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Los jugadores del Atlético celebran el gol de Griezmann. AFP
Jornada 17

Un penalti con VAR da una sufrida victoria al Atlético

El Espanyol mereció más en el primer tiempo, pero Oblak volvió a erigirse en salvador de los rojiblancos

Amador Gómez

Madrid

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Sábado, 22 de diciembre 2018, 00:19

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Poco o nada se ha hablado en los últimos días del Atlético-Espanyol que servirá para despedir el año 2018 en el Wanda Metropolitano. El terremoto desatado a raíz de las informaciones que apuntan al Bayern de Múnich como destino de Lucas Hernández en este mismo mercado de invierno a cambio de la cláusula de rescisión del francés ha eclipsado por completo un partido que además servirá para homenajear a Gabi, actual jugador del Al-Sadd catarí y capitán colchonero durante seis temporadas.

A Simeone no le gusta el caldo de cultivo y ya advirtió ayer del peligro de un rival que llega herido: «Necesitamos seguir en la misma línea ante un rival que viene con dificultades porque ha perdido partidos en algunos casos inmerecidos. Es un equipo que juega con muchos movimientos de rotación en consecuencia del ataque que quiere ofrecer y con una defensa que trabaja bastante organizada». El técnico argentino no quiere ni oir hablar de una salida que se sumaría a las lesiones que azotan con fuerza a su zaga durante lo que llevamos de curso: «Lo que puedo comentar de Lucas es que hablé con él, hablé con el club y tanto uno como otro saben lo que pienso y lo que me gustaría. A día de hoy está con nosotros y no hay muchas posibilidades en su puesto. Si está disponible jugará, así que hablar de esto es algo que no me gusta».

Más allá del caso Lucas, el Atlético viene de despegar a domicilio después de sumar tres puntos en el José Zorrilla de Valladolid y pretende mantener el buen tono de toda la campaña en el Wanda Metropolitano, donde sólo ha dejado escapar cuatro puntos tras ocho citas ligueras como local. Lo hará ante un Espanyol en caída libre, que suma cinco derrotas consecutivas con quince goles en contra que le han dejado en mitad de la tabla tras un comienzo de campeonato esperanzador.

El 'Cholo' no podrá contar precisamente con Lucas, además de los también lesionados José María Giménez, Filipe Luis, Thomas Lemar y Diego Costa. Por ello, deberá emplear de nuevo a Saúl Ñíguez en la posición de lateral izquierdo de una zaga en la que ante las ausencias sólo se abre el debate entre Juanfran y Arias. Godín y Savic son fijos en el centro de la defensa por delante de Oblak, con Thomas y Rodri en la medular, Correa y Koke en bandas y Griezmann y Kalinic en la vanguardia del ataque, toda vez que el croata parece haberle ganado definitivamente la partida a Gelson con sus goles en las últimas jornadas.

Ya que el Atlético de Madrid no tiene gol, tuvo que ser un penalti, ratificado por el VAR, el que diese una sufrida victoria al equipo rojiblanco ante el Espanyol, para cerrar el año con alegría antes de que Gabi recibiese su tardío homenaje en el Wanda Metropolitano, escenario de una nueva demostración de fútbol pobre, altibajos y paciencia de los colchoneros. Hubo que esperar casi a la hora de juego para que el Atlético abriese el marcador, después de haber padecido ante un rival muy atrevido durante la primera parte, en la que Jan Oblak volvió a erigirse en salvador del conjunto de Diego Pablo Simeone. También lo hizo Diego López para el Espanyol al filo del descanso, con un par de paradas consecutivas a Antoine Griezmann, que ante la desaparición en ataque de sus compañeros decidió intentar resolver con acciones individuales, aunque chocó contra el exportero del Real Madrid.

Fue precisamente Griezmann el autor del triunfo del Atlético, aunque desde el punto fatídico, después de que, en los mejores momentos de ataque y ambición de los rojiblancos, Koke recibiese dentro del área un patadón de Granero. La jugada acabó en gol de Correa, pero el claro penalti al centrocampista madrileño lo anuló, para permitir al delantero francés marcar su séptimo tanto en esta Liga. A ella sigue muy agarrado el Atlético, aunque su juego continúe ofreciendo demasiadas dudas, sin contundencia en las áreas y con escasa profundidad ante rivales relativamente ordenados, como el Espanyol, que firmó la peor racha de su historia. Ya seis derrotas consecutivas del equipo de Rubi, que mereció más en un primer tiempo en el que fue superior a un Atlético que fue de más a menos y permitió demasiado a los blanquiazules.

Atlético de Madrid

Oblak, Arias, Savic, Godín, Saúl, Correa (Montero, min. 72), Thomas (Gelson, min. 77), Rodrigo, Koke, Griezmann y Kalinic (Vitolo, min. 65).

1

-

0

Espanyol

Diego López, Rosales, David López, Naldo (Melendo, min. 72), Dídac Vilà (Pedrosa, min. 82), Duarte, Granero, Darder, Baptistao, Borja Iglegias y Sergio García (Piatti, min. 70).

  • GOL: 1-0, min. 56: Griezmann, de penalti.

  • ÁRBITRO: Melero López (Andaluz). Señaló penalti de Granero a Koke en el minuto 54. Mostró tarjeta amarilla a Granero.

  • INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 17ª jornada de Liga, disputado en el Wanda Metropolitano. 58.069 espectadores.

Sostenido por Oblak, y también por el palo, que evitó un tanto del Espanyol a la media hora tras un paradón del esloveno a Baptistao, le cuesta muchísimo al Atlético dejar que su guardameta pase desapercibido y, aún más, encontrar portería. Sin Diego Costa hasta febrero y con Kalinic de nuevo inédito hasta que fue sustituido, al igual que Correa, los rojiblancos deben encomendarse a Griezmann, pero el francés no siempre es suficiente. Bastante mejor que todos los jugadores de ataque del Atlético estuvieron la primera mitad Baptistao, que hizo sufrir al lateral Saúl y, sobre todo, Borja Iglesias, que podría haber logrado en el minuto 15 uno de los goles de la temporada tras una cabalgada desde el propio campo al intentar picarla desde 30 metros ante Oblak. Sin embargo, el esloveno sacó una mano milagrosa y, cuando el Atlético se puso por delante, Simeone y los suyos, aunque terminaron pidiendo la hora, ya se sintieron cómodos atrás defendiendo contra un Espanyol que se quedó sin pulmones ni llegada.

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