Los artistas David Cuesta, Gloria Torner y Ramón Dorado, en el verano expositivo de Suances
La actividad en la sala El Torco arranca el martes con una homenaje al pintor y poeta José Luis Hidalgo en el centenario de su nacimiento
Un homenaje al poeta y pintor José Luis Hidalgo abrirá el verano expositivo en la sala El Torco, en Suances. El artista David Cuesta expone ... este mes bajo el título 'Verano'. En julio llegarán las pinturas de la artista Gloria Torner para terminar con Ramón Dorado entre agosto y septiembre.
La Sala El Torco de Suances es uno de los espacios culturales del verano más activos fuera de la capital cántabra. El verano expositivo arranca el martes con 'Verano', de David Cuesta (Torrelavega, 1981). La exposición, que se inaugura a las 20.00 horas, es un homenaje a José Luis Hidalgo en el centenario de su nacimiento (Torrelavega 1919-Madrid 1947). Un autor que ha marcado con su obra a muchas generaciones de artistas, sobre todo por sus poemas dedicados al mar.
Programación
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Junio David Cuesta presenta 'Verano'. Se inaugura el martes y se podrá visitar hasta el día 26.
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Julio Gloria Torner mostrará su obra del 26 de julio al 13 de agosto.
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Agosto Ramón Dorado expone bajo el título 'Bitácora'. La muestra se podrá visitar del 14 de agosto al 2 de septiembre.
Pedro Barrio Arciniega, profesor de David Cuesta, destaca de su obra la fuerza del color, que combina con acierto, y la frescura en la ejecución. El resultado son personajes integrados en su medio: playas, urbes o jardines. Reconoce que la pintura de David Cuesta es, ante todo, espontánea: «Su trazo seguro y decidido con voluntad de ritmo y permanencia, sin retoques sucesivos, no altera su intención primera». Así lo explica en el prólogo del catálogo donde cita a Manet: «Cualquier cosa privada de libertad pierde sustancia y se apaga rápidamente. Esta es la clave para conseguir sencillez y belleza», apunta el pintor. En definitiva, al contemplar sus lienzos, el espectador siente libertad. «David habla con sus pinceles y hasta con sus manos. Cualquier medio le sirve para utilizar las mezclas de su paleta y su obra no requiere más explicación porque transmite por sí misma frescura y belleza», finaliza.
Aficionado a la pintura desde muy pequeño, su contacto con los pinceles llegó en la adolescencia. Sin apenas conocimientos de pintura ni práctica, comenzó a dibujar. Años después acudió a sus primeras clases de pintura con María Antonia Guerra. Sus primeras obras fueron al óleo. Su segundo maestro fue Pedro Barrio Arciniega, quien marcó su trayectoria futura.
Durante los tres años que estuvo en su academia aprendió la técnica del acrílico, pero también la composición, el color y la luz. «Encontré mi yo en la pintura», reconoce el propio autor, que añade que «perdí el miedo a la pintura, aprendí a mirar la naturaleza con mayor atención y a apreciarla, con sus detalles».
Además de los conocimientos con distintos profesores, Cuesta reconoce que su pintura se ha enriquecido con el contacto con otros pintores, sus ideas y sus diferentes formas de entender la pintura. «Hoy puedo decir que pinto porque me hace sentir bien, y creo que es por eso por lo que se ha convertido en una necesidad, en parte de mi vida».
Pintor autodidacta, ha trabajado tanto la pintura al óleo como la acrílica. Actualmente desarrolla su trabajo artístico en su estudio de Torrelavega. En su corta pero intensa trayectoria como pintor ha ganado el concurso de pintura al aire libre de San Vicente de la Barquera y fue primer finalista del concurso Manuel Liaño Beristaín. Además, ha recibido mención especial en el concurso de pintura al aire libre de Torrelavega y obtuvo el segundo premio del concurso de pintura de Suances. Sus menciones y accésit también llegan a concursos de pintura de Asturias, Vizcaya y Palencia, entre otros. El último galardón ha sido el primer premio del concurso nacional de pintura Los Molinos (Madrid). En estos años también ha participado en exposiciones individuales y colectivas. Comenzó en 2013 en la Casa de Cultura de Puente San Miguel y el último año expuso en el Espacio de Arte Contemporáneo de Reocín, la Galería Este y Barcenaciones. Su última exposición individual ha sido este año en la Galería Este, del Mercado del Este de Santander.
La 'Bitácora' de Ramón Dorado cerrará la temporada en El Torco con temas marineros
A finales de julio llegará a la Sala El Torco de Suances la pintura de Gloria Torner, que estará expuesta hasta el 13 de agosto. Más que una pintora, Gloria Torner es una forma de mirar a la ciudad, a Santander o París. Y ese ejercicio de creación, pero también de querencia por su entorno se ha plasmado en una trayectoria densa, intensa y en constante renovación y reinvención. En los últimos años esa entrega se ha visto reflejada y ratificada con un gran numero de premios y distinciones, que incluye la Medalla de Plata de Santander. La pintora Gloria Torner (Arija, Burgos, 1934) además de por la calidad de su trabajo, por su trayectoria humana, es una de las artistas claves en la historia pictórica de Cantabria de finales del siglo XX y comienzos del XXI. En su vida y en sus viajes estuvo siempre arropada por poetas y críticos de arte de primera línea, desde Gerardo Diego o Jorge Guillén hasta Pepe Hierro, Gloria Fuertes o el concertista de guitarra Regino Sáinz de la Maza. Desde que en 1958 comenzara su trayectoria en el mundo del arte, Torner es una de la pintoras con mayor proyección nacional e internacional que ha dado el arte cántabro. La pasión por el mar y la delicadeza cromática se han traducido en un lenguaje personal e intransferible.
El calendario expositivo del verano lo cierra el pintor madrileño afincado en Torrelavega Ramón Dorado con su 'Bitácora', que como el cuaderno en el que los marinos registraban todo lo ocurrido en un viaje, este artista relatará sus experiencias con el mar. Ramón Dorado (Madrid, 1948), con solo uno año de edad se trasladó a Santa Cruz de Tenerife, donde transcurrió su infancia. Allí recibió su primera formación pictórica en el taller de una afamada acuarelista, de ascendencia japonesa. Ella le enseñó a valorar el arte abstracto y a interesarse por las pinturas negras de Goya y las arpilleras de Manolo Millares. Con 15 años comenzó a trabajar como aprendiz de joyería en la pequeña empresa familiar. Todo cambió cuando conoció a Roberto Fernández Soravilla, a quien Ramón Dorado le considera su maestro. En su taller aprendió el oficio de pintor a la manera clásica y descubrió el mundo de la abstracción.
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