«El cine documental es una triple aventura con un pelín de emoción»
Iñaki Pinedo dirige 'Ciaboga', la historia de las traineras en el Cantábrico contada por sus protagonistas, que mañana se estrena en el Palacio de Festivales
Iñaki Pinedo (Bilbao, 1960) es el director del documental 'Ciaboga', la historia de las traineras del Cantábrico contada por su protagonistas, que mañana ... se estrena en el Palacio de Festivales (20.00 horas). Después de veinte años dedicado al cine documental de carácter más social -su primera inmersión fue sobre los maquis- ahora da un golpe de timón y presenta una historia llena de sentimientos y emoción, energía y sufrimiento.
Pinedo presentó ayer el documental en rueda de prensa acompañado por la directora general de Deporte de Cantabria, Gloria Gómez y el director de la Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte (SRECD), José Ángel López Cobo. El documental no cuenta con narrador ni voz en off, sino que está construido sobre la «memoria viva», con una treintena de testimonios de remeros, patrones, entrenadores, presidentes de clubes de remo y mujeres relacionadas con este deporte y con el mundo de la pesca. Los protagonistas son de diferentes municipios costeros del Cantábrico y sus edades oscilan entre los 14 años de la remera Sara Valle hasta los 94 del remero Luis Cortabitarte, que vivió la época dorada del remo en Pedreña en los años 40. Pinedo muestra el remo desde un enfoque «sentimental, intimista» y junto a los testimonios aparecen imágenes de archivo cedidas por la Fundación Kutxabank. Con una duración de 72 minutos, se trata del primer documental sobre traineras realizado en Cantabria y el primero que aborda este deporte como un elemento cultural y deportivo que une a los pueblos costeros de toda la Cornisa Cantábrica. La intención de Pinedo, para quien «el cine documental es una doble o triple aventura con un pelín de emoción», ha sido trasladar las sensaciones que experimentan los que practican este deporte: miedo, solidaridad, esfuerzo, sacrificio o sufrimiento.
'Ciaboga' es un proyecto que estuvo durmiendo en un cajón más de quince años. Nació en 2001, cuando escribió el guion, pero no pudo ponerlo en marcha por falta de financiación y estuvo en el cajón hasta 2016 que, después de varios intentos, consiguió «algo de dinero». Pinedo lamentó ayer que «muchos proyectos muy interesantes se quedan en los cajones por falta de financiación» y reclamó partidas para el sector del cine. Recordó que este documental sobre las traineras de Cantabria, una tradición tan arraigada en la región y en toda la Costa Cantábrica ha costado 175.000 euros, «una pequeña cantidad de dinero que ha costado mucho reunir y ha sido gracias a la colaboración de empresas, Gobierno de Cantabria y varios ayuntamientos». Al final, el proyecto ve la luz después de tres años de trabajo, gracias a un pequeño equipo que ha trabajado de forma intensa. «No podemos trabajar así», insistió. El documental ha contado con el asesoramiento de historiadores e investigadores que llevan años trabajando en los aspectos históricos, culturales... de lo que hoy es un deporte de competición con unas profundas raíces en la cultura popular y en el carácter de las gentes de la costa del Cantábrico.
«El cine te permitir vivir otras realidades, conocer otros mundos y expresar sentimientos difíciles» «
Muchos proyectos interesantes se quedan en el cajón por falta de financiación»
«No soy una persona especialmente deportista ni amante del deporte», dice Iñaki Pinedo antes de explicar por qué ha realizado un documental sobre traineras. Sin embargo, le atrajo siempre todo lo que simboliza el remo de banco fijo, las traineras, y su relación con el carácter de la gente de la Cornisa Cantábrica. Desde los colores, hasta el sentimiento de los remeros, la afición, la lucha contra las olas... «lo que los remeros definen como sufrimiento». Después de investigar y entrevistar a los remeros, Pinedo se queda con la intensidad de los momentos que rodean a las regatas importantes. «Estás entre la gente y aunque no te llame la atención es imposible no imbuirte de la energía que circula entre los equipos y sus aficiones», aclara.
Pinedo, director de la revista 'Trabajadores de la Enseñanza', es miembro del Consejo Escolar y del Consejo de la Formación Profesional de la Comunidad Autónoma, compagina la docencia en el IES La Marina de Bezana con la dirección de documentales. Desde hace nueve años coordina el proyecto 'Vamos de Cine' con el objetivo de integrar el cine como herramienta didáctica.
De los maquis a las traineras
Su pasión por los documentales surgió leyendo un reportaje sobre los maquis. Se encontró con gente que había luchado en la guerrilla antifranquista. Y lo que empezó siendo una idea para un reportaje en un periódico se transformó en un documental, 'El hombre que murió dos veces'. Desde entonces no ha parado de escribir y reconoce que tiene el cajón lleno de proyectos. Sin embargo no habla de ellos porque prefiere guardar silencio y esperar a que vean la luz.
El cine le ha enseñado muchas cosas, pero si tiene que destacar algo señala que le ha permitido vivir otras realidades y conocer otros mundos. «He visto cómo se expresan sentimientos difíciles y cómo visualmente se puede llegar a la gente. La potencialidad del cine independiente», dice. «El cine es una aventura y el cine documental es una aventura doble o triple». Y explica esta frase: cuando empieza un documental lo acaba como sea, pero sin tener muy definidos todos los mimbres. Todo se mueve y es enriquecedor. Es una construcción constante».
Pineda plantea la necesidad de integrar el cine como herramienta didáctica. «El lenguaje audiovisual es muy habitual entre los jóvenes. Un cortometraje de apenas 40 segundos sobre el acoso escolar lo entienden perfectamente», dice. Después de ver el cortometraje, opinan, debaten y aprenden. Este profesor defiende un sistema educativo más interactivo y menos unidireccional.
La primera lección que dice a sus jóvenes alumnos es que van a ver películas que nunca van a ver en el cine comercial o la televisión. «Son películas pensadas para que disfruten de ellas, no dar la chapa. Son películas especiales cuyo objetivo es que les llegue dentro y productos raros, frikis, son los que mejor les llegan», aclara. ¿Y qué le pide a un buen documental? «No aburrir y tener un punto de emoción, hacer sentir a un público muy variado», dice.
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