La UIMP revisa en un curso las 'Historias de papel y celuloide' de Mario Camus
Dirigido por José Luis Sánchez Noriega, el foro repasa los trabajos del cineasta cántabro en cine y televisión así como su obra escrita
En la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y desde ayer, un curso intenta desentrañar la que fue una de las principales dudas de Mario Camus: « ... La lectura ha sido siempre algo absolutamente complementaria a mi vida. Yo he hecho cine porque he leído, o he leído porque he hecho cine. No lo sé», aseguraba el director de 'Los Santos Inocentes'. Con esa premisa y bajo la dirección del cántabro José Luis Sánchez Noriega, historiador del cine y audiovisual y crítico cinematográfico, este foro abordará hasta mañana miércoles la obra del cineasta cántabro fallecido el pasado mes de septiembre. Se hablará de su películas, de sus trabajos en televisión, de sus adaptaciones literarias y de sus propios libros.
Tras las palabras del director del curso, la cineasta y doctora en Filología, Arantxa Aguirre se refirió a una de las series más celebradas de Mario Camus: 'La forja del rebelde'. Se estrenó en 1990 y estaba basada en la novela homónima de Arturo Barea. En la ficción, de carácter autobiográfico se narraba a través de la vida del protagonista los avatares de la historia de España durante la primera mitad del siglo XX. Y en ella una jovencísima Arantxa Aguirre participaba como ayudante de dirección, tal y como recordó ayer en La Magdalena.
«Tenía 23 años cuando empecé a trabajar en esta serie y tengo que reconocer que Mario Camus fue mi maestro y el que más cosas me enseñó de este oficio, porque con él no solo aprendí cosas de dirección, su enseñanza más importante fue a hacerlo siempre desde la ética», expuso ante los participantes en el curso.
«De Mario Camus aprendí el oficio, pero su enseñanza más importante fue hacerlo desde la ética»
Arantxa Aguirre | Cineasta
Fraguada en la dirección de documentales como 'Un ballet para el siglo XXI' o 'El esfuerzo y el ánimo', Arantxa Aguirre, que fue ayudante de dirección de Camus en otros trabajos, recordó la maestría con la que cineasta llevó al espectador al conocimiento del personaje, con una forma de trabajar que, a la postre, fue una de las características del cineasta: la lentitud, pues según indicó iba cociendo cada escena, cada plano, cada diálogo «con una gran sensibilidad y lentitud».
Tal vez por esa forma tan particular de dirigir, la ponente cree que la serie, pese a que se estrenó hace tres décadas, ha envejecido bien y sigue de plena actualidad.
Además, entre otras cosas del rodaje, la por entonces ayudante de dirección recordó que se pudo grabar con un presupuesto muy elevado - costó 2.300 millones de pesetas- y que fue la última superproducción de TVE. También destacó el gran número de figurantes que participaron, 20.000, el mismo que trabajó en la película 'Ben Hur'. «No cabe duda de que era una historia dura, en la que se retrataba una España cruel con muchas referencias a los toros y la gran fiesta nacional; sin embargo Mario Camus demostró una vez más una gran sensibilidad y eludió esas escenas taurinas», explicó.
En lo que puso especial cuidado fue en la elección de los directores de fotografía. «Tenía claro que había que diferenciar la vida del Arturo Barea niño a la del que participa en la Guerra y para ello no dudó en contar con dos directores de fotografía que supieran dotar de los distintos ambientes a la serie».
Por último, la cineasta quiso hacer una recomendación a los jóvenes: «Que no se dejen llevar por la vorágine de la rapidez y se fijen en la meticulosa forma de dirigir de Mario Camus y, sobre todo en su ética».
Huella imborrable
El curso está patrocinado por el Ayuntamiento de Santander y por ello fue inaugurado por la alcaldesa Gema Igual quien ensalzó la figura del cineasta santanderino, «un gran hombre que saltó fronteras y que siempre ejerció como embajador excepcional de Santander», dijo. «El reconocimiento a su trayectoria lo tuvo en vida, lo vuelve a tener tras su fallecimiento y estoy segura de que continuará en el tiempo con las próximas generaciones, porque ha dejado una huella imborrable en la ci dad y en el universo artístico y cultural», señaló.
«Mario Camus fue un santanderino del que nos sentimos profundamente orgullosos y admirar sus cuidadas imágenes y su prosa es la mejor forma de recordarle y de disfrutar de su enorme talento», dijo.
La primera jornada del curso concluyó con una mesa redonda sobre el cineasta en la que participaron Arantxa Aguirre; Alfredo Moro, profesor de literatura de la Universidad de Cantabria, y Guillermo Balbona, redactor jefe de Cultura de El Diario Montañés y crítico de cine, que fue moderada por Ricardo Jimeno Aranda, profesor de cine.
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