La Gimnástica salta al vacío

Dicen que cuando las cosas van bien es mejor no tocar nada o mover lo justo. Sin embargo, este verano, la Gimnástica intentó demostrar que siempre hay una excepción que confirma la regla, aunque, después de haber sobrepasado el primer tercio de la Liga, tanto los números, que son lo que realmente importan, como el juego, insisten en darle la espalda al trabajo de los responsables de El Malecón. Entre los mil y un defectos que la plantilla se empeña en sacar a relucir cada partido destaca especialmente la fragilidad defensiva, algo que pudo comprobar el nuevo técnico del conjunto blanquiazul, Pablo Lago, tras sufrir la primera derrota en una Gimnástica que el pasado miércoles fue Jekyll y Hyde en el Eusebio Arce de Escobedo.

Ayer, el equipo regresó al trabajo y con la perspectiva que da el tiempo el gimnástico Luis Alberto mostró su visión de lo sucedido. «Fue parecido a lo de Santillana, solo que aquella vez fue un partido malo y cuando te pasa dos veces en dos salidas seguidas hay que analizarlo profundamente», explicó. El centrocampista amplió su análisis: «Hicimos una gran primera parte en la que dispusimos de seis o siete ocasiones para haber dejado el encuentro sentenciado y en la segunda no creo que saliéramos con mala actitud al campo». Es como si en el caso de la Gimnástica los mazazos fueran difíciles de asimilar. Como si los goles en contra tuvieran efectos en el marcador y en la moral. Por su parte, el secretario técnico de la entidad blanquiazul, Carlos Bolado, habló de la necesidad de las victorias para reforzar anímicamente a sus jugadores».

Remar contracorriente se mantiene como una de las asignaturas pendientes de la temporada. La Gimnástica ha sido incapaz de remontar ningún partido. Ha logrado cuatro empates en cuatro encuentros en los que se vio por detrás en el marcador, pero en ninguna ocasión se ha ido con los tres puntos después de ir perdiendo. Las victorias logradas hasta la fecha, cinco en lo que va de temporada, responden al mismo patrón: mantener la portería a cero, excepto en una ocasión. Así ha sucedido ante el Rayo Cantabria (0-2), Cultural (0-5), Cayón (2-0), Bezana (2-1) y Racing B (2-0). Los dos triunfos blanquiazules fuera de su casa con su puerta inmaculada.

Solo en cuatro ocasiones en lo que va de campaña ha logrado sacar algo positivo cuando iba por detrás en el marcador. Sucedió en los empates ante el Laredo, Velarde, Santillana y también ante el Barreda.

En la otra parte de la balanza, la Gimnástica se ha comportado hasta la fecha como un equipo al que le es muy difícil remontar un resultado. Solo el Escobedo ha logrado ganar un choque que comenzara con victoria de los blanquiazules. Sucedió el pasado miércoles, cuando los de Pablo Lago se fueron al descanso 1-1 en el Eusebio Arce para perder al final por 4-1 en una desacertada segunda parte. Aunque el calendario siempre ofrece oportunidades de revancha. La próxima, este domingo. La Gimnástica recibe al Castro, farolillo rojo de la clasificación, con la firme intención de demostrar que también tiene argumentos cuando las cosas no van tan bien.