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Muere Leonard Cohen a los 82 años

Muere Leonard Cohen a los 82 años

Hace tan solo unas semanas presentó su último disco, 'You want it darker' y dijo estar preparado para el adiós

Pilar González Ruiz

Viernes, 11 de noviembre 2016, 08:31

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"Si supiera en donde nacen las buenas canciones, me iría allí enseguida" afirmaba quien fue, ya en pasado, una de las piezas claves de la canción de autor -y mucho más- del siglo XX.

"Hemos perdido a uno de los visionarios más venerados y prolíficos de la música". El mundo de la música está de luto. El legendario cantautor y poeta canadiense Leonard Cohen ha fallecido este viernes a los 82 años. A través de Facebook llegaba este anuncio del que se desconocen otros datos más concretos.

Figura imprescindible de los cantautores surgidos en los años 60, de una generación que encumbró artistas que van desapareciendo para convertirse en mitos, Cohen se mantuvo en activo durante toda su vida, combinando música y poesía, transitando por multitud de géneros en aventuras musicales que no siempre resultaron de su agrado.

En octubre de este año había lanzado un nuevo disco, 'You Want It Darker', donde hablaba de cómo había perdido el miedo a la muerte, listo para el final. "Estoy preparado, señor", cantaba en la canción que da título a ese último trabajo. Un paralelismo inevitable con el 'Blackstar' con el que David Bowie adelantaba su propio final.

Nacido el 21 de septiembre de 1934 en Montreal (Canadá) en el seno de una familia judía, Cohen empezó de joven a interesarse por la poesía y, en especial, por la obra del español Federico García Lorca a quien descubrió en una librería de su ciudad en 1949. En él encontró "permiso" para buscar su voz, "para encontrar un yo" que cambió su perspectiva.

Tras publicar sus primeros poemarios y pasar una larga temporada en Grecia, en su refugio de la isla de Hydra, donde eligió vivir la revolución hippie, Cohen debutó en la música con el disco 'Songs of Leonard Cohen' (1967), considerado una obra maestra y que incluía canciones como 'So Long, Marianne' o 'Suzanne'.

Su voz grave y profunda, -se le conocía como 'trovador de voz cavernosa'-, con la que bastaban dos notas para erizar la piel, y su elaborado estilo literario, en el que mezclaba romanticismo y soledad con un existencialismo sin combate, se abrieron paso en una escena folk norteamericana en la que figuraban coetáneos como Bob Dylan o Joni Mitchell, entre otros artistas. Ellos marcaron la otra cara de una moneda en la que la psicodelia era la corriente que arrastraba las manifestaciones artísticas hacia nuevos giros.

Su alabada carrera, un modelo de referencia para los cantautores de todas las generaciones, incluye otros discos muy destacados como 'Songs of Love and Hate' (1971), 'I'm Your Man' (1988) o 'Various Positions' (1985), en el que aparecía 'Hallelujah', una de sus canciones más populares y reinterpretadas. Las referencias bíblicas son una constante en sus composiciones, más por formar parte de su paisaje emocional y educativo que por profesar una verdadera creencia espiritual.

Tras un retiro en los 90, Cohen volvió en los últimos años de su vida a la actividad musical tras saber que su representante Kelley Lynch le había estafado y dejado al borde de la ruina. Este bache le sirvió para reaccionar, dejar de lado una espiral oscura y volver a los escenarios. Desde entonces publicó 'Old Ideas' (2012), 'Popular Problems' (2014) y su epílogo musical 'You Want It Darker', lanzado este mismo año. Un disco que fue posible gracias a la implicación de su hijo Adam. Fue él quien reunió a los músicos en torno a su padre, en su propia casa y con escasas fuerzas, para grabar la inconfudible voz de Cohen en las que ya son sus últimas canciones.

Entre los múltiples galardones que recibió a lo largo de su trayectoria figura el Premio Príncipe de Asturias de las Letras que obtuvo en 2011. En el Teatro Campoamor, Cohen reiteró su vínculo con España, cuya tierra y alma "tanto me han dado". Por ejemplo, una de sus guitarras y los secretos del flamenco. Su lazos con nuestro país, especialmente con Granada, ciudad que visitó por primera vez en 1986 y donde actuaría en 2003, tuvo también presencia en el celebrado 'Omega' de Enrique Morente y Lagartija Nick, cuyo documental-homenaje se publica veinte años después de su grabación.

Una idea del traductor y amigo de Cohen, Alberto Manzano, que presentó a ambos compositores en una fría mañana de 1993. Morente quería hacer algo con Cohen y para el canadiense, este trabajo que convulsionó -y sigue haciéndolo- el panorama musical, esta fue, junto a la reinterpretación derviche de los poetas de Rumi que versionó, una de las referencias emocionales de su trayectoria.

También surgieron las reivindicaciones hacia su obra cuando se anunció que el Nobel de Literatura será este año para Bob Dylan. Generoso, Cohen afirmó que "es como ponerle una medalla al Monte Everest por ser el más alto del mundo". Ambos representan la sublimación de la poesía aplicada a la música. Uno fascinado por Kerouack. El otro por el mencionado Lorca.

Este mismo año, en el mes de agosto, su musa, Marianne Ilhen, protagonista de la celebrada 'So long, Marianne', fallecía en Oslo. A ella le dedicaba unas palabras premonitorias: "Estoy tan cerca de ti, que si extiendes tu mano podrás tocar la mía".

Entre sus últimas apariciones, figura la presentación del disco en residencia del Consul de Canadá en Los Ángeles, en la que un irónico pero cansado Cohen afirmaba: "Me propongo vivir para siempre". Sus canciones lo harán posible.

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