Al pie de la letra
Cinesa, Ocine y Yelmo. ·
Es un biopic esquinado, se regodea en el proceso pero todo es susurro en bucle. Falta precisamente la intensidad pasional a la que apelaSi para llegar a Nebraska tuvo que atravesar aguas turbulentas –hablamos metafóricamente de la grabación de The Boss–, el filme que se acerca al músico ... a través de su histórico álbum recorre los claroscuros pero carece de la hondura trágica e intensidad del enunciado. El 'Deliver Me from Nowhere' es como un tatuaje que se fuera difuminando a medida que dibuja las formas, o deforma la piel de la pantalla para imprimir una silueta o una palabra. Esta inmersión en el proceso creativo con mirada atrás para indagar en la infancia de Springsteen y en las heridas del vínculo con su padre, carece del desgarro que permita otorgar autenticidad al retrato. A cambio, resulta excelente el trabajo de Jeremy Allen White (fuera de los fogones ardientes de The Bear) que incluso pone su voz a las canciones, hasta generar los mejores momentos de una película que no define del todo sus pretensiones. Huye de lo convencional con un biopic esquinado que acaba por traducirse casi en lo contrario. Y abusa de algunas insistencias biográficas que desmienten la puesta en escena, el estilo, la sobriedad y pausa de los momentos más íntimos.
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Año 2025
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País Estados Unidos
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Dirección y guion Scott Cooper
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Reparto Jeremy Allen White, Jeremy Strong, Odessa Young, Stephen Graham
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Género Drama Musical
El actor y lo minucioso, a la hora de perseguir la intrahistoria de 'Nebraska' y de un periodo en la trayectoria vital y creativa de Bruce, construyen una película. Mientras que sus tentaciones de hagiografía (hubiese sido preferible un documental al uso) y sus constantes guiños a la superación personal y a cierta redención, es otra cinta que resta interés y la inunda de tópicos. «Me declararon no apto para vivir», reza una letra de la obra de Bruce Springsteen. Para llegar a visualizar ese camino sinuoso, la cinta de Scott Cooper no propone nunca una mínima dosis de profundidad y se queda en el manual del artista que vive enquistado en la tortura.
Lo oscuro e intimista es un camino de ida que empezamos a recorrer pero solo encontramos un camino de vuelta detenido en el melodrama. Los flashbacks redundantes buscan desnudar de manera simple traumas y fantasmas. Casi nada apunta hacia la complejidad de los trayectos que discurren entre el maravilloso 'The river' y el caudal interior de 'Nebraska'. Por mucho que sepamos que el músico ve 'Malas tierras', se sumerge en los cuentos de Flannery O'Connor y escucha a Suicide, sigue faltando una voz, cantada o insinuada, que muestre la verdadera dimensión del dolor, el poema oculto que lleva a la génesis de esa nada existencial de la que casi nunca se vuelve.
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