«Si el teatro no es entretenido hasta el apasionamiento, mejor no hacerlo»
El actor madrileño Alberto San Juan llega este viernes a La Redonda, en Vioño de Piélagos, con ‘Autorretrato de un joven capitalista español’, en el que muestra con humor su visión crítica de la Transición
Alberto San Juan (Madrid, 1968) estrenó en 2013 ‘Autorretrato de un joven capitalista español’, un monólogo escrito y dirigido por él mismo en el que ... critica con humor la Transición y sus consecuencias. Este viernes regresa con él a Cantabria –ya lo representó en Santander en el año 2015 dentro del ciclo Talía– con el mismo convencimiento que entonces, el de que debemos reflexionar colectivamente para lograr una sociedad más justa. Se podrá ver el próximo viernes en La Redonda (Vioño de Piélagos).
–¿Qué le llevó a escribir ‘Autorretrato de un joven capitalista español’?
–Dos cosas. Una, no tenía trabajo y necesitaba inventármelo. Dos, necesitaba, aún más que trabajar, intentar comprender por qué las cuatro décadas que, según el discurso mayoritario, habían sido las de mayor libertad y prosperidad en nuestro país, habían desembocado en un estado de miseria generalizada. Era el otoño de 2012.
– ¿Vivimos en una sociedad justa?
–Parece que no. En pleno siglo XXI, el horizonte de las clases trabajadoras, la sociedad en su conjunto, salvo la minoría de grandes propietarios y trabajadores superricos, sigue siendo trabajar 40 horas semanales con 22 días de vacaciones al año por un sueldo que alcance para pagar los mínimos vitales. Me parece que debemos aspirar a mucho más que eso.
–¿Qué se puede hacer para cambiarla?
–Reflexionar colectivamente, atisbar posibles caminos nuevos, actuar para explorarlos. Liberar nuestra imaginación, traspasar la idea de que ya está todo dicho y pensado, la idea de que no hay más que lo que ya conocemos. Dos ejemplos concretos: Buscar información alternativa a los grandes medios (se puede encontrar en CTXT, La Marea, El Salto...) o entrar en mecambio.net y conocer las iniciativas que están en marcha en el ámbito de la economía social y solidaria. En definitiva, debemos que atrevernos a pensar que podemos ser dueños de nuestra propia historia.
–¿En el teatro, debe pesar más el entretenimiento o la crítica?
–Ambas cosas son fundamentales. El teatro nace como espejo de nuestra vida en comunidad. Una visión crítica no en un sentido agresivo sino práctico puede contribuir a encontrar maneras de vivir útiles para la alegría. Pero si no es entretenido hasta el apasionamiento, mejor no hacerlo. Ni verlo.
–Estrenó la obra en 2013. Desde entonces en España han aumentado los casos de corrupción y en EE UU ha aparecido Trump. ¿Cambiaría ahora algo del texto?
–El texto ha estado abierto desde que lo estrené. Nunca se ensayó. Se ha ido haciendo con el público, función a función, a lo largo de estos años. Y sigue cambiando. Se centra sobre todo en la Transición, como proceso fundamental del ciclo político que ahora, después de 40 años, toca a su fin. Pero también habla del Franquismo y las décadas posteriores a 1982.
–¿Ha tenido problemas para representarla en alguna comunidad?
–No.
–Decía Ramón Gómez de la Serna que «el capitalismo es un señor que al hablar con vosotros se queda con vuestras cerillas». ¿Cómo lo definiría usted?
–Una patología social. Una fe ciega en la acumulación material como camino para el bienestar colectivo. Cosa que nunca se ha demostrado en la realidad. Históricamente, el capitalismo se ha implantado a través de la violencia, porque, históricamente, ha supuesto, y sigue suponiendo, el enriquecimiento desorbitado de unos pocos frente al empobrecimiento, en distintos grados, de una mayoría. El único periodo en que la llamada economía de libre mercado mejora las condiciones de vida de una mayoría tiene lugar en Europa desde finales de los 40 a principios de los 80, y esto ocurre porque la fuerza del movimiento obrero frente a los propietarios del capital logra un equilibrio que se traduce en una mayor redistribución de la riqueza. Hablo así de categórico porque esto es una entrevista y sé que hay que ser breve, pero todo lo que afirmo debería ser matizado.
–Hay quien asegura que el sistema comunista ha fracasado. ¿Cuál sería entonces el sistema ideal?
–Insisto en que no hay porque aceptar que hayamos alcanzado los límites de nuestra imaginación. No estamos condenados a un dilema entre capitalismo y comunismo. Existe la economía social y solidaria, basada en el principio del bien común, donde los medios de producción son colectivos, pero no a través del Estado sino de diversas formas cooperativas.
–Fue miembro de un Consejo Ciudadano de Podemos. ¿Cómo ve ahora el panorama político nacional?
–Muy malo y muy bueno. Sigue gobernando la mafia institucional empresarial, pero también sigue organizándose la gente en la calle, y existe Unidos Podemos, que tiene 71 diputados. Seguimos en plena confrontación entre el capitalismo y la voluntad inquebrantable de buscar la buena vida para todas.
La obra
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Título. ‘Autorretrato de un joven capitalista español’.
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Autor, dirección e interpretación. Alberto San Juan.
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Escenario. La Redonda, en Vioño de Piélagos.
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Fecha y hora Próximo viernes, a las 20.30 horas.
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