Cuarteto de 'Realidades y ficciones'

«No es que la ficción y la realidad sean términos contrapuestos, sino que la ficción es un modo, un instrumento para articular un determinado modelo de lo real. Toda fotografía es una manipulación». La sentencia del artista Joan Fontcuberta, quizás el creador que más ha reflexionado sobre la evolución del lenguaje de las imágenes, su consumo y su uso, preside la filosofía de la primera exposición de la temporada en el Centro Cultural La Vidriera. El próximo jueves, día 5, se inaugura esta cita colectiva de fotografía bajo el epígrafe 'Realidades y ficciones' en la que participan Araceli Gedack, Enrique Gambarte, Yuri Portolés y Rafael Pablos. Este recorrido gráfico supone, asimismo, el nuevo ciclo expositivo del curso 2017-2018, antesala de la 26 edición del certamen de fotografía, en la modalidad de Maratón, que se celebrará el próximo sábado, día 7.

La muestra fotográfica reúne cuatro miradas en un trenzado de ficciones y realidades que demuestra que ambos términos resultan «ser dos caras de una misma moneda y nos hablan del extraño y curioso mundo que estamos fabricando, en el que las certezas parecen haberse retirado del escenario», apunta la historiadora del arte y comisaria de exposiciones Lidia Gil, en el texto que acompaña a este proyecto.

Los cuatro fotógrafos que se presentan en esta muestra, tres cántabros y un vallisoletano, abordan la mirada monográfica de muy diferentes maneras.

Enrique Gambarte se plantea que «lo único verdaderamente real en la vida es la muerte y muestra paisajes simbólicos llenos de poesía que evocan lo sublime y la trascendencia al más puro estilo romántico». El autor, que se inició en la fotografía a los 20 años, se dedicó profesionalmente a esta actividad en Barcelona. De vuelta a Santander decidió conocer en profundidad el lenguaje fotográfico en el taller de Talo Beraza. Su primer reportaje surgió tras un viaje a Nueva York y a partir de ahí compaginó esta actividad con la docencia.

Las imágenes de Araceli Gedack «hacen reflexionar en la libertad que genera lo ambiguo, lo difícilmente definible o clasificable, lo que puede ser muchas cosas, dejando lugar así a la fantasía, acercándose a lo real desde el movimiento y la complejidad».

La fotografía para Gedack es un medio que le permite «expresarse en libertad, entender el mundo que le rodea y explorar su relación con los demás». Nacida en Krefeld pero residente en Cantabria desde su infancia, inicia su formación fotográfica en 2003 con el fotógrafo Pablo Hojas, con quien realizó varios talleres y, posteriormente, con Luis Baylón en el Taller de Fotografía Roales. Ha completado su formación con fotógrafos internacionales. En los últimos años ha recibido varios reconocimientos a su trabajo y ha participado en numerosas muestras, especialmente, de carácter colectivo, de Espacio Imagen al Festival Miradas de mujeres.

Rafael Pablos ficciona deliberadamente «objetos reales creando maravillosas imágenes simétricas a partir de raíces de árboles que generan surrealistas figuras que hacen recordar al test de Rorschach, por las múltiples asociaciones a las que pueden dar lugar». Él mismo fabrica casi todo lo que interviene en el proceso, «formando una especie de círculo que contiene un cierto anhelo de ordenar el mundo, de mantenerlo bajo un cierto control». Desde sus inicios, su iconografía se ha nutrido de elementos próximos: su familia, su casa, los objetos cercanos o, como en este último trabajo, las raíces de algunos árboles de su jardín. A lo largo de toda su carrera, este fotógrafo ha usado un tipo de mirada reflexiva y conceptual, fruto de un proceso lento y minucioso en el que las imágenes existen de forma plena y completa, inicialmente, en el pensamiento del autor y más tarde llega su ejecución. Un ciclo que se desarrolla en la secuencia de pensar, fabricar y fotografiar.

La cuestión sobre la que se articula la obra de Yuri Portolés es «la denuncia social, con una estética cercana a la imagen publicitaria o a las extrañas ficciones del reality show, que enumera algunos de los grandes problemas a los que se enfrentan las sociedades actuales. Esos que muchas veces quedan «enmascarados por el excesivo sensacionalismo de los medios de comunicación y son perversamente utilizados y manipulados, restando así la importancia radical que merecen y jugando con la recepción de los mensajes por parte de los espectadores de la sociedad del espectáculo». El autor presenta una propuesta con «una enorme carga social, en la que se plantea la dicotomía de realidad o ficción en multitud de situaciones que vivimos a diario». Temas como la violencia de género, la pederastia, la precariedad laboral, la educación, la sanidad y un largo etcétera, se ven retratados conceptualmente como denuncia clara y rotunda frente a los gravísimos problemas que sufre nuestra sociedad.

La muestra de La Vidriera es el pórtico a la nueva convocatoria de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Camargo, la mencionada nueva edición del concurso de fotografía digital, en el que se recupera la modalidad del Maratón. Con este certamen se pretende «potenciar la creatividad y mostrar la realidad geográfica y cultural de Camargo a lo largo de un día. La inscripción está abierta hasta mañana miércoles y el sábado, a las diez, los participantes se concentrarán en La Vidriera donde recibirán las instrucciones. Desde las 21.30 horas se proyectarán todas las imágenes presentadas en la carpa ubicada en la Plaza de La Constitución y se procederá a la entrega de los premios. De todas las obras presentadas, se hará una selección que se exhiban en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural en noviembre. No obstante, en la muestra se proyectarán todas las obras que concurran al certamen.

Mañana miércoles, a las 19.30 horas, se inaugurarán los cursos de Expresión artística 2017/2018. El acto lo abrirá Alium Dúo, surgido el pasado año e integrado por el trompetista Alberto Vaquero y el guitarrista Alejandro Ceballos. Ambos instrumentistas con formación clásica cuentan con una considerable trayectoria interpretativa, pero a su vez con una gran inquietud por explorar nuevas vertientes musicales. La búsqueda por ampliar conocimientos sobre otras músicas más alejadas del mundo clásico lleva a estos dos músicos a adentrarse en este ilusionante proyecto, en el que trompeta y guitarra «se unen para crear una formación totalmente atípica e inusual, pero a la vez mágica y exótica».

Alium Dúo es «un viaje sonoro en el que el oyente se adentrará en una miscelánea de tímbricas: «Desde el sonido más íntimo de la guitarra, hasta el más intenso de la trompeta, logrando un fusión insólita y palpablemente atractiva». Una agrupación diferente que interpreta en su mayoría composiciones propias realizadas por su trompetista Alberto Vaquero, fusionando en ellas elementos de jazz, folklore y música clásica contemporánea.