El legado de Joaquín González Echegaray ya está a disposición de los investigadores
El valioso Fondo fue entregado hace un año a la Universidad de Cantabria en calidad de donación por su familia. Ha sido tratado y digitalizado parcialmente
GUILLERMO BALBONA
Domingo, 3 de febrero 2019, 10:40
La investigación prehistórica, muchas veces olvidada o arrinconada, recobra ahora un latido fundamental que servirá de referente durante generaciones. El legado del prehistoriador y arqueólogo Joaquín González Echegaray (1930-2013), que dejó como estela una obra ingente y monumental, guiada por un pensamiento científico moderno y original, se halla ya a disposición de los investigadores dentro de los archivos y colecciones especiales de la Biblioteca Universitaria. El llamado Fondo Joaquín González Echegaray fue entregado hace un año a la Universidad de Cantabria en calidad de donación por los herederos del ilustre investigador cántabro, que han querido de este modo preservar y dar a conocer su valioso legado. En los últimos meses se ha abordado el tratamiento, descripción y digitalización parcial de la documentación de esos archivos y colecciones que constituyen el epicentro de la memoria y legado científico de una de las figuras fundamentales de la cultura cántabra del siglo XX y, por ende, de la investigación prehistórica.
Como subraya la propia institución académica González Echegaray es uno de los pilares más importantes en el estudio de la prehistoria y la historia antigua en Cantabria. Durante los años 50 participó en excavaciones en Oriente Medio, especialmente en el yacimiento de El-Khiam, vinculado con la Casa de Santiago de Jerusalén. Posteriormente, colaboró en excavaciones de numerosas cuevas en Cantabria, destacando por sus trabajos en las de Morín y el Juyo.
Polígrafo fecundo, Echegaray contribuyó con numerosos artículos y conferencias al conocimiento de la historia antigua y la etnografía de Cantabria y ayudó a la introducción de nuevas técnicas en el estudio de la arqueología. Discípulo de Jesús Carballo, con el que coincidió siendo subdirector en el Museo Regional de Prehistoria y Arqueología. Dirigió también el Museo de Etnografía de Cantabria, el Museo Nacional y Centro de Investigación Altamira y el Instituto de Investigaciones Prehistóricas, del que fue cofundador junto a Freeman.
«Se ha inventariado la documentación, digitalizado los originales más sensibles y catalogado los materiales bibliográficos»
Destaca además su excavación arqueológica de los 50 en Cueva Morín, junto al profesor Lawrence Freeman de la Universidad de Chicago, y en la gestión, la valiente y nada fácil decisión del cierre de la Cueva de Altamira al público.
El Fondo de quien fuera historiador, biblista, filólogo y etnógrafo santanderino, que dejó un legado ingente, tras una trayectoria con profusas excavaciones y más de cuarenta obras fundamentales entre centenares de publicaciones, está configurado por su archivo y su biblioteca personales, que ahora se ofrecen a la investigación tras el proceso de organización y tratamiento técnico realizados estos últimos meses. Las labores desarrolladas en este tiempo se han centrado en «inventariar la documentación, digitalizar los originales más sensibles al deterioro y catalogarlos materiales bibliográficos».
Más de seiscientos libros
La biblioteca de Echegaray reúne más de 600 libros y separatas que incluyen su producción personal, así como la de otros autores con los que compartió investigaciones en el campo de la arqueología, prehistoria e historia antigua.
En el caso del archivo personal se recogen apuntes y notas manuscritas relativas a sus trabajos, documentación de excavaciones arqueológicas o, incluso, una obra inédita prohibida por la censura en 1958.
También reúne informes y documentos de la diócesis de Cantabria y de su participación como sacerdote en la vida eclesial. Junto a esta documentación se pueden consultar también más de 1500 cartas de correspondencia con prehistoriadores como Jesús Carballo, Julio Martínez Santa-Olalla, Martín Almagro y otros investigadores internacionales. Las cartas, junto con más de 300 fotografías de su colección personal, han sido completamente digitalizadas para facilitar su consulta a los investigadores en la Biblioteca, preservando mejor los originales.
El archivo personal recoge apuntes y notas manuscritas relativas a sus trabajos
Artífice de 215 publicaciones científicas, cuya creatividad y labor docente y profesional generó un patrimonio cultural impagable para la región, su legado pasa ahora a integrar los fondos originales y especiales de la Biblioteca Universitaria que «se configuran por archivos de interés histórico y colecciones gráficas y bibliográficas de especial valor, como el Fondo Joaquín González Echegaray, y también por la colección de Arte Gráfico de la Universidad de Cantabria, de la que existe un Gabinete de estampas virtual».
Una contribución esencial al conocimiento de Cantabria
Hijo Predilecto de Santander y de Cantabria, Doctor Honoris Causa de la UC, la proyección internacional de sus estudios no debe ocultar su contribución al conocimiento de la Historia de Cantabria a través de sus obras dedicadas a la Filología, estudios bíblicos o la Etnografía. La inabarcable trayectoria de Joaquín González Echegaray pasa por el desempeño de responsabilidades de todo orden que se tradujeron en una huella impagable. Historia viva de la arqueología regional, el Fondo permite acercar su larga e intensa labor como investigador y administrador del Patrimonio Cultural de Cantabria. Una trayectoria como vicedirector del Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander, primer director de Altamira, director del Museo Etnográfico de Cantabria, delegado nacional y jefe provincial de Excavaciones Arqueológicas, profesor del Seminario Diocesano de Santander, de la Universidad Pontificia y de la de Deusto,
De este modo los 'Fondos originales y colecciones especiales', acceso común a todos los fondos, y el Fondo Joaquín González Echegaray, descripción y acceso a contenidos, conforma una documentación que «puede ser consultada por cualquier persona, concertando cita previa, según se explica en el apartado de Condiciones para la consulta de todos los fondos originales y colecciones especiales en el sitio web de la Biblioteca Universitaria».
Un legado considerado fundamental para los investigadores, dado que Echegaray, humanista, sacerdote, estudioso y riguroso analista del pasado, abordó prácticamente todos los territorios posibles del mundo de la prehistoria durante seis décadas. Como recordó en estas páginas tres años después de la muerte del investigador cántabro, Edgard Camarós, doctor en prehistoria del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución social, Echegaray «estudiaba al ser humano en todas sus vertientes, porque al fin y al cabo Don Joaquín estaba enamorado del ser humano, al que dedicó toda su vida».