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Gwendal, durante su actuación en el Getxo Folk 2015.
Gwendal, la primera 'movida'

Gwendal, la primera 'movida'

'Live in Getxo' cierra, de momento, el círculo de la banda de música celta que insufló aire fresco a la juventud española de los 70

Miguel Pérez

Miércoles, 20 de julio 2016, 16:59

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La 'movida' entendida como un soplo de aire fresco en la cultura y la sociedad española tras la penosa travesía de la dictadura no se entiende sin Gwendal. Si alguien busca antecedentes, este es uno de ellos. A mediados de los 70, justo en los estertores del franquismo y bastante antes que Alaska, Nacha Pop o Los Secretos triunfaran en escena, la banda de naturaleza bretona comenzó a actuar asiduamente por España. Su argumento era la música celta. Nada que ver con el pop o el rock urbano. Pero sí con la idea de reventar cerrojos. La misma bandera de quienes prenderían las calles a principios de los 80 desde Rock Ola, la Vía Láctea y todos los rincones de Malasaña.

Después del largo invierno, Gwendal logró hacer vibrar a una juventud que dejaba el gris. Fascinada por un sonido absolutamente fresco, jovial, canónico, en esa novedad comenzó a percibir los conceptos de ilusión y libertad. Sugería que la revolución estaba en marcha. Los conciertos se sucedían en colegios mayores, patios de instituto y escenarios al aire libre donde se alojaba el incipiente aperturismo. Símbolos. Como la pana de Felipe González. Tanta fue la fascinación que la historia se convirtió en vínculo. Los españoles transformaron en hijo adoptivo al grupo, que llegó a ser más famoso aquí que en Francia, al menos, en número de bolos. Y cuatro décadas largas después, la relación sigue funcionando, Esta misma semana se ha editado 'Live in Getxo', un excelente directo grabado en la localidad vizcaína en septiembre pasado y que supone todo un acontecimiento en una formación que ha editado una docena de discos sin apenas concesiones a las actuaciones en vivo. 'En Concert', su otra joya del directo, es hoy día un cotizadísimo álbum grabado en 1981 en el Colegio Mayor San Juan Evangelista de Madrid. Y puede afirmarse que su continuación refleja el regreso del hijo pródigo que nunca se fue.

Vídeo promocional de 'Live in Getxo'.

Lo primero que llama la atención de 'Live in Getxo' es su excelente sonoridad y la fidelidad a las raíces bajo capas de experiencia. Queda claro en el aspecto tecnológico y en la versión y reversión de sus temas clásicos que Gwendal ha madurado, como todos, desde que el cantautor Imanol los presentara en España a su regreso del exilio en Francia tras el franquismo. No en vano, han pasado más de mil conciertos y 45 años desde que el flautista Youenn Le Berre y el guitarrista Jean Marie Renard fundaran la banda motivados por su afición a la música celta. Su primer disco salió en 1974. 'Irish Jig'. El mismo tema con el que actualmente cierran sus conciertos. Otro símbolo. El mismo mito.

Solo Youenn Le Berre ha continuado a lo largo de estas décadas al frente de la banda, en cuyo éxito participó decisivamente su virtuosismo con la flauta travesera y el característico sonido del violín eléctrico de Bruno Barré. A finales de los 70, los destellos de metal y cristal del violín de Barré cautivaron a toda una generación que prácticamente sólo había visto funcionar este instrumento en conciertos clásicos o con algunos maestros del jazz, pero que se asomaba a un nuevo paisaje dominado por el rock progresivo; horizonte que artistas polifacéticos y singulares como Ian Anderson se encargaron de ampliar al frente de Jethro Tull.

Sin embargo, todo encajaba perfectamente en el mecanismo sonoro de Gwendal. Nada era, ni es, casual. La construcción de su repertorio se sustenta sobre una base rítmica de guitarra, bajo y batería con melodías armadas en torno a la flauta y el violín. Paradójicamente, en su origen poseía un marcado acento folkie y carecía del soporte de la batería y la guitarra. Sólo con la introducción de estos instrumentos en el esquema del grupo a partir de 1977, Gwendal giró hacia la fusión con el jazz y el rock que han terminado conformando su sonido característico.

A ello ayuda también la enorme calidad de sus componentes. Aparte de los ya citados, por sus filas han pasado el guitarrista François Ovide o el batería Arnaud Rogers, por mencionar dos ejemplos. Desde hace más de una década, el antiguo miembro de Stone Age Jerome Gueguen se encarga de los teclados. Y el propio Le Berre es un instrumentista de envergadura que a los 9 años comenzó a tocar la flauta y a los 14 dominaba también la gaita, el saxofón y otros instrumentos tradicionales celtas. Aparte de Le Berre y Gueguen, la formación del 'Live in Getxo' la completan Vincent Letreau (violín), Michel Valy (bajo), Ludovic Mesnil (guitarras) y David Rusaquen (batería), así como cuatro baluartes de la música celta en nuestro país a los que invitaron a subir a las tablas: Anxo Lorenzo, Xabi Aburruzaga, Rubén Diez y Rubén Alba. La 'movida' continúa.

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