Pentagrama cojo
Embajadores Santander. ·
El biopic, al pie de la vivencia, es más chanson que retrato de persona. La ambición del cantante es más audaz e inabarcable que la película que busca acercar al hombreEn la voz y la manera de interpretar las canciones de Charles Aznavour puede visualizarse una evocación, una huella nostálgica, una forma de arrastrar muchos ... equipajes en apenas unos minutos. Pero estamos ante un biopic que pisa todas las estancias, trayectos y vicisitudes que se le pide a un material biográfico al pie de la vivencia.
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Año 2024
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País Francia
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Dirección y guion Mehdi Idir, Grand Corps Malade
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Reparto Tahar Rahim, Bastien Bouillon, Marie-Julie Baup, Petra Silander
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Género Biopic
Es un músico encerrado en una sucesión de canciones entre las cuales asoman pinceladas de una vida. Es diálogo sonoro de un cantante entre fracasos y éxitos, mostrado a la intemperie superficial a través de un pentagrama sin capacidad para seducir. A contracorriente, la voz y la figura se van abriendo paso en lo cinematográfico entre obstáculos, tópicos y lugares convencionales, revisitados, muy aferrados a una serie de zonas de confort. Hay más enjundia, viveza y crónica en los temas seleccionados que en la mirada sobre el artista.
La paradoja es que Mehdi Idir y Grand Corps Malade (el alias del compositor y poeta Fabien Marsaud) tampoco convierten 'Monsieur Aznavour' en un musical, quizá la apuesta radical que merecía un acercamiento diferente al artista. En esa maraña confusa y esquemática a la vez el actor Tahar Rahim pone piel y espíritu para resultar creíble en su encarnación. La dureza, el desgarro, las dificultades tras la textura de las bellas canciones nunca adquieren categoría de verdad cercana y sí de postal musical. De la Édith Piaf encarnada por Marie-Julie Baup a los diferentes personajes que de forma mezquina, simplemente racista o despreciativa no aceptaron al artista tenaz y de origen inmigrante que tenían delante, el filme enuncia pero nunca es capaz de rasgar la superficie. Las imágenes tararean la época y el perfil del cantante pero no se escucha la percusión al fondo de las cosas y las personas. Sobran minutos porque la partitura devora al guion en su reiteración e insistencia. Los cineastas de 'Patients' surcan el vinilo de una vida. Pero uno duda de que lo hagan con las revoluciones adecuadas. El hijo de refugiados mutado en símbolo de la cultura francesa supone adentrarse de forma más ambiciosa y profunda en los hechos y sentimientos de una carrera, más allá de plasmar sueños infantiles y escenarios solapados. Cinco partes estructuran, de Les Deux Guitares a La Bohème, pasando por Emmenez-moi, el aliento de una vida, pero el filme es más chanson que retrato de persona. La ambición del cantante es bastante más audaz e inabarcable que la película que busca acercar al hombre.
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