'El mar' de José Ramón Sanchez, de 'Sotileza' a 'Moby Dick', recala en La Vidriera

En esta nueva muestra se reúne un itinerario representativo de azul y literatura, de biografía personal y creatividad, de visión y reinterpretación de paisajes reales e imaginarios. Caben óleos y dibujos de sus ambiciosas aventuras, la pictórica y de la novela gráfica, sobre la obra de Melville; la colección de 'Sotileza' y la serie de 'Memorias de un día'.

El televisivo dibujante de programas como 'Sabadabadá' confesó sobre su Moby Dick que su sueño desde niño era «llegar a dibujar bien para hacer una historieta y lo he conseguido con 80 años y nada menos que con una obra de 180 páginas hecha a lápiz».

En estos diez años, marcados por el Premio Nacional y una ingente sucesión de proyectos culminó su trabajo sobre las Guerras Cántabras: Cantabria: la epopeya I. Segisama y Cantabria: la epopeya II. Monte Vindio. En 2012 abordó de nuevo el campo de la ilustración infantil, con la publicación del libro 'Cuando el abuelo fue niño' (Valnera), en el que contaba su vida de una manera sencilla y cercana.

En junio y julio de 2014 expuso por quinta vez en el Museo MAS de Santander, en esta ocasión una serie sobre la guerra civil española, bajo el título de 'Maldita guerra'. Publicó 'Años difíciles' en la editorial Valnera y, un año más tarde, vio la luz 'Memorias de un día', también en Valnera, un emocionante ejercicio literario en el que se desnudaba psicológicamente ante el lector. En octubre de 2017 irrumpió con fuerza y maestría en el mundo del cómic, dándole forma gráfica a Moby Dick, la monumental obra de Herman Melville.

Ruth Domínguez Viñas, conservadora del Museo Etnográfico de Castilla y León subraya que el octogenario José Ramón Sánchez «es, afortunadamente, fecundo en obras e ideas y trabaja incansablemente a diario en su estudio-casa de Santander, tal y como se refleja en su libro ilustrado 'Memorias de un día'». Y resalta el mar, la mar que baña la tierra en la que nació y que tanto le ha inspirado le ha servido «para crear pinturas tan extraordinarias como las que conforman las series 'Moby Dick' y 'Gentes de Sotileza', otros dos fantásticos trabajos en torno al tema marítimo en los que, quizá, toma el mar como excusa para pintar sobre libros y personajes de fabulosa genialidad».

'Moby Dick' engancha desde sus primeras páginas, «tornándose enseguida en una aventura digna de ser mil veces reinterpretada en las artes visuales y plásticas». Observar los cuadros de José Ramón, en torno a la magnífica novela de Melville, es «contemplar un conjunto de fotogramas que conforman una nueva versión pictórica. Es tener la sensación de encontrarse en el interior de una cámara o frente a una enorme pantalla de proyección, fragmentada en decenas de escenas».

'Gentes de Sotileza', por su parte, proyecto basado en la obra cumbre de Pereda, ilustra «a las gentes santanderinas que faenan en las aguas del Cantábrico, que trajinan a diario con el pescado obtenido, que cargan las barcazas y reman en las traineras a contracorriente como si les fuera la vida en ello, que así es».