«El sector audiovisual también debe ser considerado como industria cultural»
El realizador cántabro, autor de más de veinte largometrajes, es presidente de la Fundación Agro & Cultura y vicepresidente de la asociación de productoras La Pacca
El cineasta cántabro Rodolfo Montero (San Martín de Elines, 1963) es, además de director, productor y guionista, un pionero en la confluencia del mundo rural ... y el sector audiovisual. Con más de una veintena de películas y otros tantos documentales, fue ganador de un premio Goya al Mejor Cortometraje en 2006 y, de un tiempo a esta parte, también impulsor y presidente de la Fundación Agro&Cultura, así como vicepresidente de La Pacca (Asociación de Productores Audiovisuales de Cantabria). Siempre a caballo entre Madrid y su Valderredible natal, continúa fiel a sus raíces, allí donde mantiene intactos los objetivos propios de un emprendedor cultural y social, que ve en el sector audiovisual un canal y un motor de futuro para el mundo rural y para el equilibrio social.
-El Festival de Cine y Zona celebró este verano su segunda edición en Valderredible. ¿Qué balance hace?
-Para nosotros como cineastas es un orgullo podernos apoyar en nuestro trabajo para traer a Valderredible visibilidad y respeto al mundo rural a través de un ramillete de películas cada año. También es un honor poderlo hacer con profesionales y empresas de Cantabria, porque ya es hora de que se sepa que en Cantabria hay muy buenos profesionales en nuestro sector.
-La iniciativa aúna el cine con el mundo rural. ¿Cuáles son sus objetivos?
-Somos conscientes de nuestro territorio y de que a través del cine, con propuestas como ésta, podemos incidir en la educación en valores, en el respeto al sector primario y en el equilibrio natural y demográfico que necesitamos en el Valle de Valderredible y, por añadidura, en otras zonas de toda España que sufren problemáticas muy parecidas.
-El festival lo impulsa la Fundación Agro&Cultura que usted preside. ¿Cómo es esta entidad?
-Es una iniciativa social y sostenible en la que tenemos puestas muchas ilusiones y proyectos. Una fundación localizada, honesta y humilde pero con ambiciosos planes, tanto en nuestro valle como en otros territorios de Cantabria, que pone su patrimonio y su talento al servicio del desarrollo rural.
-¿Qué fines persigue?
-En estos momentos trabajamos en cuatro objetivos ya muy avanzados. El primero es un proyecto de Ecomuseo y granja escuela monitorizada audiovisualmente, y el segundo es la implantación de un canal de televisión llamado Agro&Cultura TV que desarrollará formatos sobre el mundo rural, desde la transversalidad entre el sector primario, el turismo, el debate y el entretenimiento. Un tercer objetivo se dedicará a la formación y empleo en el territorio y, por último, el cuarto objetivo es apoyar y acompañar al Gobierno regional, al municipal y a las entidades locales para recuperar y promocionar el patrimonio civil y natural que poseemos. En todos los casos tenemos la suerte como cineastas de poder dar visibilidad y promoción a todas estas acciones para que sirvan de reclamo a nuestros visitantes.
-¿En qué medida cree que el cine y el sector audiovisual son importantes para el mundo rural del futuro?
-No solo del futuro, sino también del presente. No olvidemos que estamos en la generación de las comunicaciones y que necesitamos estar conectados, necesitamos abrirnos y contarnos. Las propuestas audiovisuales son sumamente importantes porque a través de ellas podemos garantizar una visión en positivo de nuestros territorios y porque además podemos lograr puestos de trabajo de una cierta complejidad técnica. Creemos en el elemento natural como parte de nuestra cultura y estamos convencidos que nuestra Cantabria interior tiene mucho que enseñar de su naturaleza, de su cotidianidad y de su historia, y que por tanto tiene mucho que aportar a nuestro futuro común.
-¿Cómo ve el sector audiovisual en estos momentos?
-Estamos en un cambio total de paradigma en el que el cine tiene que competir y ser visto desde una perspectiva poliédrica que antes no existía. El sector audiovisual es cada vez más transversal pero también hay más dificultad para las producciones y los productores independientes. Creo que estamos en un momento que debemos tener mucho cuidado para que no todo sea entretenimiento, porque nuestro sector necesita de la diversidad, de la crítica y de la conciencia social.
-En el caso concreto de Cantabria, ¿cómo es esa situación?
-Ahora más que nunca es importante que se agrupe el talento a diferentes escalas como lo hemos hecho hace bien poco aquí en Cantabria con nuestra asociación recién creada, La Pacca. Creo absolutamente en que nuestro sector debe ser considerado como estratégico y que debe ir de la mano de la cultura por un lado y de la industria por otro, porque ambas piezas son fundamentales para tener futuro y proyección, creando riqueza y puestos de trabajo.
-¿Qué hace falta para que se den esas condiciones en nuestra comunidad?
-Cantabria se encuentra claramente a la cola del desarrollo audiovisual de la regiones españolas, pero de un tiempo a esta parte apreciamos que se nos escucha, y ese es el primer paso para andar ese camino juntos con las instituciones. De hecho hace poco nos recibió el presidente en su despacho, nos atendió y nos tendió la mano. En ese sentido necesitamos ser respetados como industrias culturales, necesitamos un marco legal y legislativo para nuestra actividad y necesitamos también herramientas financieras que en Cantabria, si existen, están infravaloradas o su acceso a ellas es muy difícil para las productoras audiovisuales y en general para las industrias culturales.
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