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Mantecón, quinto por la izquierda (de espaldas) se encara con el árbitro Ortega Romano. : Antonio 'Sane'
«Aceptaré la sanción que me impongan»
Fútbol / Regional

«Aceptaré la sanción que me impongan»

Jesús Mantecón se arrepiente de los insultos y amenazas que hizo al árbitro del encuentro ante el Tropezón. «Como si me echan del equipo», reconoce

José Compostizo

SARÓN.

Martes, 14 de noviembre 2017, 07:10

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«A veces me pongo un poco nervioso, pero es la primera vez que me pasa algo así. Espero cualquier sanción y la voy a aceptar. Como si me echan de mi equipo». Jesús Mantecón, el técnico del Cayón, no puede estar más arrepentido de lo que ocurrió el domingo en el encuentro entre el Tropezón y su club. Entrada al campo, insultos y amenazas al colegiado, Ortega Romano, tras la expulsión de un jugador aurinegro... En frío, y un día después, el 'mea culpa', la vergüenza por unos hechos que no debieron producirse y la disposición a aceptar el castigo -puede ser ejemplar- que se le imponga.

Minuto 61 del partido. El árbitro muestra la segunda amarilla a Míchel, del Cayón, por entender que el futbolista había simulado un derribo en el centro del campo. Mantecón protesta por ello y, según el acta, Ortega Romano le expulsa por «salir de su banquillo gritando y realizando ademanes con los brazos, protestando una decisión mía».

Pero ese 'calentón' propio de un entrenador enfadado derivó en algo mucho más grave. El acta del árbitro es demoledora. «Tras ser expulsado el entrenador del CD Cayón D. Jesús Mantecón Anuarbe, entró en el terreno de juego varios metros, encarándose conmigo, sujetándome de la camiseta y golpeándome con la mano el pecho en varias ocasiones a la vez que decía gritándome y con el brazo levantado con la mano en forma de puño: '¡ Te voy a arrancar la cabeza hijo de puta, tu no juegas con nuestro trabajo, te mato cabrón, te mato, no juegas con mi trabajo!'. Fue separado por el delegado local y jugadores mientras continuaba amenazándome de muerte e insultándome. Posteriormente se negaba a abandonar la zona del banquillo, teniendo que ser avisado y retirado por el delegado local».

Tras el partido -el Cayón perdió por 1-0-, el arrepentimiento inmediato. «Pido disculpas al árbitro si se sintió mal. Ya lo hice también a la conclusión del partido, al ir a su caseta a pedirle perdón». Por extensión, las disculpas las pedirá también «al colegio de árbitros y a la Federación Cántabra. Aún no lo he hecho, pero uno se siente mal y se avergüenza».

Disculpas al club

A Mantecón, que ayer no tenía casi ánimo para ir al entrenamiento, le duele especialmente lo sucedido por su Cayón. «Porque esta no es la imagen de un club centenario al que yo entreno, no debe ser la que dé en el campo ante rivales, árbitros o cualquier estamento de nuestro fútbol».

Entiende el técnico que en estos momentos la imagen del club recae sobre su persona «y tengo que cuidarla tal y como yo entiendo el fútbol y tal y como el Cayón siempre muestra y mostrará allá por donde vayamos», asegura el entrenador, que es consciente de una severa sanción. «En ese sentido aceptaré la que me corresponda y tendré el máximo cuidado para que no vuelva a ocurrir».

En la Cántabra, tajante a más no poder con cualquier atisbo de violencia en el fútbol desde hace años, expresan «todo el apoyo al trío arbitral», señala su presidente, José Ángel Peláez. «No nos gusta ver que uno de los entrenadores que ha logrado los mayores éxitos del Cayón en todos los tiempos se vea involucrado en esta situación», apunta. Aunque para Mantecón hay un rayo de esperanza. «También le honra haber pedido disculpas».

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