El sector valora positivamente, pero algo escéptico, el interés del Gobierno por sus necesidades

Los representantes de los gremios del sector cultural en Cantabria mantuvieron el pasado miércoles un encuentro de emergencia con Pablo Zuloaga, vicepresidente y consejero del área, que se desarrolló vía telemática y en el que tuvieron la oportunidad de exponerle su situación y que medidas se hacen más necesarias en cada caso. Fue durante una conversación múltiple, promovida por la Consejería para proponerles un plan de choque que ayude en la recuperación económica del sector. Durante ese encuentro, el vicepresidente trasmitió a sus interlocutores su convencimiento de que la cultura será un motor que activará la economía y el consumo cuando finalice esta crisis y se comprometió a poner en marcha nuevas medidas y reforzar las existentes.

¿Y qué conclusión sacaron los representantes culturales de esta reunión? En general, todos agradecen el gesto del Gobierno regional y valoran positivamente la conversación. Pero se quedan con ganas de más. Algunos con algo de escepticismo, otros con más resignación y todos ellos con la sensación de que hay que concertar más, dialogar y promover medidas más concretas.

El presidente del gremio de Editores, Jesús Herrán, reconoce «la buena voluntad» por parte de la Administración y confía en que no se quede en un brindis al sol. Se pregunta por qué Zuloaga ha tardado tanto en llevar a cabo este encuentro y espera una nueva reunión «cara a cara» en la que cada sector pueda exponer su problemáticas de forma individual. «Nosotros no tenemos las mismas necesidades que el teatro o las galerías».

Los libreros, como reconoce Sonsoles Fernández, representante de su gremio, también tienen su propia problemática y por eso también piden medidas más concretas para su sector que ya estaba bien resentido antes de esta crisis. «Entre otras cosas nos preocupa como se está gestionando la compra de libros por parte de las bibliotecas y la posibilidad de que los centros vendan los libros de texto», dice

En el caso de las artes plásticas, Juan Silió, presidente de los galeristas, confiesa que suele ser escéptico con los políticos, pero le ha gustado que «al menos se den cuenta de que la cultura es un motor fundamental para la recuperación de la economía».

Algo parecido señaló Vicente Gutiérrez de la Asociación Audiovisual de Cantabria (AcuCa). «Es interesante que empiece a haber propuestas y nosotros estamos preparando una batería de ellas».

La que también lleva semanas trabajando en un documento es la Plataforma de Empresas Culturales (Pecca). Su presidente Ángel Astorquiza anuncia que se hará pública en los próximos días «porque ahora prima lo sanitario» y agradece que a las empresas que forman parte de ese colectivo se hayan unido el resto. «Es un documento de todos». De unidad también habla Javier Amigo, director de Malabaracirco, para quién lo más positivo de esta crisis es «que nos estamos uniendo y trabajando en red» y, aunque agradece el encuentro del miércoles, recuerda que «que la precariedad que sufrimos se debe a la anterior falta de atención por parte de las administraciones».

Marta Romero, del Movimiento en Red Cantabria (danza) anuncia que su colectivo va a trabajar con el resto de las asociaciones culturales para poder aunar voces y esfuerzos y facilitar el trabajo de las instituciones y Carmen Quijano, desde el Instituto de Arte Contemporáneo, valora la reunión «como una primera toma de contacto».

Y en las artes escénicas más de lo mismo. Su presidencia agradece el gesto y la voluntad del Gobierno «pero todavía hay que trabajar más».