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Vinicius ejecuta un regate ante el defensa del Leganés Unai Bustinza. Susana Vera (Reuters)
Vinicius derriba la puerta de Solari

Vinicius derriba la puerta de Solari

El brasileño ilumina un periodo de transición en el Madrid y se consolida en un once al que aspiran otros meritorios

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Jueves, 10 de enero 2019, 18:49

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Navega el madridismo entre la nostalgia del equipo ya histórico de las cuatro Champions en cinco temporadas y de un Cristiano Ronaldo que se fue a Turín para dejar un vacío deportivo y mediático enorme y la desafección que provoca ver cómo la plantilla actual dirigida por Santiago Solari no termina de enmendar un rumbo errático, encadenando partidos más positivos en el resultado que en el juego con grandes caídas a la lona que le han dejado en una situación prácticamente irreconducible en la carrera por el título de Liga justo cuando se llega al ecuador del campeonato.

No es de extrañar que ante el paisaje la afición blanca busque con ansia la aparición de ese mesias que devuelva la ilusión a una masa social acostumbrada a los títulos en los últimos años. En esa búsqueda, Vinicius parece ir ganando terreno en cada nueva aparición sobre el verde del Santiago Bernabéu. Tras iniciar la temporada con un Castilla que por entonces dirigía el propio Solari, con el que disputó cinco partidos en nueve jornadas, marcó cuatro goles y dio una asistencia, el ascenso del técnico argentino al primer equipo después de la destitución de Lopetegui comenzó a abrirle una puerta que hasta entonces parecía cerrada, puesto que apenas había disputado doce minutos de juego en dos partidos ante el Atlético en el Bernabéu y frente al Alavés en Mendizorroza con el vasco en el banquillo.

Ya con nuevo entrenador, el carioca comenzó a ganarse el puesto mediante una buena actuación en la visita copera a Melilla, donde fue titular, dio dos pases de gol y rozó el premio gordo con varias ocasiones. Posteriormente, fue entrando en las segundas partes de los partidos ante el Valladolid y el Eibar de Liga y frente al Viktoria Pilsen en Champions, antes de regresar al once ante el CSKA de Moscú y en la vuelta de los dieciseisavos de Copa, cuando de nuevo fue protagonista con un gol y otra asistencia con el Melilla como rival. Más allá de algunos minutos más en el torneo doméstico y en el Mundial de Clubes, el gran salto del ex del Flamengo ha llegado en la última semana, primero con su primera titularidad liguera ante la Real Sociedad, en un partido en el que a pesar de la derrota del Madrid el brasileño fue el mejor parado del choque, y posteriormente en Copa, donde ante el Leganés se destapó con un pase de gol más para Lucas Vázquez y con una gran volea a la red de Cuéllar que sacó la sonrisa a la alicaída grada de Chamartín.

Sus actuaciones y la plaga de lesiones en la parcela ofensiva de la plantilla de Solari -Bale, Asensio y Mariano siguen de baja- abren la puerta del once a Vinicius en las próximas semanas, de las que podría salir más consolidado aún, al igual que otros miembros de la teórica unidad reserva del Madrid que parecen empeñados en desmentir esta condición. Es el caso de Odriozola y Reguilón, que cuajaron ante el Leganés una más que aceptable puesta en escena. El lateral derecho vasco lo tiene más complicado con un buen Carvajal por delante. Sin embargo, al madrileño el discutible momento de forma del brasileño Marcelo en el costado izquierdo le da más opciones. En el centro de la defensa ocurre lo mismo en el caso de un jugador más consolidado como Nacho, que pide a gritos un mayor protagonismo ante los problemas de Varane para recuperar su mejor versión.

También en el centro del campo los meritorios meten presión a los teóricos titulares. La baja de Kroos y el nivel de Modric en los últimos meses abren un par de vacantes en el once por delante de Casemiro, al que la lesión de Marcos Llorente, otro que derribó la puerta de Solari antes del final del año, deja como único pivote defensivo específico de la primera plantilla blanca. Ceballos y Fede Valverde se desempeñaron con acierto en la medular madridista ante el Leganés, presentando su candidatura a Solari, al que también le toca cambio de guardia en la portería con la lesión de Courtois, que deja el camino despejado para la visita al Betis a un Keylor Navas al que el Bernabéu sigue demostrando su cariño en cada aparición del tico.

En todo este rompecabezas sólo hay una pieza que no encuentra encaje alguno. Ni entre los titulares ni en la unidad B se acomoda Isco, que se ha convertido en un dolor de cabeza tan fuerte para Solari que el técnico se va por la tangente cada vez que alguien menciona un asunto que parece irresoluble y destinado a desembocar en la salida del malagueño del club.

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