Guion sin línea
Cinesa, Ocine y Yelmo ·
El pulso entre el misterio y la oscuridad, el escalofrío que se intuye y su representación parecen necesitar de una buena guía telefónicaDe ideas no anda mal pero hasta llegar a plasmarse en imágenes se encuentra con un guion que o no está en línea, o comunica. ' ... Black phone' tiene el encanto anacrónico de la cabina o del teléfono público en muchas de sus secuencias en una época alumbrada por el resplandor del móvil. Secuela aceptable sí, aunque para justificar su existencia no requería de grandes esfuerzos, dada la banalidad insulsa de su precedente. Juegos con el pasado, llamadas, casi un espiritismo telefónico y festival de sustos entre sombras, nieve y un elogio de sótanos e interiores oscurantistas, su trama va a la deriva debido a una deslavazada escritura, que sobrevive gracias al empeño de Scott Derrickson. Un cineasta que se mueve con soltura entre lo sobrenatural y el fantástico como reveló la notable 'Sinister'.
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Año 2025
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País Estados Unidos
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Dirección Scott Derrickson
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Guion C. Robert Cargil y Derrickson
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Reparto Mason Thames, Madeleine McGraw, Ethan Hawke, Miguel Cazarez Mora. Género
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Género Terror
Esta segunda entrega del teléfono negro con notas de gore sigue teniendo su gracia tenebrosa en el juego de máscaras tras el que se esconde Ethan Hawke. La apelación a los sueños es tan reiterativa que acaba por ser cansina. Y tampoco encuentra una visualización atractiva cuando se trata de discurrir en la ambigua frontera entre lo onírico, el recuerdo contaminado y la ensoñación. Todo parece avanzar a golpe de sorpresa y de un equilibrio que no está bien resuelto entre los traumas y la falta de intensidad. Clara heredera de 'Pesadilla en Elm Street' el regreso de El Raptor, es un juego demasiado insistente entre la figura del psicópata y la vuelta de tuerca a Freddy Krueger pero sin capacidad para convertirse en icono.
Lo fantasmal no acaba de cundir pese a que las heridas del pasado, el estiramiento de flashbacks entrecortados y cierto aroma rezuman dolor y redención. Es un slasher donde el miedo atávico, lo sobrenatural congelado y lo imprevisible (adentrarse en el sueño sin saber si saldrás de él) propician una ecuación turbadora que, sin embargo, el filme solo enuncia. Al otro lado del teléfono se intuye el horror pero lo que vemos parece producto de haber marcado un número equivocado. Hace ahora dos décadas Derrickson firmaba 'El exorcismo de Emily Rose' y empezaba a ratificarse que era un director muy hábil para generar miedo en un sentido hondo. En el caso que nos ocupa el filme cae en la trampa de lo mecánico pese a que lo mejor de la cinta radica no tanto en quién habita ese miedo como en la presentación casi psicológica de espacios y lugares siniestros. El pulso entre el misterio y la oscuridad, el escalofrío que se intuye y su representación parecen necesitar de una buena guía telefónica.
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