La educación especial se hace visible

En las fotografías, se puede ver a niños y jóvenes desde los tres a los 21 años realizando las actividades habituales de cualquier centro de enseñanza; escriben, leen, ríen, hablan con sus compañeros, escuchan a sus profesores y aprenden. Junto a las imágenes, pueden observarse distintos objetos que forman parte del día a día de los alumnos. Los objetivos del colegio de Parayas son los mismos que los de un centro ordinario pero con un camino más colorido.

El apoyo visual es fundamental en este tipo de enseñanza porque ayuda a comprender mejor el entorno que rodea a los alumnos. En este colegio abundan los pictogramas, con los que señalizan los espacios, estructuran tareas y describen actividades cotidianas. Estos pictogramas también son protagonistas de la exposición. La agenda visual de Irene, que muestra la semana en cartulinas de distintos colores, permite a la niña colocar con velcro las actividades que debe realizar para organizar su día a día.

Las manos son elementos de aprendizaje fundamentales. En este centro, utilizan la metodología TEACHH, que consiste en estructurar actividades en bandejas, cajas y carpetas -que pueden verse en la muestra- con materiales cotidianos para aprender de manera atractiva. Otros objetos de la exposición están destinados al aprendizaje a través de los sentidos. En el centro de la sala, se observa un espacio amplio que recuerda al aula multisensorial del colegio, un lugar para fomentar el desarrollo neurológico que cuenta con diferentes rincones en los que los niños se exponen a diferentes estimulaciones.

La fisioterapia es imprescindible en la educación especial. La muestra recoge diferentes elementos, como sillas de ruedas adaptadas, utilizados por los estudiantes y fisios del centro de Parayas. Un tratamiento adecuado para cada niño puede ayudarle a mantener y mejorar su salud, además de facilitar su integración comunicativa y social.

Los alumnos del Programa de Transición a la Vida Adulta -más de dieciséis años- y del Programa Específico de Formación Profesional Básica -más de diecisiete años- aprenden también destrezas laborales, con un plan personalizado que tiene en cuenta las características de cada uno. En ellos, se enseñan tareas prácticas, entornos reales y la importancia del trabajo en equipo.