Cooking Sections entrelaza danza, arte y ciencia en una exposición para evocar 'Las olas perdidas'
El colectivo británico se presenta en España con una acción performativa que se podrá visitar en el Centro Botín hasta marzo del próximo año y en la que se reflexiona sobre el impacto humano en los océanos
La nueva exposición del Centro Botín es arte, pero también es ciencia. Tiene poesía, pero también denuncia. Hay danza y música, pero detrás late un ... riguroso trabajo de investigación plástica y oceanográfica. Todo eso converge en 'Las olas perdidas', una instalación performativa del colectivo Cooking Sections, formado por Daniel Fernández Pascual y Alon Schwabe, nominados al Premio Turner en 2021 y referentes internacionales por su forma de conectar arte y ecología. La muestra, que se inaugura hoy, sábado, y podrá visitarse hasta el 1 de marzo de 2026, supone su primera exposición en España.
La pieza ocupa la segunda planta del edificio y convierte el espacio en una especie de organismo vivo. En ella, una bailarina –en realidad siete intérpretes que se van turnando en cada pase– se enreda en una estructura de muelles metálicos que evocan la energía y el vaivén del mar. Los rodea, los tensa, los agita o los acaricia mientras suena una composición creada ex profeso por el músico y artista Duval Timothy, quien ha traducido en once piezas los ritmos y las formas de once olas reales desaparecidas en las que se inspira el proyecto. Cada pase, de media hora, es distinto: cambia con la luz, la hora, el estado del mar o la meteorología y es que, a través de los grandes ventanales de la sala, el Cantábrico se integra en la instalación y el público puede sentarse, caminar o dejarse envolver por el movimiento y el sonido.
Pero 'Las olas perdidas' no es solo una experiencia sensorial. También es una investigación científica y ecológica desarrollada a lo largo de más de un año en colaboración con el Grupo de Ingeniería Geomática y Oceanográfica de la Universidad de Cantabria (UC), que ha ayudado a identificar e interpretar esas once olas concretas –cada una con su nombre, forma y biografía– que se han esfumado por la acción humana: los dragados marinos, la expansión portuaria, la extracción de arena o la urbanización costera. «Cuando una ola desaparece y no vuelve, hay una serie de ecologías que desaparecen con ella», tal y como explicó Daniel Fernández. La idea, según indicó, nació de la observación de la ola de Mundaka, que desaparece temporalmente cada vez que un barco entra en la ría, y desde ahí se extendió a otras desaparecidas en lugares como Agadir (Marruecos), Ala Moana (Hawái), Cabo San Francisco (Sudáfrica) o Rabo de Peixe (Azores).
La exposición
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'Las olas perdidas' Es una instalación performática, que se podrá visitar hasta el 31 de marzo en la segunda planta del Centro.
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Autores e intérpretes Se trata de una obra del Colectivo Cooking Sections y cuenta con la interpretación de siete bailarines que se van turnando durante el horario de visitas. El músico y artista Duval Timothy es el autor de la partitura.
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Otros datos. La comisaria es Bárbara Rodríguez Muñoz y en el proyecto colabora el Grupo de Ingeniería Geomática y Oceanográfica de la Universidad de Cantabria.
El resultado de su investigación, con el apoyo del grupo de la Universidad de Cantabria, es esta muestra, comisariada por Bárbara Rodríguez Muñoz, directora de Exposiciones y Colección del Centro Botín, que se completa con paneles y grandes lonas en los que se narran las historias de esas olas ausentes. «Ante la pérdida ecológica, Cooking Sections crea un homenaje a estas entidades naturales, actualizando el concepto de monumento y convirtiendo la galería en una celebración de la abundancia de la naturaleza, pero también en un lamento por su agotamiento», señaló la comisaria.
A lo largo del recorrido, el visitante puede escuchar el rumor de esas olas que ya no existen, sentir su ritmo transformado en música y movimiento, y comprender cómo la acción humana altera paisajes, hábitats y formas de vida. El proyecto propone así una mirada poética pero también crítica: una reflexión sobre cómo regenerar los ecosistemas costeros que aún pueden salvarse.
El Centro Botín ha querido, además, que la exposición sea el punto de partida de un proceso creativo participativo a gran escala. Durante los meses que permanezca abierta, los visitantes podrán aportar sus ideas en la Galería E del edificio, transformada en un espacio de reflexión en colaboración con el Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale, para generar propuestas sobre cómo restaurar nuestros entornos naturales.
La muestra se acompaña de un catálogo bilingüe, editado por la Fundación Botín junto a Spector Books y coordinado por Amy Sherlock, que incluye ensayos de pensadores y especialistas como Yayo Herrero, Ros Gray, Nerea Calvillo, Sria Chatterjee, Theodossis Issaias y Mari Margil, entre otros. Todos ellos abordan, desde distintas disciplinas, la relación entre arte, ecología y crisis climática.
Para Cooking Sections, interpretar la desaparición de las olas es rastrear las fuerzas que remodelan nuestras costas: el dragado, la extracción, el cambio climático… y reconocer que cada ola desaparecida deja una huella, una cicatriz en el lecho marino. «Esperamos que esta instalación anime a proteger los hábitats y ecosistemas costeros», apuntaron los artistas.
'Las olas perdidas' es, en definitiva, una instalación viva que se mueve entre la belleza y la advertencia. Un homenaje al mar que ya no suena igual y, sobre todo, un canto silencioso a aquello que aún podemos proteger.
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