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El colectivo La llave azul estrena 'A Taxi Driver: Los héroes de Gwangju'

El colectivo La llave azul estrena 'A Taxi Driver: Los héroes de Gwangju'

Su proyección mensual en el Casyc UP está dedicada al cineasta coreano Jang Hoon y a su filme sobre la historia real del periodista Jürgen Hinzpeter

Guillermo Balbona

Santander

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Miércoles, 11 de julio 2018

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El cineasta coreano Jang Hoon, autor de 'The front line', que este año estrenará 'Be with you', dirige la odisea de un periodista y un taxista, basada en un caso real que hoy se estrena en Santander. El colectivo La llave azul, en su entrega mensual, estrena este drama político, 'A taxi Driver. Los héroes de Gwangju', que recrea la aventura de Kim Man-Seob, un taxista de Seúl que casi sin querer se vio involucrado en primera fila en el Movimiento de Democratización de Gwanju de 1980.

Las deudas le llevaron a ofrecerse al periodista alemán Jürgen Hinzpeter para trasladarlo a la localidad de Corea del Sur y poder cubrir las revueltas estudiantiles por la imposición de la ley marcial, «un encuentro que deriva en una auténtica odisea». La película de Jang Hun, no obstante, se aleja de títulos destacados de este subgénero, caso de 'El año que vivimos peligrosamente' o 'Los gritos del silencio' y se centra en la extraña amistad que nace entre dos personalidades opuestas.

A modo de road movie, la cinta considerada la mejor película surcoreana del pasado año, mezcla acción y reflexión pero sin hacer hincapié excesivamente en el mensaje político. 'A Taxi Driver: Los héroes de Gwangju' se centra en un duelo de dos personalidades diferentes y su microcosmos frente a la globalización, el hecho histórico y ese decorado de fondo del Corea del Sur en plena mutación. Retrato humano y telón político, con un exceso de metraje (casi 140 minutos) -uno de los males del presente cinematográfico y sobre esto no hay distinción de nacionalidades, filmografías e industrias- que sirve de alegato contra la violencia de Estado.

La proyección del filme dentro del ciclo 'El cine con La llave azul' tendrá lugar, a las ocho de la tarde hoy jueves. La misión del reportero Hinzpeter era conseguir material para que todo el mundo pudiera ser testigo de lo que sucedía en Gwangju, ocultado por el gobierno y la mordaza de los medios de comunicación surcoreanos. Acompañado por el taxista y unos jóvenes manifestantes se adentra en una ciudad en estado de excepción.

El filme combina el dramatismo lógico del contexto político social con situaciones cómicas de contraste cultural, confusiones y equívocos. Los monólogos del taxista o la velada gastronómica en una casa de Gwangju son ejemplos de ello. El filme utiliza el suspense, deja que la crónica discurra y empape el metraje y se arropa en una banda sonora original del compositor surcoreano Jo Yeong-wook.

El contexto convulso en el que se enmarca la película es el del asesinato del dictador Park Chung-hee, momento en el que Corea del Sur sufre un golpe de estado y el general del ejército Chun Doo-hwan asciende al poder. Centenares de personas -en su mayoría estudiantes- tomaron las calles de Seúl y otras ciudades para reclamar libertades y democracia. Estos levantamientos fueron duramente reprimidos por la policía y el ejército. Gwangju, al suroeste del país, se llevó la peor parte de la represión estatal con más de 600 muertos.

El cuarto largometraje de Jang Hoon, seleccionado por el país oriental como candidata al Oscar a la mejor película de habla no inglesa, está protagonizado por Song Kang-ho, actor conocido por 'The Host' y 'Memories of murder', que encarna al taxista.

La Llave Azul vuelve así al cine coreano con una de las producciones asiáticas más laureadas del pasado año. El filme, que triunfó en los galardones de ese país y fue la película elegida para representarlo en los Oscar, sucede al también estreno de La Llave Azul, 'La doncella'. La película, con más de una decena de premios internacionales y exitosas selecciones en certámenes como los de Turín, Busán, Sitges o Toronto, ha sido celebrada por la crítica como «humanista y conmovedora», destacando especialmente «el brío en la realización de la recreación de las revueltas y los momentos de mayor tensión dramática».

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