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"Escribir bien es fácil, lo difícil es tener una buena historia que contar"

"Escribir bien es fácil, lo difícil es tener una buena historia que contar"

María Oruña, que presentó en el Aula de Cultura su nueva novela, ‘Un lugar a donde ir’, considera que "para que un libro sea bueno tiene que tener verdad",

Rosa Ruiz

Jueves, 2 de marzo 2017, 07:12

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«¿Por qué no ambientar una novela policiaca en Cantabria?». Como buena gallega María Oruña responde con una pregunta cuando se la interroga sobre los escenarios de sus dos novelas Puerto escondido y Un lugar a donde ir ambas publicadas por Planeta. Dos tramas policiacas protagonizadas por la misma teniente de la Guardia Civil, Valentina Redondo, y que se desarrollan en distintos paisajes de esta región. La escritora, que presentó ayer en el Aula de Cultura de El Diario Montañés este último libro, desveló muchos detalles de la obra y, sobre todo, de su concepto de la literatura. «Al final escribir es más o menos fácil, lo difícil es tener una buena historia que contar», afirmó María Oruña que es hija de cántabro y visitante asidua de Suances, sobre todo en su niñez.

Acompañada del presidente del Ateneo, sede de las actividades de este Aula, Manuel Ángel Castañeda, María Oruña (Vigo, 1977) fue respondiendo a las preguntas que los escritores y expertos en novela negra, Jesús Cabezón y Javier Menéndez Llamazares, le fueron formulando durante el acto y así fue como el público, que se animó a participar en el coloquio, conoció muchas de sus inquietudes.

Por ejemplo, que siempre apuesta por un tema a la hora de abordar sus obras; que en la narración le gusta jugar con el lector para convencerle de su propuesta; que le divierten más las novelas corales que las de un único protagonista y, sobre todo, que ella escribe los libros que le gustaría leer. «Creo que un buen escritor tiene que demostrar que se tiene que adaptar a la trama y a lo que le piden los personajes sino, seríamos una máquina de hacer textos y el libro no serviría para nada».

Desde la publicación de Puerto escondido hasta Un lugar a donde ir apenas ha pasado dos años, sin embargo su evolución como escritora es bien notable, algo que achaca a su interés a la hora de desarrollar la trama. «Si quieres que el texto sea bueno tiene que tener verdad. Creo que los buenos escritores deben desnudarse para poder convencer al público que le gusta leer. Para mí escribir no es un hobby. Yo tengo un respeto máximo al lector».

Como Juan Salvador Gaviota

La nueva historia de María Oruña comienza siete meses después del desenlace de Puerto escondido con la aparición de una mujer muerta en el yacimiento arqueológico de La Mota de Tres Palacios (Hinojedo) ataviada con ropa medieval y una extraña moneda entre sus manos.

La trama, según reveló, le ha servido para conocer un poco mejor el trabajo de muchos arqueólogos. «A la hora de escribir parto de un único tema y en este caso me apetecía mucho hacer algo relacionado con cuevas. En la fase de documentación me di cuenta que los arqueólogos son buscadores de verdades y todo lo que descubrí sobre su trabajo superó mis expectativas. Me recuerdan mucho a Juan Salvador Gaviota, que siempre volaba a contracorriente de la bandada para buscar su verdad».

Su posicionamiento entorno a estos trabajos, que según desveló es «mas bien a favor de la conservación por encima de la explotación» le sirve también para mostrar una serie de reflexiones personales. «Me aburriría sí solo me limitase a escribir una trama policial. En este caso quería que el lector reflexionase sobre el choque que existe entre la Historia y la modernidad»

Además desveló que los lugares donde se desarrolla esta investigación de la agente Valentina Redondo el apellido del personaje es un homenaje a la también escritora de novela negra Dolores Redondo no están elegidos por su belleza o tirón turístico, «que en este caso mucho de ellos lo tienen», sino porque le transmiten cosas y, por lo tanto le ayudan a trasladar al lector las inquietudes de sus protagonistas.

Aunque esta novela es «autoconclusiva» pues tanto la investigación policial como las historias paralelas de los personajes acaban resueltas, María Oruña terminó confesando que ya está escribiendo un nuevo caso para Valentina Redondo. «Pero a la vez tengo en la cabeza una cuarta novela, que en esa sí que no sale esta protagonista», anunció.

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