La recuperación de David Puras se retrasa hasta abril como mínimo

Esta es la segunda vez que el guardameta blanquiazul pasa por quirófano por problemas en su rodilla. El calvario de lesiones de Puras comenzó en el partido de la fase de ascenso ante el Atlético de Madrid B en El Malecón de la pasada campaña.

Cuatro meses después, Puras regresó para jugar de titular el partido ante el Cayón que se disputó en los campos de Santa Ana en Tanos. El retorno del meta coincidió con el hueco en la portería que había dejado la expulsión del otro guardameta del equipo, Hugo Guil, en el duelo ante el Sámano. El de Solares regresó a los entrenamientos en septiembre y enfiló entonces la recta final de una recuperación que concluyó con un alta que auguraba un rápido regreso del meta al arco blanquiazul que tuvo en propiedad durante toda la pasada temporada. El portero jugó ese partido y estuvo defendiendo la meta del cuadro torrelaveguense en los duelos ante Selaya y Bezana. En esos tres partidos, Puras no tuvo ninguna molestia ni dolor en su articulación, pero antes del encuentro ante el Santillana su rodilla se inflamó y comenzó a notar que ya no funcionaba a la perfección y que le impedía ejercitarse junto al resto de sus compañeros.

Al final, los planes no salieron como se esperaba y tras semanas de incertidumbre en las que el portero se sometió a diversas pruebas, el de Solares tuvo que ser intervenido de nuevo de una lesión muy similar a la primera en el menisco interno. En esta ocasión Puras puso rumbo a Madrid para someterse a una artoscopia dirigida por los doctores Guillén y Fernández Jaén. En principio, los galenos dudaban si retirar el trozo del menisco afectado o, por el contrario, coserlo, lo cual le habría mantenido de baja durante cuatro meses, al igual que en la operación de julio. Decidieron optar por la primera opción para acortar el tiempo de recuperación, aunque al final no se cumplieron los pronósticos.