'Casa piloto', inventario multidisciplinar de Antonio Díaz Grande, reabre Robayera
La Sala de Cudón acoge desde este sábado la última exposición de la temporada en la que el artista cántabro, a través de una serie de instalaciones, obliga a «planteanos nuestra posición en el mundo»
Un inventario multidisciplinar de fotografías, dibujos, papeles pintados, piezas de mobiliario, objetos cotidianos y residuos domésticos configuran la muestra singular que se suma a ... la Sala Robayera bajo el epígrafe 'Casa piloto'. Su creador, el santanderino Antonio Díaz Grande, presenta un proyecto inédito que podrá visitarse a partir de hoy en las antiguas escuelas de Cudón. La propuesta, en la que el artista compone una serie de instalaciones en las que, tal como explica Raúl Hevia en uno de los textos que acompañan el catálogo de la exposición, «nos hace plantearnos nuestra posición en el mundo y nuestra posición ante ese propio mundo como constructo, es decir, como decorado, en un espacio posdoméstico o posdomesticado».
La muestra abre sus puertas hoy, a partir de las 20.00 horas, en la Sala de Cudón-Miengo, con el apoyo institucional del Ayuntamiento de Miengo y la Consejería de Cultura. El próximo día 18, a partir de las 12.30 horas, se realizarán dos visitas comentadas con aforo limitado (previa inscripción).
LA MUESTRA
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Casa piloto. Sala Robayera de Cudón-Miengo desde hoy hasta el próximo 15 de noviembre. El horario se ha modificado sutilmente para adaptarse a la temporada de otoño de martes a viernes de 19 a 20.30 horas, sábados de 18 a 21 horas y domingos de 11 a 14 horas.
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Artista. Antonio Díaz Grande. Lugar: Sala de Arte Robayera Antiguas Escuelas. Barrio El Castro. Organiza: Ayuntamiento de Miengo. Colabora Consejería de Cultura.
La exposición de Díaz Grande, en el espacio que dirige Marta Mantecón, sirve de cierre a esta temporada expositiva que comenzó condicionada y con retraso por la pandemia pero que ha mantenido una serie de propuestas de artistas nacionales, todas marcado por la calidad y la singularidad o exclusividad.
El título de la nueva cita, 'Casa piloto', hace referencia a esos modelos o prototipos de vivienda a escala real que una constructora oferta a potenciales compradores y que, por tanto, están pensados para ser vistos y recorridos, pero no habitados. Se trata, en este sentido, de un espacio de deseo que no puede ser poseído.
Las instalaciones que vertebran el proyecto se distribuyen en cinco fases (cimiento, revestimiento, mampostería, enlucido y desescombro), que tienen que ver con la construcción social, económica, política o sexual que se desprende de nuestras formas de habitar. Díaz Grande clasifica «los objetos funcionales y decorativos del espacio doméstico o habitable, los elementos que lo identifican y sus formas de uso, las rutinas, los rituales, los itinerarios, las relaciones e intercambios, la memoria y las huellas de quienes los habitan».
El artista confronta los valores utilitarios de estos elementos en relación a la temporalidad de los mismos y a las divisiones de clase, «como la vivienda burguesa compartimentada en grandes espacios del pasado frente al 'open space' multifuncional actual o los materiales nobles como aval de una posición social frente al diseño propio de la modernidad rápida y práctica».
Por otro lado, investiga la tensión que opera entre lo doméstico y lo domesticado, así como los roles y las relaciones que se establecen en el entorno privado a partir de las particiones binarias de género, «evidenciando cómo muchos de nuestros patrones de conducta se configuran a través de nuestros hábitos domésticos».
Díaz Grande recurre con humor a una serie de imágenes donde la práctica del yoga sirve como indicador de lo masculino en aquellos elementos que se utilizan para construir y de lo femenino en los que solemos emplear para decorar. «Las herramientas correctas permiten construir las prisiones correctas. También las casas correctas», apunta Raúl Hevia a este respecto, subrayando cómo la casa es un «espacio social al desnudo».
Espacio doméstico
El trabajo de Díaz Grande (Santander, 1968) transita por diferentes disciplinas con las que investiga el espacio doméstico y social, potenciando múltiples lecturas y «deconstruyendo ficciones políticas como la identidad sexual, el género o la clase».
Su trayectoria expositiva se inicia en 1999, momento a partir del cual realiza varios proyectos vinculados al histórico Centro de Arte Internacional Espacio C que dirigía Orlando Britto en Camargo. Su trabajo ha sido mostrado en museos y centros de arte como el MAS de Santander, el CAAM o el Centro de Arte La Regenta de Las Palmas, la Fundación Bilbaoarte en Bilbao o diversas sedes del Instituto Cervantes, así como diferentes espacios de Portugal, Bélgica, Italia, Polonia o Estados Unidos. Ha participado en ferias y proyectos internacionales junto a la galería JosédelaFuente (antes Nuble), de cuya nómina de artistas ha formado parte durante más de una década. Asimismo, ha llevado a cabo numerosas propuestas de arte público como parte del equipo Los Dobles, junto al artista Raúl Hevia.
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