas heridas?
-Eso depende. Yo creo que quien ha vivido de cerca, en su familia, situaciones así, jamás las olvidará. Lo que debemos de hacer es procurar que nunca se repitan, y eso es algo que está en manos de todos. Las heridas cicatrizan, pero la cicatriz nunca desaparece, por eso hay que respetar a todos aquellos que sufren por las ausencias que les produjo la guerra.
-Acaba de salir en edición de bolsillo la cuarta edición de 'Te di mi palabra'. Toda una satisfacción, ¿no?
-Sí, estoy muy contenta de que una historia tan nuestra como es la de las amas de cría pasiegas haya tenido una repercusión así en el resto de España y en América.
-Llenazo en la presentación. ¿Lo esperaba?
-Sin ánimo de nada, te digo que sí; afortunadamente tengo muy buenos y fieles lectores que esperan ansiosos mis novelas, la pena es que no pueda escribir más rápido para que tengan antes la siguiente. Estoy muy agradecida a toda esa gente que me lee y a los que se incorporan y buscan todos mis libros.
-En las redes sociales aparece muy activa. ¿Mantiene mucho contacto con sus lectores?
-Sí, mantengo el contacto siempre que puedo, me gusta contestar a la gente que me pregunta o me pide algo, no tengo inconveniente en acercarme a cualquier sitio para firmar un libro. Me siento a gusto hablando con ellos y me agrada que me digan lo que les ha parecido mi novela. Es maravilloso cuando alguien te dice que comenzó a leer de nuevo con tus libros, o que mujeres de edad avanzada hayan leído tus libros con una lupa, porque no veían bien, o que el tuyo ha sido el primero que leen y después lo han seguido haciendo. A saber esas cosas solo llegas por medio de las redes sociales, hijos encantados porque ven a sus padres disfrutando de un libro que les trae recuerdos. Es muy bonito.
-El confinamiento y las restricciones han cambiado nuestras costumbres, y hasta los editores reconocieron que cada vez se compran más libros. ¿Será esa una buena lectura de la pandemia?
-Yo creo que desgraciadamente si, y digo por desgracia, porque hemos tenido que pasar por algo tan duro para darnos cuenta de que un libro siempre es una buena compañía. La lectura nos lleva a todos los sitios, nos muestra historias, nos enseña lugares, nos hace pensar y nos enriquece. Sea lo que sea que leamos, siempre nos aporta algo.
-Revilla le prometió que leería su libro anterior. ¿Le hizo una buena crítica?
-No, no me hizo ninguna, creo que no lo leyó. Pero no pasa nada, es una persona muy ocupada.
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