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Retrato del actor José Sacristán. E. P.
El patio central de Los Arenales se pinta con el 'Fondo Azul' de Rafael Muro

El patio central de Los Arenales se pinta con el 'Fondo Azul' de Rafael Muro

El Espacio Cultural acoge desde el próximo lunes y hasta el 30 de abril la exposición de la Consejería de Cultura, configurada por más de una treintena de lienzos

Guillermo Balbona

Santander

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Sábado, 9 de marzo 2019, 08:31

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La mirada posee 'Fondo Azul'. La unión de sus pinturas se plasma en 'Nuevas figuras'. Es Rafael Muro en su regreso expositivo. Una treintena de obras recientes en las que muestra sus hallazgos como pintor abstracto, «tan singular como aislado, independiente y atípico». El próximo lunes, a las 19.30 horas, en la Plaza del Espacio Cultural los Arenales (Biblioteca Central), se abrirá esta exposición comisariada por Mónica Alvarez Careaga. Organizada por la Consejería de Cultura, la integran más de una treintena de lienzos de grande y mediano formato, que exploran el universo creado por Muro (1955) a través de una producción de obras de acrílicos sobre tela donde se reflejan unas manchas incorpóreas, que aunque informes, «aparecen delimitadas y con un predominio del color amarillento sobre un fondo azul infinito».

Con motivo de la exposición se publica un catálogo monográfico en español e inglés, con textos de la propia comisaria y de la crítica de arte Marta Mantecón.

La ficha

  • La exposición El pintor Eduardo Pascual expone 'Gente de cine, con retratos de actores y actrices realizados a lo largo de su vida, además de personalidades del mundo de la cultura.

  • El lugar En la céntrica galería de arte Espacio Garcilaso, en Torrelavega.

  • La inauguración La muestra se inaugura el sábado, a las 19.30 horas, y se podrá visitar hasta el próximo 11 de abril.

Alvarez Careaga apunta que esa abstracción insólita en Muro no significa que su pintura esté desconectada de la evolución de la disciplina en las últimas décadas. Muro, a su juicio, «asume modos y métodos diversos desarrollando una poética directamente derivada de la práctica en el taller, auténtico origen de su trabajo artístico. Sus imágenes se crean en el espacio irreal de lo plástico mediante un mecanismo de depósito de la materia pictórica, una mancha que se adhiere al lienzo, dispuesto horizontalmente, y que evoluciona de forma azarosa, sin grandes intervenciones del artista, que podría definir su trabajo como una espera de la aparición de lo oculto».

Sus imágenes parten de una mancha que se adhiere al lienzo y que evoluciona azarosamente, sin que el artista interceda mucho en el resultado final, esperando la aparición de lo que estaba oculto.

Tal como apunta la comisaria, el artista cántabro crea «un espacio vacío, un fondo, un agujero plástico, una especie de matriz azulada animada por folículos, lianas y tubos donde surge la vida en forma de criatura orgánica, de embrión cuya implantación es misteriosa y arbitraria su terminación, o bien todo lo contrario: un objeto pétreo, recuerdo de un planeta lejano e inanimado». De este modo Muro establece un juego entre la figura y el fondo, de la que se pueden extraer diversas interpretaciones, concibiendo el mar como fondo y los continentes emergidos como figuras; o bien un espacio sideral y los astros que en el se despliegan. Unas atribuciones que se confirman con las diferencias cromáticas, el amarillo es enérgico y cambiante y el azul armónico y permanente. «Su oposición establece dinámicas de inestabilidad y movimiento», señala Alvarez Careaga.

Los impulsores de esta muestra destacan «lo evocador, lo nostálgico, lo elegante, lo melancólico, lo espiritual» en el trabajo de Muro. Una energía expresiva tranquila y conscientemente suntuosa que «nos conecta con numerosos artistas abstractos, en una tradición que va de Rothko a Kirkeby. Hablar de pinceladas, formas, color, veladuras, y texturas es hablar de deseo». Fruto de un viaje a Camboya, Muro confesó a la comisaria su fascinación por los enormes árboles que abrazan los templos de Angkor. Sus formas «le recordaban a su propia obra, en la que abundan las manchas líquidas, selváticas, de colores amarillentos y verduscos junto a los lazos, antenas y objetos filiformes. Con esta anécdota -subraya Careaga- «se prueba la posibilidad de leer las imágenes abstractas de mil modos».

Constantes y fidelidad

En 'Blue', la historiadora y crítica Marta Mantecón, partiendo de la sentencia, 'Sé que mis colores no son los tuyos', del cineasta, pintor y escritor Derek Jarman, subraya que Muro durante un cuarto de siglo ha permanecido fiel a una serie de constantes: «Por un lado, su interés por la investigación de todo lo inherente al medio pictórico desde un posicionamiento abstracto y, por otro, la utilización del lienzo moreno como soporte, un tejido de algodón crudo, sin teñir, que él mismo tensa sobre bastidores de distintos formatos.

Luego aplica la imprimación y el color hasta que, poco a poco, sus fondos se van tiñendo de azul, para construir unos escenarios silenciosos desde donde brotan extrañas figuras nacidas de su imaginación, tomando como referencia el medio natural».

A su juicio, Muro investiga la gramática del color y las poéticas de lo leve «para hablarnos, en última instancia, del paso del tiempo y de la condición efímera de nuestra existencia». Derek Jarman advierte «cómo el color, cuanto más lejos se hunde en el tiempo y el espacio, más fuerte resplandece; como ocurre con algunos tesoros, no es posible poseerlo, pues se nos escapa entre los dedos para desvanecerse en el crepúsculo de la historia».

Rafael Muro suma esta renovada propuesta a una serie de comparecencias que han forjado su contacto con el público: 'Tránsito en la Sala Mauro Muriedas de Torrelavega; 'Levedades' en la galería Habitar la línea de Madrid, y Bibliotecas con arte, junto a Sara Huete en la propia Biblioteca Central de Cantabria, o el Instituto Cervantes en Hamburgo, que han sido las más importantes de sus individuales. Y también colectivas como la evocación de los Premios Casimiro Sainz 1999/2017 en Castillo de Argüeso; o 'Percepciones' y 'Del azul mar al negro abismal' en el Museo Marítimo del Cantábrico, más 'De par en par' en la Sala Casyc de la Fundación Caja Cantabria.

Por su parte, Mónica Álvarez Careaga, comisaria, consultora y productora cultural, acaba de dirigir la cuarta edición de la feria dedicada al dibujo contemporáneo Drawing Room, con sedes en Madrid y Lisboa. Es historiadora del arte por la Universidad de Oviedo y museóloga por la École du Louvre (París).

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